La vida

Por: Rubén Darío Buitrón
Poeta, periodista, docente, Ecuador

La vida es la suma y resta de las cotidianidades. Es lo que se gana y lo que se pierde en la batalla del cada día. Lo que se sueña y lo que no se alcanza a soñar. Lo que duele y lo que no alcanza a doler. Lo que rastrilla el alma y lo que la limpia y la pule.
La vida es un pedacito de sol bajo las ruinas de un túnel que ya no tiene acceso ni escape. La vida es una sombra agazapada detrás de la luz que se apaga. La vida es la palabra incendiada, la palabra es la rebelión de la palabra, la palabra es la vida cotidiana en el proceso de reinvención incesante, la reinvención es palabra que está viva, que suma y resta significados, que oscurece e ilumina en el acuerdo de la lógica y el desmoronamiento de la razón.
La cotidianidad es la suma y resta de las palabras. Lo que se dice y lo que no se alcanza a decir. Lo que se vive y lo que no se logra vivir. Lo que se logra añadir y lo que se logra quitar. Lo que se toca y lo que solo se intenta tocar. Lo que se grita y no se alcanza a gritar.
La vida es la palabra cotidiana en continuo nacer y en continuo morir. La palabra es la vida cotidiana en el persistente fluir y en el reverente ceremonial de lo que se transforma.
Nada permanece intacto en la vida, en la palabra, en la cotidianidad. Ni en el cielo ni en la tierra existe manera de explicar que lo aparentemente estático es, a cada instante, una explosión de asombro que nace y no nace tanto en la vigilia como en la ensoñación.

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