Dieciocho años de amor
Por: Luis Curay Correa, Msc.
Vicerrector UETS Cuenca (Ecuador)
*
Érase una mujer
de niñez despojada,
de estampa hermosa y buen ver,
con sus pestañas ahuyentó la nada.
De niña su sonrisa y figura
alimentaron de amor un corazón de padre,
hoy, su talante y estatura,
del cielo las bendiciones abren.
Y es beneplácito y deleite
encontrar amada, en tus dieciocho
el rastro de ángel en el ambiente
del que bebo y no reprocho.
Ya eres mayor de edad
y no has perdido la hermosura
que desde niña fue tu cualidad
y del Señor, su preferida creatura.
Hoy tus besos son mi sendero,
tus tiernas manos mi refugio,
y aquellos ojos mi amor primero
del buen Dios regalo y artilugio.
Alzo mi humilde copa
por tu vida en la mía,
mujer, cuya existencia invoca,
¡sé feliz!, mi ser entero lo ansía.