Ecuador y el pensamiento latinoamericano en Resistir 2022-2023 150 voces más

Por: Mgs. María Eugenia Torres Sarmiento
Comunicadora Social y Gestora Cultural del Cañar (Ecuador)

Es grato que ecuatorianos en otros mundos, integren a sus países latinoamericanos, en la oleada literaria contemporánea,  es el caso de Rocío Durán Barba, una escritora franco-ecuatoriana, una de las plumas más relevantes de Ecuador y Latinoamérica, que vive en Suiza.  Su amor a su tierra, le ha motivado a invitar a muchos escritores latinoamericanos a escribir en esta antología.  Ahora, “Resistir 2022-2023 150 escritores más”, es una continuidad y extensión de “Resistir” antología de poesía latinoamericana 2020, -editada en bilingüe, español-francés, con 150 escritores de los Centros PEN:  Bolivia, Colombia, Chiapas, Chile, Ecuador, escritores Cubanos del Exilio, Guatemala, Honduras,  Paraguay,  PEN Quechua, Puerto Rico y Uruguay.
La Fundación Cultural Rocío Durán-Barba y su sello editorial Allpamanda redundó en un episodio de unidad y convergencia cultural e histórica latinoamericana sin precedentes, como lo expresó  Karla Murrieta, Presidenta de la mencionada Fundación:

“-Resistir, es una antología, cuyo solo nombre evoca la reacción y estado de ánimo de las personas sensibles, frente al embate de las fuerzas del mal, para oponerse, aguantar, padecer, reprimirse, resignarse, sobrellevar, soportar, sufrir, tolerar la indiferencia, la pobreza, las inclemencias del tiempo, las decisiones erradas de los gobernantes, las pestes, guerras, desamores y un sufrir de pesadumbres y tormentas que se relejan en esta recopilación que ha dirigido la escritora, poeta, embajadora cultural y artista Rocío Durán-Barba.
En este caso, PEN Ecuador participa en esta antología con poemas y prosa poética, inspirados en el lema “Resistir”, de autores representativos como  de las diferentes provincias de Ecuador como:  Jorge Aguilar, poeta, miembro fundador  de  PEN Ecuador, con el poema “Los Clamores del Sur”; José Corral C,  gestor cultural , editor y escritor cuencano con el poema: “El Nombre que todos buscan, está en la ceniza”; Esthela García, escritora, miembro de PEN Ecuador, miembro del Colectivo Cultural “Cuchara de Palo” con el poema  “Sin extrañamiento”; y María Eugenia Torres Sarmiento, Comunicadora Social, escritora e investigadora, miembro de PEN Ecuador y miembro del Colectivo Cultural “Cuchara de Palo”, con el ensayo de prosa poética “ Es difícil resistir y difícil ser mujer”.
Entre otros autores importantes  del Ecuador como: Marialuz Albuja Bayas, Susana Álvarez, Julia Avecillas  Almeida, Ruth Cobo, Sebastián Endara, Aquiles Jimbo Córdova, Gina López, Luis Carlos Mussó, María Patricia Orellana, Juan José Rodinás, Juan Secaira Velasteguí, Ramón Sonnenholzner Murrieta, Sandra de la Torre Guarderas, Gabriela Vargas Aguirre, Juan Romero Vinueza, Santiago Vizcaíno Armijos. Todos, autores con coraje y propia fuerza, “dispuestos a devolver la alegría al mundo de resistir”, según  Carlos Vásconez, Presidente del Centro  PEN Ecuador.
En el caso de la participación del Centro  PEN  Internacional Ecuador, uno de los ensayos en prosa poética que constituye un emblema de la fortaleza en un tiempo en donde la lucha histórica ha puesto a la mujer en un nuevo ambiente y contexto disfrazado de conquista,  no sólo en la literatura, sino en todos los espacios en los que se desenvuelve. De ahí que “Es difícil resistir y ser mujer”, es una afronta de los sueños de la autora María Eugenia Torres Sarmiento:
 
Es difícil “resistir” y ser mujer
Cuando pesa toda una vida sobre tus hombros…, si porque tu género es hembra; si porque tu condición de mujer es criar hijos – bendición y milagro-; ser excepcional en  casa y trabajar incesantemente, porque “entre  dos manos se lavan la cara”.
Qué absurda mentira, disfrazada de “equidad”.  Entonces…  ¡Hay que resistir¡ 
He vivido más de  cinco décadas, y he saboreado la punzante inequidad.  Ahora, en el siglo XXI, tampoco puedo decidir sobre las honduras de la vida, cuando la crisis global aniquila por el crudelísimo coronavirus, que a unos da vida y a otros mata, con una mueca de desesperanza.  Pero en lo que a mí respecta – flor a la que toca el tiempo-, me ha deteriorado, porque soy la que afronta la esquina  mayor de  las angustias y necesidades de mis hijos, de  mis alumnos, que despiertan en mis sueños y  están sobre mis hombros.
Entonces, ¿debo seguir resistiendo? Ahí, viene a mi memoria, la antigua traza  de la   Eva Mitocondrial, de cuya descendencia vengo… y vengo; y que resistió las inclemencias del tiempo y de la vida. Ella, guerrera aguerrida por sus crías y críos y ejemplo de lucha para las mujeres del  “veinte-veintiuno”, que iluminan la historia: enfermeras, doctoras, maestras…, y todas aquellas del rol protagónico, que  han perpetuado  el significado de “hacer rostro” y “salir al encuentro” de un nuevo mundo y otras voces, es decir  “resistir”… como resiste la esperanza.
En cada una de las expresiones de este ensayo con prosa poética, es un encuentro de un nuevo mundo y otras voces, se siente el grito de inconformidad, cuyo control se nos escapa, y , luego, un desahogo que se instituye en la esperanza.   “No todo es perfecto, siempre queda un espacio para la añoranza, la fe y el optimismo”, como lo dice Murrieta. Si hay que caernos mañana, nos levantaremos con más energía que nunca para seguir luchando, para seguir resistiendo….
Y resistimos frente a la conmoción del hombre, pues “el mundo como mundo”, reinicia un nuevo ciclo de vida, en donde todas las naciones se arrodillan ante lo invisible, en donde el planeta tierra, -un organismo vivo-, aprovecha la ausencia del hombre y se cura a sí mismo; los ríos se vuelven cristalinos; el aire es más limpio que nunca; las estrellas son más visibles; los animales disfrutan de su libertad, mientras el mismo “Ser”, en palabras de Jorge Luis Borges _”tuve que sentir la soledad para aprender a estar contigo mismo y saber que soy buena compañía”. Traté siempre que todo fuese perfecto y comprendí que realmente todo es tan imperfecto.
Además  aprendí que nada en esta vida es seguro, sólo la muerte…. Por eso disfruto el momento y lo que tengo, en definitiva, la vida es bella con su ir y venir, con sus sabores y sinsabores.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *