Poemas

Por: Martha Liliana López
Colectivo Casa Tomada, Cuenca (Ecuador)

*

A MARÍA

Me has llamado Madre

para contarme al oído

que lloras por el hombre solitario

                     sin un amigo solidario

Me has llamado Madre

para contarme

que lloras por los que no tienen pan

        y también por los que no lo dan

Me has llamado Madre

para contarme

que lloras, por los abandonados

   de la desesperanza adueñados

Me has llamado Madre

para contarme

que lloras, por un mundo convulsionado

                             que de ti, se ha olvidado

Me has llamado Madre

para contarme

que lloras, por tus hijos que no dan amor

                        y cada vez actúan sin temor

Me has llamado Madre

para contarme

que lloras, por el ser humano deshumanizado

          únicamente de lo material preocupado

Me has llamado Madre

para contarme

que lloras, por una justicia subordinada

                         con el inocente ensañada

Me has llamado Madre

para contarme

que nos amas, que siempre pronta estás

                               para darnos por demás

Haz de mi vida, Madre

la cosecha de constante entrega

la alegría de la tristeza infinita

la esperanza del corazón

en tus manos me entrego Madre

hasta el último aliento vital

¡Oh Madre de los niños, de los jóvenes, de los  ancianos

Enséñame a ser madre, como lo sabes ser tú!

*

LA ESPERA

Voluptuosidad desbordada

frenético luminoso

Ruido en queja

de espera orgásmica

Saciedad en aguacero

en minúscula vida

de ida y vuelta, siempre

Hexagonal sensación

de erupción volcánica

en raíces agrietadas

de vulva canibalesca

de soledad desértica

en curtida piel

y  tiempos de espera

*

QUISIERA SER . . .

Quisiera ser

el aliento que respiras

la estrella que te guía

el agua que calma tu sed

la sangre que fluye por tus venas

Quisiera ser

el brillo de tus ojos

el alimento que te nutre

tu luz en la obscuridad

Quisiera ser

el viento que te impulsa

la realidad de tus fantasías

todo, lo que en tu mente está

Quisiera ser

la huella de tus pasos

el motivo de tus sueños

la compañera de tu vida

¡ tu mujer ¡

y el luto de la noche

huérfana de amor

perdidos

en la voluptuosidad de las olas

sordos

a los rugidos del silencio

¡ encontrémonos ¡

en la infinitud del espacio

donde la vida comienza

empecemos, nuevamente a darnos

¡ oh amor amado, amor deseado ¡

el ser por el ser  olvidado

soy  viento torbellino

que en tu mirada

la dulce placidez recorro

embriagándome tu aliento

y en mis manos, serpenteando tu cabello

descubro en lo más secreto de mi ser

un paraíso de fuego que en mí, perdurará por siempre

Largas noches

que pintaron de negro

mi espalda

estaba

sola

indecisa

perdida

en el silencio

de mi propio grito

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