En mi cajón
Por: Mateo Sebastián Silva Buestán
Director Colección Taller Literario, Cuenca (Ecuador)
Te guardo en mi cajón, amada mía; ahí posarás sempiterna junto a tu perfume, tus obsequios, tu recuerdo. Yaces encerrada tras dos pequeñas puertas de madera, tu aroma aún se desprende de la prenda que me dejaste cuando en mis aposentos olvidaste a propósito las telas que cubrían tu intimidad, ¡oh aquella tarde calurosa cuando nos volvimos uno y húmeda sobre mí retozabas! Dentro del cajón, incontables notas de amor aguardan pacientes, se añejan perfectas para cuando tú amante eterno y empedernido quiera evocar tu dulce y ausente figura. Una lámpara, un álbum fotográfico y una botella de vino tientan cada noche mi sueño, me desvelan, me llaman desde dentro del funesto cajón que no ha de ser abierto jamás. Y yo, desgraciado de amoríos, tiemblo, pues escucho tu palpitar dentro, como un tambor lejano que marca lento el hálito de tu vida. Tu corazón maltratado me produce escalofríos. Acaso la culpa me impide abrir el cajón y encararte. Te guardo en mi cajón, amada mía; pero aquí, en mis sentimientos, reinarás por siempre.
Es increíble como tus escritos llenan de luz un corazón maltrecho, cada palabra un aliado de amor pero sinsabor, sé que para aquella persona siempre estarás en su corazón.