Dificultades en el aprendizaje

Por: Dr. Enrique Espinoza Freire, PhD
Universidad Técnica de Machala (Ecuador)

Cuando se habla de dificultades en el aprendizaje se alude a los impedimentos del estudiante para adquirir conocimientos y desarrollar habilidades para la lectura, la escritura, el razonamiento, las operaciones de cálculo matemático, la orientación espacial y la comunicación, entre otras. Estas dificultades son equivalentes a las Necesidades Educativas Especiales que se atribuyen a trastorno permanente del desarrollo físico, cognitivo, sensorial o motor causado por algún tipo de disfunción del sistema nervioso central.

Sin embargo, las dificultades en el aprendizaje es un término frecuentemente utilizado en la literatura para referirse a: dificultades específicas de aprendizaje, trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad, discapacidad intelectual límite, problemas escolares y bajo rendimiento académico. Las causas de estas abarcan un amplio espectro, que va desde discapacidades hasta factores transitorios: emocionales, familiares, sociales, culturales, económicos, etc.

A los problemas escolares y el bajo rendimiento académico dedicaremos este espacio de reflexión, por ser en ocasiones desatendidos o no tratados suficiente y adecuadamente, por suponer que pueden desaparecer de forma espontánea; conduciendo a un considerable número de estudiantes a formar parte de aquellos que abandona los salones de clase, situándolos en una posición de desventaja social, al ser considerados ciudadanos de segunda clase.

Estas dos dificultades en el aprendizaje se encuentran estrechamente relacionadas. Es sabido que los problemas escolares como: desmotivación por el aprendizaje, dificultades en la apropiación de determinadas asignaturas o contenidos e inadaptación escolar, entre otros, cuando no son atendidos oportunamente ocasionan el bajo rendimiento académico. Asimismo, estas dificultades están regularmente asociados a factores externos: familiares, socio-educativos y/o instruccionales; y pueden ser menguadas o erradicadas siguiendo adecuadas estrategias pedagógicas.

De aquí, la necesidad de su atención temprana, fundamentada en los resultados de un diagnóstico que permita avizorar la intervención educativa y procedimientos a seguir. Mediante el diagnóstico el docente determina las dificultades que se presentan en el aprendizaje del estudiante y cuáles son las causas, para en correspondencia trazar acciones estratégicas y mediaciones orientadas a superarlas.

Es necesario puntualizar que, el tratamiento al estudiante debe ser personalizado a través de estrategias didáctico-metodológicas direccionadas no solo a superar el déficit de conocimiento y el insuficiente desarrollo de las habilidades de aprendizaje, es importante también atender las causas; de lo contrario el esfuerzo realizado no surtirá el resultado esperado.

Si bien, en nuestro país, los sistemas educacionales están orientados a la atención a las dificultades en el aprendizaje de los escolares; no siempre, en las instituciones educativas se prestan las mediaciones necesarias para dar respuesta efectiva a las situaciones generadas por estos problemas.

Situación que, en parte, es consecuencia de la limitada preparación metodológica y psicopedagógica de algunos docentes para el empleo de herramientas básicas que permitan la intervención educativa oportuna. Sin lugar a duda, esta realidad exige la capacitación de los docentes y amerita el replanteamiento de algunas de las pautas del sistema educativo relacionadas con los problemas escolares y el rendimiento académico para evitar que se conviertan en un grave problema de alcance social.

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