Video Killed the Radio Star
Por: Inés Rodríguez
Estudiante universitaria (Islas Canarias-España)
“El vídeo mató a la estrella de la radio” era la pegadiza frase que decía aquella canción de The Buggles, y que buscaba convertirse en un presagio para el futuro del periodismo radiofónico. Sabemos que, a día de hoy, no ha sido así. El video no ha sustituido a la radio, aunque hemos cambiado los aparatosos transistores por los móviles debido a su funcionamiento más sencillo, No obstante, en muchas ocasiones, nos hemos dado cuenta, consumiendo formatos como el podcast, de que el audio y la imagen se complementan, permitiendo que la existencia de la “estrella de la radio” sea aún posible.
Parece que está ocurriendo lo mismo en 2023, pero no con los mismos elementos, sino con la creatividad humana y las inteligencias artificiales. Hoy voy a demostrar que la convivencia de estas dos herramientas es posible, y que podemos seguir progresando científicamente sin comprometer la integridad de nuestra imaginación.
Las personas pecamos de exceso de confianza, pues nuestros instintos animales nos permiten apreciar el peligro a primera vista cuando es evidente. Un ejemplo claro es “Lolita”, la polémica novela del autor ruso Vladimir Nabokov. Durante muchos años, fue considerada como una historia de amor pese a no serlo, pues los hechos son narrados desde la perspectiva de Humbert Humbert, un profesor pedófilo que abusa continuamente de su hijastra doceañera, Lolita. Dicha perspectiva, empleada incluso en las dos adaptaciones cinematográficas existentes, engaña al espectador, puesto que un abusador jamás admitiría que sus actos son ilícitos. De ese modo, fue peligrosamente romanizada a pesar de la disconformidad del escritor, quien pretendía realizar una crítica hacia la pedofilia y otras actitudes referidas al abuso de poder. No ha sido hasta que la ley ha condenado la violencia a menores que la sociedad ha cuestionado la moralidad de la historia que acontece en “Lolita”.
Del mismo modo, creo que la población mundial actual sigue repitiendo los mismos errores, pero esta vez respecto a la inteligencia artificial. Somos animales que tendemos a la pereza, y cualquier objeto que nos haga ahorrar algo de tiempo, nos interesa. La tecnología es muy útil, gracias a ella, puedo escribir este mismo artículo y hacerlo llegar a cientos de personas de manera instantánea. Asimismo, ha hecho posible grandes avances en el campo científico, en especial en la medicina, crucial para el alargamiento de la vida humana. Por ello, la inteligencia artificial debe ser constantemente mejorada, si eso supone la erradicación de ciertas enfermedades. El problema se encuentra en la invasión por parte de las IAs del campo creativo. Novelas escritas gracias al ingenio de muchos escritores, canciones con progresiones melódicas originales, dibujos que expresan los mayores miedos humanos, e incluso un artículo de las mismas características que el mío, son elementos que, ahora, una máquina puede crear en segundos. Imagínalo por un momento. “Video Killed the Radio Star” y “Lolita” siendo creados por IAs. ¿El mensaje de ambas obras perdería sentido? Mi respuesta es sí. La creatividad es una de los pocos rasgos que nos diferencian de las máquinas. Antes eran también la inteligencia y la comunicación, ahora ni siquiera eso.
Nuestro mundo progresaría de una mejor manera si supiéramos crear una perfecta armonía entre el potencial de la inteligencia artificial y la falta de fronteras de nuestra creatividad. No obstante, somos incapaces de apreciar que se acerca el peligro quedándonos sólo con las funciones de los robots, pues, si continuamos de esta manera, siendo vencidos por la pereza, llegará un punto en que sucumbiremos al poder de las máquinas, siendo seres inútiles. ¿O es que queremos ser, esta vez, la estrella de la radio que termina siendo brutalmente asesinada en manos del vídeo?