Poemas

Por: Martha Liliana López
Colectivo Casa Tomada, Cuenca (Ecuador)

*

ES MEJOR

No apagues la luz

que aún titila

el anhelo

del ardiente deseo

en fuego convertirse

. . . es mejor

el calor de abrigo

que el frío estatizante

es mejor

el amor

que el desamor mutilante

es mejor

la ternura

que la dureza petrificada

es mejor

ser, con otro ser

que no ser, en sí mismo

para morir en el ocaso

sin la esperanza

de alcanzar el cielo

de ilusiones en vuelo

*

VIBRACION

Escapar

será la solución 

volemos, amigo

a nuestra propia dimensión

en donde,

tu vibración sea la mía

mi éxtasis, tu éxtasis

los dos, nosotros siempre

mirar juntos la aurora

o contemplar la tarde morir

el sol empapado de sombras

y el luto de la noche

huérfana de amor

perdidos

en la voluptuosidad de las olas

sordos

a los rugidos del silencio

¡encontrémonos!

en la infinitud del espacio

donde la vida comienza

empecemos, nuevamente a darnos

¡oh amor amado, amor deseado!

el ser por el ser  olvidado

soy  viento torbellino

que en tu mirada

la dulce placidez recorro

embriagándome tu aliento

y en mis manos, serpenteando tu cabello

descubro en lo más secreto de mi ser

un paraíso de fuego que en mí, perdurará por siempre

Largas noches

que pintaron de negro

mi espalda

estaba

sola

indecisa

perdida

en el silencio

de mi propio grito

*

ECO

Soy un alma vagabunda

que sólo en mis pasos

encuentro eco

La existencia, se sumerge

en la inexistencia circunstancial

de la fuga extemporánea

del inerme ego, en sueño dorado

Eres, lo que siempre quise que seas

Aunque realmente, no eres

Lo que pretendes ser

¡Me busco!

Y no estoy

Me veo

en la inmovilidad del tiempo

que se detiene,

en el muro interior de tu deseo

que es el mío, también

Al nacer el día

puede ser lo que debe ser

aunque perdida una vez más

me encuentro

en la vorágine fugaz

de anhelos incumplidos. . .

*

RECUERDO

Tarde

lluviosa y fría

soledad

único testigo

a dónde

encaminas tus pasos

en dónde

tus huellas, marcarás

no permitas

que la tristeza y el hastío

hallen asidero

en mi desvarío

sabes

te siento aquí

donde la vida comienza

sin embargo

me voy

así y nada más

contigo, sin mi

tu recuerdo. . .

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