La última batalla

Por: David Marinely Sequera, Ph.D.
Venezuela

La llanura arde bajo el inclemente sol. El monte se declina a favor del viento caluroso. Las gotas de sudor bajan lentamente por la panza del caballo guerrero. Los cadillos se pegan a sus patas y una blanca baba cae sobre los cascos de ébano salpicados de sangre de la batalla del día anterior. El jinete patriota se acerca a un viejo Samán y al bajarse del fiel equino nota que éste tiene una herida muy cerca de su amplio pecho. Observa como un agujero carmesí se pierde en lo profundo de su animal.

El hombre acaricia las crines del caballo y lo mira con nostalgia y tristeza. Por su mente pasan imágenes veloces de viejas luchas en contra de los realistas: la Batalla de Carabobo, donde el grito y sudor de los hocicos de las bestias se confundían con el suyo; la Batalla del Pantano de Vargas donde el frío de los Andes maltrataba sus huesos llaneros; la Batalla de Junín donde el sonido mortal de las lanzas llaneras enfurecía los ojos del animal que resplandecían muy cerca del legendario Lago Titicaca.

Ya era hora de descansar, llegaba el final de mil batallas. La tarde adelantó el sueño del caballo que reclinaba sus patas bajo la sombra del viejo árbol. A unos pocos pasos un futuro prócer llora la cercana muerte de su amigo. En contra de su voluntad toma su pistola y le dispara en la sien. Un hilo de sangre baja por su oscuro cuello cultivado de cicatrices, sus ojos palidecen mientras una mirada de despedida se asoma lentamente.

A lo lejos se acerca el General con unos cuantos soldados, se baja de una hermosa bestia blanca y, mirando al cuerpo inerte y cálido que yace en la tierra, se le acerca con respeto y le agradece como recitando un viejo salmo:

– ¨Sin ti la victoria hubiese sido una quimera¨

Todos los presentes guardan un silencio largo mientras el jinete cubre de tierra a su eterno amigo. Una voz ronca y melancólica se escucha en la sabana que susurra: ¨Gloria al bravo pueblo” …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *