Una aproximación a lo patrimonial desde lo educativo

Por: Juan Almagro Lominchar, PhD
Universidad de Almería (España)

En ocasiones, durante el proceso de formación de formadores, emana con fuerza la idea de que, si se parte de situaciones cercanas al alumnado, se facilita la comprensión de conceptos que, por su abstracción o complejidad, dificultan el aprendizaje. Por ejemplo, cuando hablamos del concepto de Tiempo Histórico o de Espacio Geográfico, las y los estudiantes necesitan vincular dichos conceptos con una realidad más prosaica, más próxima. Es ahí cuando comienza un proceso de deconstrucción que contribuye a que, el alumnado, empiece a comprender y, por consiguiente, se aproxime a una fase que le permita vislumbrar la complejidad de los conceptos.

Durante estas semanas, trabajo con mis estudiantes el concepto de Patrimonio. Es evidente que, la primera definición al respecto de este concepto es la que lo vincula con lo monetario, con lo económico. Otras personas concluyen que el Patrimonio es todo aquello relacionado con lo monumental: edificios, museos, esculturas… Si se continúa preguntando, salen a la luz otras acepciones de lo patrimonial: la cultura, las tradiciones, la jerga lingüística… Como casi siempre –por cuestiones de tiempo, esta vez cronológico- se empieza a trabajar el Patrimonio previamente a la Semana Santa, siempre hay alguien que pone como ejemplo la receta de las torrijas de su abuela, abriendo la veda de lo culinario como elemento más cercano para la comprensión de lo patrimonial, porque, naturalmente, los mejores platos se comen siempre en casa…; pero hay tantas casas como recetas, al igual que hay tantas formas de definir o referirse a expresiones –esa jerga lingüística- como países, ciudades, pueblos o barrios. En definitiva, el alumnado se empieza a aproximar a una concepción de lo patrimonial menos grandilocuente y más próxima a su día a día cuando todos estos ejemplos –y muchos más- salen a la luz y se exponen en clase.

Otro punto interesante a tener en cuenta es la formación de un binomio conceptual (Patrimonio-Valor simbólico) que contribuye satisfactoriamente en el proceso de desconstrucción de lo patrimonial y de la perspectiva reduccionista que lo encorseta a lo monumental y lo económico. Cuando las y los estudiantes son conscientes de sus reliquias– esos objetos que guardan por su valor simbólico y/o sentimental, no económico-, se produce un salto cualitativo en su proceso de aprendizaje, y, lo más importante, en la aplicabilidad que tiene dentro del ámbito educativo. Es llegados a ese punto cuando comprenden que las niñas y niños de infantil o primaria también conservan objetos a los que otorgan ese valor simbólico, y que el primer museo infantil es su propia casa, y dentro de ella, su propio dormitorio o habitación particular.

Ese Patrimonio Cultural Familiar permite, además de lo enunciado, que las y los estudiantes establezcan otro vínculo en relación a lo patrimonial, esta vez con la memoria. El cortometraje Dona Cristina perdeu a memoria (Doña Cristina ha perdido la memoria) (2002) dirigido por Ana Luiza Azevedo, y proyectado por la casa de cinema de Porto Alegre por primera vez en 2002, nos muestra cómo los recuerdos vinculados a esas reliquias permanecen en la memoria, a pesar del deterioro cognitivo. De la misma forma, el cortometraje aborda la importancia de la conservación y custodia de dichas reliquias como un ejercicio esencial para que nuestra memoria no se diluya y quede en el olvido, estableciendo un paralelismo con la conservación de lo patrimonial, no sólo por su importancia y relación con el pasado, sino como un valor de futuro que, como ciudadanas y ciudadanos, debemos preservar.

Descubrir el valor educativo del Patrimonio permitirá a las y los futuros formadores establecer una relación entre lo patrimonial y lo simbólico, y entre la historicidad a la que nos remonta el Patrimonio y la necesaria labor de su preservación para imaginar el futuro. El reto está en que, con posterioridad, cuando esas maestras y maestros lleguen a la escuela y ejerzan su profesión docente, esta idea permanezca intacta en su memoria.

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