Que Dios nos ilumine
Por: Lic. Wilson Cisneros López
Presidente del Ateneo de Palora (Ecuador)
El próximo domingo 20 de los corrientes, el país vivirá un día crucial para sus intereses, para su destino, para su desarrollo, para todos nosotros los ecuatorianos que queremos vivir en paz, con la tranquilidad de poder transitar a donde sea y por donde sea, sin la preocupación de que alguien le ponga el brazo al cuello, le pinche con una arma cortopunzante, le dispare o se encuentre con una bala perdida en una gresca en la que nunca tuvo parte, debido a los enfrentamientos entre hermanos ecuatorianos o extranjeros que luchan por apropiarse de un territorio, donde creen está su futuro porque ahí se asientan los potenciales clientes que en el obscuro mercado narcótico, les pueden dar el sustento que el estado les negó por la falta de fuentes de trabajo que todos los políticos en época de campaña ofrecen y que nunca se cumple ni se cumplirá, por el simple hecho de que no hay cama pa tanta gente, por eso, es hora ya de que los candidatos, moderen sus ofertas demagógicas y hablen con la verdad, ofreciendo lo que realmente podrían hacer y no ilusionar a un pueblo hambriento, habido de trabajo y bienestar.
Qué pena por mi país, que pena por nuestro Ecuador y por todo Latinoamérica, porque lamentablemente ahora, lo que ocurre en una nación, enseguida se replica en la otra, desgraciadamente en lo malo, sí, es verdad que las situaciones son parecidas principalmente en los países llamados Bolivarianos, son parecidas en las necesidades como también son parecidas en los ofrecimientos, en las mentiras y en los abusos de los llamados salvadores de la patria, por eso es que no es difícil encontrar gobernantes, con el mismo corte, con el mismo estilo, o demasiado pilas o demasiado ineptos, porque los sensatos, los honrados, los honestos, los Velasco, los Roldos, parece que se extinguieron por obra y gracia de la zapería, de la viveza, de la inconsecuente forma de actuar de los políticos modernos que se han caracterizado por su ambición de poder, por perennizarse en él, por el lleve, por el enriquecimiento ilícito a cambio del empobrecimiento de la gran mayoría y precisamente de quienes les eligieron, les dieron la oportunidad de ser lo que son, con la absurda esperanza de que velarán por ellos, pero que va, una vez sentados en el trono, no piensan en los cientos, miles o millones de cristianos que corrieron a dar su voto pensando y creyendo que serán los que marquen la diferencia en relación a sus antecesores o los de la vieja historia que dejaron secuelas, de abandono, traición, miseria, pobreza y lo que es peor, un futuro desalentador para sus descendencias.
Recuerdo desde niño la trillada frase de que, hasta cuando los mismos y los mismos?, que hay que votar por gente nueva, te pregunto amigo lector, ha cambiado eso, con la llegada de los cuadros nuevos, candidatos nuevos a los poderes del estado, ha cambiado la situación del país para bien?, perdonen, en absoluto y no porque yo lo diga sino porque la realidad actual del país así lo evidencia o es que antes vivimos lo que estamos viviendo ahora y es que al contrario, con ese cambio generacional en la política en su gran mayoría, lo único que se ha alcanzado es hacer realidad aquel enunciado de que no son otra cosa que una edición corregida y aumentada de la mañosería, de la deshonestidad, del latrocinio, de la coima, la extorsión inmisericorde como ocurre con los efectivos policiales en las carreteras del país y muy especialmente en la costa, donde a pretexto de operativos de control, se extorsiona al conductor, al turista, de la manera más descarada, inclusive imponiendo tarifas bajo el vil argumento de que eso no alcanza para tres o sea para el que pide, el inmediato y el jefe, que cinismo, que miserables, y si eso pasa en las carreteras del país, ya podemos imaginarnos lo que puede pasar casa adentro, con cargos y ascensos y conste que quiera o no, el cambio generacional se da porque tiene que darse, porque el orden de la vida así lo exige, entonces la esperanza de que con los jóvenes , con los nuevos cuadros, los nuevos nombres la cosa cambie, se desvanece en tanto en cuanto no se cambie un modelo educativo que permita recuperar los principios, los valores, el civismo, el patriotismo descartado absurdamente por copiar modelos ajenos a nuestra realidad, por todo esto, el domingo 20 será crucial para nosotros los ecuatorianos porque gane quien gane no sabemos cuáles son sus verdaderas intenciones por las que buscan el poder , será por lo que pregonan? Trabajar por nuestro bienestar o seguirá siendo lo que ha sido costumbre en la mayoría de los gobiernos, trabajar por su bienestar y el de su círculo cercano, que Dios nos ilumine.
El Civismo es lo fundamental en la formación de los ecuatorianos, junto a los valores éticos y Morales, para alejar a la juventud de la corrupción. Un artículo muy importante escrito por el Licenciado Wilson Cisneros, Presidente del Ateneo de Palora.