Caleidoscopio romántico
Por: Dr. Fernando Mora
Médico y escritor (Cuenca-Ecuador)
Los recuerdos tienen
un perfume frágil
que les acompaña
Por toda la vida.
Los recuerdos. Joan Manuel Serrat.
Zoe en París

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Recuerdo ese sol de París entrando en su estudio de la 2 rue de Lyonnais. Zoe era una universitaria griega y su nombre significaba “vida”.
En aquel tiempo éramos dos universitarios que se amaban en París. Estudiábamos juntos, era amor entre libros y exámenes, en la Fac de Saint Louis. Íbamos a los parques con los libros bajo el brazo, Les Halles, Quartier Latin, el lugar de la juventud cosmopolita y de la bohemia. Por la noche frecuentábamos las “caves”, que eran un atrayente de música, vino y alegría para los noctámbulos estudiantes. Nos placía estudiar en los jardines de Luxemburgo cercanos a las estatuas de las reinas de Francia. Así estuvimos juntos un verano e invierno. Recuerdo su sonrisa, su vitalidad, su alegría. Sus vestidos cortos en verano, su abrigo en invierno, con esa intensa necesidad de amarnos como solo pueden amarse dos universitarios en París.

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Pero a fines del invierno todo terminó, nos encontramos dos o tres años después, ya no éramos estudiantes, ya no éramos amantes… me dijo, “devuélveme mis fotografías…”.