Veintitrés
Por: Luis Curay Correa, Msc.
Vicerrector UETS Cuenca (Ecuador)
Informe aún,
el corazón recibe
tus primeros rasgos:
un alma
de sencilla tesitura,
palabras
de viento y bruma,
y un ser total
de sol, de luna.
El recuerdo deshojado en crucigramas
muestra aquel Jolgorio
de escuchadas Oraciones,
de rizos engastados Siempre
en vidas llenas de Unión,
de paz, amor y Entrega.
El camino recorrido
va recibiendo tus huellas:
niño de vivaz palabra,
joven de altivez y gloria,
hombre de vocación, de servicio.
Es entonces cuando adivino
tu figura elevada
en huracanados vientos:
febril, como el ahínco
de tus convicciones,
suave, como la palma
que recibe al neonato,
fugaz, como la ira
Que te quiere gobernar
a veces,
pero que huye
ante la transparencia
de tu espíritu.
Así, con orgullo,
recibo tus primeros veintitrés:
sintiéndote en mis venas,
superando
mis gastados pasos,
dejando
En mi memoria
recuerdos y promesas:
un rizo de espumosa alegría,
un discurso inacabado,
y el abrazo de padre
que jamás te ha de faltar.