Un seis en la alta noche

Por: Mateo Sebastián Silva Buestán
Lcdo. en Educación y Director Colección Taller Literario, Cuenca (Ecuador)

*

En aquella plaza, bajo la luna indómita y crecida,

multitudes de corazones se congregaban al unísono de una trompeta;

 dos latían: el uno al otro, el otro al uno

y, de pronto, un beso fugaz pero imperecedero

marcó el nuevo derrotero de dos vidas,

de dos cómplices, de dos ilusos,

 entregados ellos a Eros.

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