De estepa, lobo
Por: Mateo Sebastián Silva Buestán
Lcdo. en Educación y Director Colección Taller Literario, Cuenca (Ecuador)
*
Soy Harry Haller,
el lobo de estepa.
Te aborrezco; debajo de mi hombro yaces,
te humillo y te desprecio,
enerva mi sangre tu superficialidad asfixiante;
es cuando la bestia, de mí, posesión toma
y te muestro garras y colmillos,
pero huyo, huyo de tu banalidad y falsa alegría.
¡Estepa perfecta, me atrae tu inmutable sordidez!
Allá reposar deseo, para mezclarme con tus áridas tierras,
que me traguen, anhelo y que jamás me escupan.
Deprimente trajín el que la existencia me ocasiona
insondable rabia la que me carcome,
pensaba, con navaja de afeitar en mano,
y la manzana próxima a ser cercenada.
Soy Harry Haller,
el lobo de estepa.
odio el hecho de que ¨rescatado¨ fui,
por femeninos encantos, ¿cómo más sino?
Hallé, por ella,
regocijo en desventuradas danzas mundanas,
en lecturas atrevidas, en glamurosos salones,
en vulgares besos y finas bebidas;
apercibí, a su causa,
el sensual aroma de los jardines,
y podé varias flores estivales,
besé sus pétalos e ingerí sus semillas.
Yo soy Harry Haller,
el lobo de estepa.
De mí vi esfumarse la esencia licántropa
hasta que mi persona quedó mil dividida,
ahora, el sinsentido que concebía del placer carnal
es mi alivio y refugio, mi senda preferida.
Ahora, río de bufonadas, me divierto con sandeces,
danzo, alegre, aquellos mundanales ritmos, a su son, a su estilo.
Soy Harry Haller,
era el lobo de estepa;
entre opio, nebulosidades, frivolidades,
amoríos, bailes y desatinos
deshice mi personalidad,
¡bah!, una de las múltiples.
Adiós, lobo de estepa; de estepa, lobo.
Te despido entre Mozart, ensangrentados puñales,
infernales teatros, vesánica magia,
alucinaciones, quimeras, seducciones y excitaciones.