Caída libre

Por: Mateo Sebastián Silva Buestán
Lcdo. en Educación y Director Colección Taller Literario, Cuenca (Ecuador)

Veíanse, los morenos mofletes de una pequeña de tres años, estirados y maltratados por un sinnúmero de ráfagas de gélido viento. Sus ojos lloraban, pero su voz no alcanzaba a emitir sonido alguno, quizá el exceso de viento la ahogaba, quizá moriría antes de llegar a las torrentosas aguas. Sobre la espalda de la pequeña, en forma de equis, dos brazos femeninos la sostenían, la ceñían, la apretaban fuerte. La mujer también lloraba, pero para nada se arrepintió de haber saltado de aquel puente, en caída libre, abrazada a su tierna hija, pegada a su pecho, cubierta por sus famélicas manos.

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