Confesión

Por: Ángeles Nicole Merchán Dután
Estudiante U.E. Juan Pablo II, Cuenca (Ecuador)

La verdad, declamar poemas en el auditorio me pone muy nerviosa, pero al mismo tiempo me siento muy orgullosa de mí. Recuerdo el momento en el que fui seleccionada del aula para poder concursar en la oratoria, fue el fruto de mucho trabajo, ensayos, constantes repasos y memorizar y sentir cada verso. En cada etapa me sentí muy orgullosa y apoyada por mis compañeros, mi profe y mis padres. El poema que elegí me enseñó la importancia de un maestro, pues es el encargado de enseñar a las nuevas generaciones, lo hace con mucho esfuerzo y amor para cada uno de sus alumnos. Estoy agradecida con esta bonita experiencia que me permitió sentir tantas emociones, miedo, felicidad, enojo, tristeza. Estoy agradecida por participar en el concurso interno del aula, luego en el auditorio de mi escuela y finalmente en este libro.

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