Estrategias educativas para niños con autismo

Por: Mgs. Carmita Espinoza
Docente. Cuenca (Ecuador)

Los niños con autismo frecuentemente se enfrentan a grandes desafíos para participar activamente en su entorno y aprender de manera efectiva y significativa dentro del ámbito escolar.  En el aula, para garantizar y satisfacer las necesidades de los alumnos, es esencial aplicar estrategias activas donde el estudiante desarrolle sus habilidades sociales, cognitivas y motoras de manera lúdica.

Por este motivo, los docentes debemos dedicar tiempo de calidad para guiar el aprendizaje de los niños con autismo, de esta manera, lograremos una verdadera inclusión educativa con oportunidades equitativas para todos.

A continuación, detallamos algunas estrategias activas:

Actividades físicas y deportivas: La participación en actividades físicas y deportivas, promueven la salud y el bienestar general, también beneficia a los niños con autismo. Actividades como: natación, baile, deportes en equipo, mejoran las habilidades motoras, la coordinación, la interacción social y la concentración.

Terapia de Juegos estructurados: Son actividades dirigidas por un terapeuta o docente, es una herramienta poderosa para estimular el aprendizaje y la interacción social porque se adaptan a las necesidades individuales del niño. Estos juegos son actividades concretas que ayudan a fomentar y desarrollar habilidades sociales, de comunicación, toma de decisiones y resolución de problemas.

Aprendizaje basado en proyectos: Involucra a los niños en actividades prácticas y significativas que les permiten explorar y aprender de manera activa y dinámica. Es importante, establecer proyectos relacionados con los intereses del niño para motivar su participación y promover el desarrollo de habilidades cognitivas, de comunicación y de resolución de problemas.

Uso de tecnologías activas: Las aplicaciones y juegos interactivos en dispositivos móviles o tabletas pueden ser útiles para los niños con autismo. Estas herramientas ayudan a mejorar habilidades de comunicación, seguimiento visual, coordinación motora, habilidades cognitivas, de pronunciación y deletreo. Es fundamental seleccionar aplicaciones diseñadas de acuerdo a las necesidades de los niños con autismo.

Arte y expresiones creativas: El arte y la expresión creativa brindan a los niños con autismo, una forma de comunicarse y expresarse de manera no verbal. Pintar, dibujar, modelar arcilla o plastilina; participar en actividades de música, danza, teatro, títeres y rondas infantiles, entre otras, les permite explorar su creatividad e imaginación, además, desarrollar habilidades motoras y experimentar con diferentes formas de comunicación y autoexpresión.

 Juegos de roles y dramatización: Estas actividades en los niños con autismo, ayudan a fomentar habilidades sociales, de comunicación y potencian los recursos expresivos y corporales de los niños. Estos juegos se logran a través de la dramatización, el juego de roles y simulaciones de situaciones cotidianas como ir de compras, vender en una tienda o comer en un restaurante, etc.

Reforzamiento positivo: Es necesario e imprescindible utilizar estímulos positivos como elogios, premios o recompensas para motivar y reforzar el trabajo realizado por los estudiantes. Esta práctica tiene una consecuencia positiva, porque adquieren una confianza sobre sí mismos en sus capacidades académicas.

Adaptaciones en el entorno: Es muy importante modificar el entorno físico para disminuir distracciones y generar un ambiente más tranquilo. Puedes emplear áreas de descanso, crear rincones de aprendizaje, disminuir ruidos del entorno y si estos persisten, se debe proporcionar a los niños con autismo, auriculares con cancelación de ruido. Así el niño se va a sentir acompañado en su aprendizaje. 

Apoyo individualizado: Debemos de reconocer que cada niño con autismo es único y a su vez tiene fortalezas distintas y puede enfrentarse a diferentes desafíos, es por esto, que los docentes debemos adaptar cada estrategia y enfoque para satisfacer las necesidades individuales de cada uno de ellos.

Todas estas estrategias activas promueven una educación dinámica, interactiva, cooperativa y sobre todo se encuentra centrada en los estudiantes, permitiendo que ellos se conviertan en protagonistas activos de su propio aprendizaje. Por tal motivo, los docentes deben tomar en cuenta estas particularidades que tienen los procesos educativos.

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