Me duele no vivir
Por: Ruth Cobo Caicedo
Dra. en Psicología Clínica, Ambato (Ecuador)
Me duele tanto el mundo hoy.
Me duele no morir.
Me duele no vivir.
Tanta noche aglomerada, tus pupilas
sin luna, sin neblina, sin estrellas
cansadas de llorar, en vano
¿dónde quedó el Cantar de los Cantares,
el Hágase la Luz?
Tengo un dolor acumulado: torbellino de historia
subconsciente enredado de tiempo
y forma
en el colectivo que sostienen mie huesos
cansados de sal
donde el principio quiere ser borrado
estallido de materia y mal
para empezar una vez más
en la semilla de pájaros constelaciones
hendidas en el olvido
de las ramas del Árbol del bien y del mal
arrancado de vida, viento
donde las manzanas laten para que
el sol sea luz.
¿Qué puedo hacer desde mis musgos pálidos
de existencia para aliviar la sangre
inocente que se derrama en los cuatro
costados de la cruz
bajo un velo negro sobre el abismo.
Dios está cansado. aburrido de
tanto peso humano.
La fragancia es oquedad en los ojos
vacíos de la gente
la palabra sin voz
en la guerra que devora los días
de las uvas en el Edén.