Añoro
Por: Mateo Sebastián Silva Buestán
Lcdo. en Educación y Director Colección Taller Literario, Cuenca (Ecuador)
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Tu roja e íntima sangre
convertida en una amarillenta mancha
yace, aún, en mis blanquecinas sábanas.
No se ha desvanecido
tu esmalte de mi cuello,
ni el aroma de tus cabellos
regados en mi pecho.
Menos se ha disipado
el sabor de tu piel,
el dulce de tu cuerpo,
la quimera de tus labios.
Todavía en mi vientre
arde y lastima la ponzoña,
la amargura de añorarte,
la tristeza de mi súbito abandono,
el febril estado de poseerte jamás.
Y en repetidos ensueños apareces,
recurrente y diáfana figura, apareces
distante, cercana, lejana, apegada,
y despierto alunado
entre sollozos y desesperos.
Añoro, ensimismado, el pasado,
añoro, muerto, la vida.