¿Cómo empezar teniendo tanto que decir?

Por: Sabrina
Cuenca (Ecuador)

Bueno [email protected] este es el primer relato de muchos más. Aquí les compartiré experiencias reales propias y de [email protected] cercanos de las dinámicas de las relaciones interpersonales, viajes, superación personal, sanación y más cosas interesantes que nos pueda sumar como humanos. Son esas experiencias que nos han dado disfrute, satisfacción, placer, aprendizaje y motivación.

¿Quién soy?

Pues bueno, para que este relato tenga la efectividad que espero, me conocerán como Sabrina, claro, este es solo un seudónimo, pues entenderán que las historias que se tocarán serán expuestas lo más claras y explícitas posible, por lo que debe quedar una incógnita para ustedes como lectores, ¿Quién es esta mujer con “apenas” 4 décadas encima recién cumplidas? (En cada relato iré dando unas cuantas características de esta servidora).

Hay que tener en cuenta que mi ciudad base (por el momento) es la grandiosa Cuenca de Ecuador, una bella urbe colonial que va creciendo y mostrándose al mundo cada día más. IMPORTANTE: Soy Cuencana más hasta hoy no he sentido ese sentido de pertenencia a la ciudad, sólo el acento.
El ¿por qué? No lo sé, se me ha hecho muy difícil entender a su gente y su mentalidad, la curuchupada (def.: Que hace ostentación de su religiosidad y tiene, al mismo tiempo, ¡una vida privada dudosa) no va conmigo!, ¡¡ojo!! No son todos ni la mayoría, creo que lo encontramos arraigada en generaciones anteriores de las nuestras y va heredada a hijos y nietos, lo bueno es que siempre existe esos seres maravillosos, extraños, la oveja negra que va rompiendo patrones y dando esperanza a la evolución de una sociedad “morlaca” más diversa, libre y sin complejos.

Todo lo que antecede es para indicar que la mayor parte de las historias que serán contadas se han desarrollado en esta ciudad con gente de fuera, pues amo conocer personas de otros lugares del mundo y poder ir a lugares muchas veces por sus ojos. Además, que no puedo mentir, mis gustos por los extranjeros prevalecen, enriquece mi espíritu y los veo muy atractivos.

También he viajado por varios lugares hermosos y vale la pena compartir dichas experiencias con ustedes, así como lo hicieron estos viajeros, y empezar esta “cadena de vivencias.

Vale la pena señalar que las historias que leerán no serán contadas en orden ni seguirán una línea de tiempo exacta, esto quiere decir, que cada una será escrita y disfrutada como si fuera única. Algún momento ustedes, con su ojo clínico de lector frecuente, se darán cuenta de quien fue primero: el huevo o la gallina.  

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *