Se cumplen 75 años de la proclamación del Estado sionista de Israel en tierras palestinas

Por: Manuel de la Rosa Hernández
Docente y activista social. Islas Canarias

Con motivo del 75 aniversario de la proclamación unilateral del Estado de Israel (14 de mayo de 1948). Es necesario rescatar aquellos hechos ocurridos entonces, la dinámica en la que se enmarcaron y su actualidad en la coyuntura en Israel/Palestina. Lula Da Silva declaraba recientemente que la ONU era tan potente en 1948 que creó el Estado de Israel y que hoy es tan débil que no era capaz de imponer la creación de un estado Palestino. El origen de este conflicto está en el proyecto sionista de establecer un estado judío en Palestina a pesar de la presencia en esta tierra de un pueblo autóctono que se niega a renunciar a sus derechos. Esta realidad es la que ha estado presente desde entonces y es la que explica este conflicto mantenido hasta la actualidad

El sionismo, un movimiento colonial nacido en Europa

El Congreso de Basilea determina que el objetivo del movimiento sionista es « asegurar al pueblo judío un hogar en Palestina garantizado por la ley pública ». Para lograr esto, los delegados recomiendan « el fomento sistemático de la colonización de Palestina » El primero es la contradicción entre el deseo de crear un estado judío en Palestina y la presencia de un pueblo en esta tierra (había sólo un 5% de judíos en Palestina en 1900).

El proyecto sionista es un proyecto colonial que suscita la desaprobación de la población autóctona palestina. Necesitaba, por tanto, el apoyo de las potencias que dominaban el territorio, en particular Gran Bretaña, que ejercía un mandato sobre Palestina tras la Primera Guerra Mundial. Este apoyo fue afirmado en noviembre de 1917 por el Ministro de Relaciones Exteriores británico, Lord Balfour, quien declaró que «el Gobierno de Su Majestad ve favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío».

Con este apoyo, la colonización se aceleró en las décadas de 1920 y 1930. La lealtad sionista a los intereses imperialistas se materializó en 1936: durante el primer levantamiento palestino contra la colonización judía y la tutela británica, las milicias sionistas apoyaron al ejército británico para aplastar una revuelta que amenaza con tomar un giro regional. .

La Segunda Guerra Mundial y el holocausto judío dieron nueva legitimidad al sionismo. Además, las grandes potencias estaban más bien a favor de la creación de un estado aliado en el corazón de una región muy desestabilizada por el desarrollo de movimientos anticoloniales. En noviembre de 1947, la ONU decidió dividir Palestina entre un estado judío (54% del territorio) y un estado árabe (46%).

Los judíos constituían en aquel momento solo un tercio de la población. Los líderes sionistas harán todo lo posible para expandir el área del estado judío y expulsar de él a los no judíos: al no haber sido suficiente la colonización, tienen que pasar por la limpieza étnica. Cuando en mayo de 1948 Israel declaró su independencia, lo que desencadenó la primera guerra árabe-israelí, ya habían sido expulsados 400.000 palestinos.

Israel en 2023: un estado de apartheid

Durante más de siete décadas el estado de  de Israel se ha negado a conceder ningún derecho a los palestinos mientras persigue su expansión colonial abiertamente. La ficción de una administración palestina se desmiente cada día (salvo en Gaza) En Cisjordania y le parte árabe de Jerusalén  De hecho, hoy lo que domina es la presencia de las fuerzas de ocupación colonial sionista. Además, estos territorios han sido ocupados por miles de colonos que invaden barrios, tierras, pueblos y ciudades. En los hechos lo que hay es un solo estado que abarca lo que fue la antigua Palestina, una sola moneda, infraestructuras comunes (carreteras, agua, electricidad, etc.), dos idiomas, árabe y hebreo, que ya son los del Estado de Israel, etc. Un solo Estado pero, dentro de él, una población privada de sus derechos nacionales y democráticos sobre bases étnica y nacionales, que es sometida a un régimen de apartheid. El Apartheid

se vincula con experiencia del régimen discriminatorio que actuó en Sudáfrica entre 1948 y 1991, un concepto del derecho internacional que permite calificar un determinado tipo de delito,  un régimen institucionalizado de opresión y dominación sistemáticas de un grupo racial sobre cualquier otro grupo racial o grupos y con la intención de mantener ese régimen».

“El régimen israelí, que controla todo el territorio entre el río Jordán y el Mediterráneo, busca avanzar y cimentar la supremacía judía en la región. Con ese fin, dividió la región en varias unidades, cada una con un conjunto diferente de derechos para los palestinos, siempre inferiores a los derechos de los judíos. Bajo esta política, a los palestinos se les niegan muchos derechos, incluido el derecho a decidir, el derecho a la autodeterminación. Esta política se implementa de varias maneras. Israel modifica la demografía y el espacio a través de leyes y ordenanzas que permiten que cualquier judío del mundo o su familia obtengan la ciudadanía israelí, pero niegan casi por completo esta posibilidad a los palestinos. Reconstruyó físicamente toda la región apropiándose de millones de metros cuadrados de tierra y estableciendo comunidades solo para judíos, mientras empujaba a los palestinos hacia pequeños enclaves. El desplazamiento está limitado por las restricciones sobre los súbditos palestinos, y el régimen político excluye a millones de palestinos de la participación en los procesos que determinan sus vidas y su futuro, mientras los mantiene bajo ocupación militar. Un régimen que usa leyes, prácticas y violencia organizada para cimentar la supremacía de un grupo sobre otro es un régimen de apartheid. Unos siete millones de palestinos se enfrentan a una política unificada de apartheid. Los levantamientos simultáneos de palestinos en los territorios ocupados y palestinos en Israel contra las políticas discriminatorias han sido las primeras expresión de una forma de oposición unificada a esta política en los últimos años. Esto fue temido con razón por el ex primer ministro israelí Ehud Olmert, quien declaró en 2003 en el diario Haaretz: “Se nos está acabando el tiempo. Cada vez más palestinos ya no están interesados ​​en una solución negociada de dos estados, ya que desean cambiar la esencia misma del conflicto a un paradigma de tipo sudafricano, la cuestión es que en esta pelea la minoría sionista tendría las de perder. Por eso actúa con tanta saña la ocupación sionista, imponiendo un régimen de Aperheid sobre la mayoría de la población palestina.

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