Poemas sueltos (XIII)

Por: Eugenio Crespo
Poeta, Cuenca (Ecuador)

*

I

Cuando hablo al hombre del hombre siento que me interrogo y en verdad me avergüenzo

II

El tiempo  es la mayor de las armas con la que el hombre destruye al hombre El silencio le calma

III

Podemos caer en cualquier momento y levantarnos Volver a caer y quizás levantarnos o caer sin habernos levantado

IV

Estamos cercados por los pasos dados  por las palabras elementales que vomitamos  por la cadena de interrogantes que forjamos  por el tiempo y la historia que nos falta  Estamos cercados por nuestra piel y sus espejos  por las naves grises de la memoria  por el contorno del vacío en que caemos  por el sonido del golpe y su universal silencio

V

A veces parece que al andar pensando nos quedamos en medio de nosotros O cuando acudimos al grito las palabras pierden sus vocales A veces parece que nos quedamos solos estando solos

VI

Todo cuanto me imagino todo cuanto fue soñado Mi inventario  se me han roto todos los huesos de la memoria

VII

Siempre que intento aprehender al día este anochece

VIII

Dar la mano al hombre es como juntar vocales y consonantes  es intentar un nombre

IX

Dentro de las grandes multitudes  nos es imposible preguntar por el camino que vamos

X

He logrado subirme hasta los hombros  la cabeza aún se ve muy distante

XI

el segundo que termina al segundo que se inicia  escucha  hay movimiento del silencio que no cesa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *