Desigualdad digital: Las repercusiones del acceso limitado a la tecnología en la vida y educación de los niños indígenas en Ecuador

Por: Dr. Efstathios Stefos, PhD
Profesor UNAE, Grecia

La era digital ha transformado la educación en todo el mundo. Las herramientas tecnológicas, tales como computadoras de escritorio, laptops, tablets y teléfonos celulares, se han convertido en instrumentos esenciales para el aprendizaje. No obstante, según datos del INEC en Ecuador, entre los niños indígenas que asisten a clases en la edad de educación básica (5 a 14 años), solo el 6,0% ha utilizado una computadora de escritorio en los últimos 12 meses, el 2,4% ha empleado una laptop, el 1,2% ha hecho uso de una tablet y el 3,7% tiene un teléfono celular. Estas cifras evidencian una alarmante disparidad en el acceso a la tecnología, lo que podría repercutir gravemente en su educación y rendimiento escolar.

La limitada disponibilidad de tecnología ensancha la brecha digital entre la población indígena y otras poblaciones en Ecuador. Esta brecha no solo alude a la escasez de dispositivos, sino también a la falta de habilidades y competencias para emplearlos eficazmente. Sin una adecuada exposición a la tecnología, los estudiantes indígenas podrían rezagarse en habilidades digitales, lo que podría restringir sus futuras oportunidades educativas y laborales.

Adicionalmente, la carencia de acceso a la tecnología podría influir negativamente en la calidad educativa que estos estudiantes reciben. Actualmente, numerosos recursos educativos, como tutoriales, aplicaciones y plataformas de aprendizaje en línea, demandan el uso de dispositivos tecnológicos. Sin acceso a estos recursos, los estudiantes indígenas podrían desaprovechar valiosas oportunidades para complementar y potenciar su aprendizaje.

El rendimiento escolar también podría verse comprometido. La tecnología, cuando se aplica de manera adecuada, puede simplificar la comprensión de conceptos complejos, brindar práctica adicional en áreas donde los estudiantes puedan tener dificultades y ofrecer retroalimentación inmediata. Sin estos beneficios, los estudiantes indígenas podrían enfrentar mayores obstáculos en su proceso educativo.

Otro efecto preocupante es la posible sensación de aislamiento o exclusión que estos estudiantes podrían sentir al asistir a clases. Al no poder involucrarse en actividades o tareas que requieran tecnología, podrían sentirse desplazados o menos aptos que sus pares. Esta percepción podría impactar en su autoestima y en su motivación por aprender.

Es vital reflexionar sobre el impacto a largo plazo de esta situación. En un mundo progresivamente digitalizado, las competencias tecnológicas son esenciales para acceder a numerosas oportunidades laborales y sociales. Al no adquirir estas habilidades desde temprana edad, los jóvenes indígenas podrían enfrentar significativos desafíos al intentar ingresar al mercado laboral o proseguir con estudios superiores.

Ante este escenario, es esencial que el estado ecuatoriano contemple la inversión pública en la formación tecnológica de estos niños. Facilitar el acceso a dispositivos, así como brindar capacitaciones y programas educativos que integren la tecnología, podría ser un paso esencial para cerrar esta brecha. La inversión en educación digital no solo favorecerá a los estudiantes indígenas, sino que también impulsará el desarrollo socioeconómico del país en su totalidad.

El restringido acceso a la tecnología entre la población indígena en edad escolar en Ecuador, en particular entre aquellos que asisten a clases, tiene profundas repercusiones en su educación y desempeño académico. Es importante enfrentar esta desigualdad para asegurar que todos los estudiantes, sin importar su origen étnico o socioeconómico, cuenten con igualdad de oportunidades para aprender y prosperar en la sociedad contemporánea.

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