Un productor de cine golpeado y detenido por intentar asistir a dos inmigrantes
Por: Pepe Mejía
Periodista, Corresponsal de Lucha Indígena en Europa y miembro del Colectivo de Peruanxs en Madrid
Todo ocurrió en el céntrico barrio madrileño de Lavapiés. Dos menores migrantes marroquíes eran detenidos. A uno de ellos lo tiraron al suelo y los policías lo tenían inmovilizado.
Txepe Lara, productor cinematográfico, se acerca y ve que una de las personas que estaba en el suelo, sujetado por la policía, estaba demacrado y pregunta: “¿Se ha llamado a una ambulancia? Este chico tiene mala pinta”. Posteriormente Txepe ve que un policía da un porrazo a la espalda de otro hombre y recrimina la acción del policía y le llama cobarde.
Inmediatamente otro policía levanta su porra para agredir al productor de cine de 75 años y Txepe sujeta la porra. La policía decide detener también a Txepe, que en 2019 recibió el premio Zinemira, el galardón honorífico otorgado por el Festival de Cine de San Sebastián, y también un represaliado por el franquismo. Esta vez, la llamada “democracia” le golpea y le detiene por interesarse por los derechos humanos de una persona, migrante en este caso.
En España, con gobierno del PSOE, se está aplicando la llamada “Ley mordaza” que permite a la policía y a los cuerpos de seguridad atentar contra los derechos más básicos de convivencia. Muchas son las voces que han denunciado la desproporción de la acción policial.
El incidente, el grave incidente contra dos ciudadanos, en las calles del centro de Madrid ha levantado una ola de protestas.
La policía municipal, dependiente del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, militante del derechista Partido Popular (PP) y aliado de Vox, la organización de extrema derecha que pregona la expulsión de todos los inmigrantes, actúa bajo la protección de esa ley que le permite agredir y violentar a su gusto.
El gobierno central encabezado por Pedro Sánchez, del PSOE, aplica la represión más violenta de una política migratoria que atenta a los más básicos derechos humanos.
El 24 de junio de 2022, la Guardia Civil –a órdenes de un ministro del Gobierno de Sánchez- utilizó abundante material antidisturbios en la frontera con Melilla en la que murieron 23 personas. Las personas que murieron intentaron pasar la frontera.
Sánchez empezó su gobierno acogiendo al barco de rescate de migrantes Aquarius. En su libro “Manuel de resistencia” el presidente Sánchez se ufana de “haber salvado la vida a 630 personas”. Pero no le tiembla el pulso cuando manda a las fuerzas del orden a reprimir a fuego a migrantes que intentan entrar a España.
Recientemente, el presidente del Gobierno “progresista” de España, Pedro Sánchez, se reunió con la ultraderechista, Giorgia Meloni, la primera ministra italiana. En el palacio de Chigi, sede del gobierno italiano, sellaron su compromiso de cerrar las fronteras de Europa a la migración.
En este contexto, España con gobierno progresista, se alinea con la política de mano dura del gobierno ultraderechista de Italia y con la feroz represión que aplica la monarquía alaui de Mohamed VI de Marruecos.
Quizás el incidente en Lavapiés sea el reflejo de políticas violentas contra la inmigración y de paso contra la ciudadanía que se opone a este tipo de prácticas.