Anti carta a Nicanor Parra
Por: Abdón Ubidia
Escritor, Quito (Ecuador)
En esta hora grave y todas lo son
No obtendrán de mí ni un sí ni un no Sino todo lo contrario
Hay Nicanor, Nicanor arcángel de alas quebradizas padre de nadie
hijo de la calle
Por fin debo confesarte que tuviste la razón Me cuesta reconocerlo te digo
Porque nos gustaba leerte te digo Pero no entenderte
Hablo por los míos Los de entonces
Los Tzántzicos nos llamábamos Pomposamente
En estas tierras del diablo
En otros lugares del mundo teníamos otros nombres Pero éramos los mismos
Gente de los sesenta
“Cambiar la vida, cambiar la sociedad” Repetíamos
Y éramos Sartreanos Quiero decir: elegíamos Era imposible no elegir
“Cuando no eliges, ya estás eligiendo” Sentenciaba Sartre
Y tenía razón
O un sí. O un no
Estentóreo claro Aunque dudáramos El sí o el no
Vendría inevitable Pero vos no, Nicanor
Reivindicabas tu derecho a no elegir Y en esos casos preferías lo tuyo Tus boutades. Tus salidas de tono: “La izquierda y la derecha unidas, Jamás serán vencidas”
Fuiste el primero que lo dijo Y escribió
Fue un grafitti tuyo
Apenas ahora entiendo el mensaje No en vano eras matemático, Nicanor: El eje horizontal ya no decía mucho Había que ponerlo de pie
Hacerlo vertical
No izquierda- derecha Sino: arriba/abajo.
Sobre todo ahora con lo del 1% Vos sabes:
El 1% dueño de la liquidez del restante 99% De la gente
Eso pasa ahora y pasó con más disimulo Pasó ayer
El 1% arriba
El 99% abajo
Y esa relación vertical del perverso mundo Aparecía en todo lado
La lengua de la élite arriba
La lengua de la gente abajo
La poesía de la élite sagrada arriba La poesía cotidiana de los días abajo Oh Nicanor inventor
de los antipoemas digo O sea de los poemas
Que bajaron del cielo a la tierra A morder el polvo de los caminos
De los poemas que bajaron del Olimpo Y se mezclaron con las cosas
más terrenales de este mundo Con las palabras sin lustre
Con las palabras de la gente Cualquiera de cualquier parte
Y sus bromas de mal gusto hay que decir Oh, viejo zorro Nicanor
Viejo poeta amargado y feliz Bailarín de funerales Socarrón y jodido Deshilachado
Viejo como un árbol viejo
Vigilante como un cocodrilo del pantano Con los ojos limpios de lodo
Y sin lágrimas
Vengo a decirte gracias Nicanor
Por permitirme decir cualquier cosa Poco elevada
Con la única condición de que sea honesta Gracias
Por dejarme escribir esta anticarta
Este antipoema seguramente torpe Imposible sin tu voz dañada por la tiza Del pizarrón y de los días impunes
Tu voz descascarada
Tu voz de maestro de escuela Que burla burlando
nos dejó
Versos sublimes y tremolantes
Los que dedicaste a tu padre recuerdo: Tu padre “Triste como un jardinero/
Y puro como un relámpago”
O los de esa María
“Que murió con tu nombre en sus pupilas” O cuando dijiste:
“Fui lo que fui: una mezcla
de vinagre y aceite de comer/
Un embutido de ángel y de bestia” Gracias, mil gracias
Viejo Nicanor
Por permitirme sintonizar tu onda Por permitirme asumir en esta noche Tu espíritu burlón y descreído Jodedor, provocador
Un poco quejumbroso Es cierto
Pero siempre
Cortés y hasta educado Para decirte que me siento
Justo en esta noche de oropeles Y luces
Tan oficial y falsa de algún modo
Que me siento muy solo Y desolado
Sin nada en que creer Y sin mañana
Sospechando de los unos y de los otros De los del sí y de los del no
De los que me invitan y desinvitan De todos digo
Justo en esta hora en que se acaba el mundo y ya lo vemos Con sunamis y pavores climáticos
Y sabes a lo que me refiero ECOPOETA Cuando los culpables y grandes beneficiarios Del desastre universal
Los ricos muy ricos digo
Que viven en sus burbujas de vidrio dorado Ya se han tomado este mundo
Y sus escombros Para abreviar
Me refiero a Trump y entre otros
A Piñera y mil disculpas señor embajador Por la sincera e inoportuna mención
Tan salida de tono
Pero de eso se trata (y vuelvo a Parra) Se trata pues
De salirse de tono De cazar exabruptos
De romper los discursos
Con lo que está al lado nuestro y no lo vemos O lo vemos y no lo decimos
Porque no encaja
Porque huele a broma y a mal gusto
Huele a: de qué habla este señor Ay Nicanor Parra, Nicanor Parra Viejo poeta desgreñado y solo Viejo andador de alcantarillas
Viejo descubridor de lo que no encaja