A modo de comentario sobre la percepción de la Inteligencia Artificial (IA)

Por: Dr. José Sánchez Segovia
Investigador honorario Universidad de Huelva (España)

Cuando uno empieza a leer sobre la IA, no tiene por más que acordarse de “Tiempos Modernos” de Charles Chaplin o de aquella frase de Francisco de Goya: “El sueño de la razón produce monstruos”. Sin embargo, al igual que la Revolución Industrial acabó siendo impuesta y aceptada por todos, la IA acabará en esas lides.

Desde hace tiempo, el análisis de datos ha sido una constante en diversos ámbitos: vida laboral, investigación, empresas, salud, etc., esta nueva herramienta la IA parece que viene a implementar o más bien sustituir estos análisis importantísimos hasta ahora.

En mi experiencia, tanto en física experimental, donde se manejan magnitudes ingentes de datos como en salud, se han aplicados software para el análisis de datos que sin ellos sería imposible analizar y llegar a conclusiones. El Big Data en Salud está aportando un análisis más sistemático de las distintas enfermedades y síntomas, ayudando a los profesionales a tomar decisiones cada vez más acertadas. Ahora bien, no sustituye a la clínica. Y les cuento una anécdota, brevemente, que me parece relevante: Un paciente en ventilación mecánica durante varios días estaba sometido a presiones cada vez más altas y seguía sin ventilar adecuadamente. Otro profesional de la misma unidad lo observó, lo auscultó y después de ello preguntó a la Auxiliar de Enfermería desde cuando no defecaba: 7 días. Le pusieron un enema, las presiones se normalizaron y la ventilación se normalizó. En el caso que el ventilador tuviera IA (ya hay algunos ventiladores que lo intentan), dudo que la respuesta hubiese sido poner un enema.

La IA puede ser un buen instrumento para la toma de decisiones, creo que sí, pero la supervisión humana no debe quedar fuera, es necesario conocer todos los procesos. La cantidad de variables que hay en un comportamiento humano, un proceso estadístico, en la enseñanza…, es muy difícil que un sistema pueda computarlas, probablemente los sistemas de aprendizaje continuo lo puedan hacer, confiaremos en el futuro.

Si bien mi intención con este escrito no es poner en duda la eficiencia de la IA, sino analizar los datos de las encuestas a las que he tenido acceso.

Tabla 1 Datos de la encuesta.

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Han sido realizadas por distintos institutos desde 2017 a 2022, en distintos ámbitos y con distintos usuarios como puede observarse en la Tabla 1.

Las preguntas formuladas no han sido las mismas, si bien hay algunas coincidentes y podemos valorar la suma de las opiniones de manera acumulativa, tal y como se expresa en la Ilustración 1. Es riesgo es evidente, pero sin riesgo no hay avance.

NOTA: Los valores del eje de abscisa son acumulativos y por tanto sólo expresan la suma y no porcentajes.

Ilustración 1 Gráfico acumulativo de los porcentajes de las encuestas. No todas las preguntas de las encuestas son coincidentes.

A simple vista, podemos ver que la mayoría de los encuestados tiene una actitud positiva frente a la IA. La negativa, aunque también es importante, dista unos 150 puntos en el acumulativo. A pesar de ello, hay un gran número de encuestados preocupados por la potencialidad de la IA.

Parece ser que los encuestados estaban bastante familiarizados con la IA, excepto en EE.UU. (¿?).

Hay un gran número de ciudadanos que bien por desconfianza o por temor de manipulación en armas, seguridad, etc., desean que se regularice legalmente, bien por código ético o por leyes internacionales. Supongo que se refiere la encuesta a su uso y no de donde se alimenten los datos para las conclusiones/decisiones. Esto último podría violar la intimidad de los ciudadanos.

La gran mayoría de los encuestados piensan que la IA tenga un factor positivo en la sociedad, si bien hay otro gran grupo que le preocupa la pérdida de puestos de trabajo debido a su implementación en el mundo laboral (los sindicatos también se alinean con esto).

Sin duda, según las encuestas, los ejecutivos son los más interesados en la IA, ya que supone una buena herramienta para la gestión empresarial. De hecho, son estos lo que las impulsan día a día.

Sorprende un poco la encuesta del Foro Económico Mundial, pues si bien valora positivamente el impacto social (73%), muestra la preocupación por el potencial de la IA (65%). La ve con perspectiva de futuro (82%).

Como conclusión: La IA ha venido para quedarse. ¿Se regulará a pesar de la opinión de los ciudadanos encuestados? ¿Supondrá pérdidas de trabajo igual que se ha producido con la robótica en las grandes y medianas empresas? ¿Hasta que punto los trabajadores de las entidades: empresas, investigación, salud, educación… donde se instale la IA podrán controlar los procesos?

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