Hipótesis de Hawking
Por: Pedro C. Martínez Suárez, PhD
Vicerrector de Investigación Universidad Católica de Cuenca (Ecuador)
(*) Aclaración previa: esta lectura no tiene nada que ver ni con la radiación Hawking, emisión detectable en el horizonte de sucesos, según el físico y que podría ser detectable en un espacio-tiempo plano de Minkowski, ni con la segunda ley de la termodinámica. Tampoco es una entrada sobre agujeros negros. Aunque negro es el abismo al que se precipita la humanidad.
De acuerdo con las declaraciones de S. Hawking, recogidas en National Geographic cualquier civilización que tenga la tecnología adecuada para visitarnos tiene alta probabilidad de ser hostil.
En la película “Freud, pasión secreta” (John Huston, 1962), Kubrick abre el telón recordando las tres heridas narcisistas de la humanidad, a saber: el fin del heliocentrismo ptolemaico, de la mano de Copernico, el fin de la supremacía del homo sapiens, de la mano de la teoría de la evolución de Charles Darwin y supuestamente el fin de la conducta como base de un cerebro racional, de la mano de Sigmund Freud y su “descubrimiento” de “lo inconsciente”. Teniendo en cuenta lo cuestionable de esta última afirmación, no por el determinismo al que está sujeta la conducta humana, quién sabe si de lo inconsciente, del ambiente mismo (postulados watsonianos y skinnerianos) o por los estudios neurocientíficos de Dylan Haynes en el Max Planck (fin del libre albedrío). Muy probablemente, todo tiene que ver con el archiconocido “Dios ha muerto” de Nietzshche.
En estos tiempos en que la sonda Voayager, aunque no haya visto naves en llamas, sí ha visto una luciferina señal más allá de la nube de Ooort, la hipótesis de Hawking resulta especialmente llamativa, sin embargo, carece de confirmación y validación empírica. No obstante, un gallego, sí un gallego de Galicia (no me refiero al gentilicio genérico que se usa en Latinoamérica) ha calculado la probabilidad de ser visitados por civilizaciones hostiles. Este trabajo publicado en pre-print considera que hoy día como potencialmente habitable Luyten “b” (GJ 273b) a 12,2 años luz en la constelación del Can Menor, aunque también han sido localizadas zonas habitables entorno a la constelación del Centuauro, a algo más de 4 años luz. Tanto la NASA, como el SETI y el METI han buscado activamente exoplanetas con potencial de generar huella de carbono que permita encontrar civilizaciones Tipo – 1 es decir, capaces de tener inteligencia militar que pueda armar viajes interplanetarios. El autor, en un trabajo más que interesante establece una fórmula estadística para calcular la probabilidad de encontrarnos con civilizaciones de este tipo y que sean hostiles, si bien, ha sido construido en función de las hostilidades surgidas entre países habitados por el homo sapiens.
Una vez más caemos en el error del antropocentrismo u homocentrismo, olvidamos que no somos ni siquiera una única especie de homínidos, aunque seamos los únicos actuales en el planeta (denisovanos, neanderthales, homo floresiensis, homo naledi, etc.). Tendemos a homogeneizar, en un alarde de sociedad unidimensional (Marcuse) la concepción de cada cosa abstracta que existe en torno al homo sapiens occidental. Seguramente, la hostilidad es uno de esos conceptos pasado por el pasa puré del hombre blanco eurocéntrico. Lo cual no quita grandeza a este transcurrir cultural que atraviesa la humanidad. Quién sabe si Hawking no se dejó atrapar por el principio antrópico débil cuando nos quiso advertir del peligro de contactar con civilizaciones extraterrestres. Quién sabe si lo que prevalecerá será el instinto de muerte en el ser humano que se aloca en una carrera especial desmedida, hacia su indomable extractivismo o hacia una atracción fatal con vecinos de galaxia.
Tal vez en este viaje nos sorprende la extinción.