Trascendencia del fracaso escolar
Por: Dr. Enrique Espinoza Freire, PhD
Universidad Técnica de Machala (Ecuador)
El fracaso escolar está dado por las insuficiencias y limitaciones de los escolares para alcanzar los objetivos de la enseñanza; sin embargo, este problema es mal entendido, de manera reduccionista se asume como el abandono de las aulas por parte de los niños, adolescentes y jóvenes; cuando la magnitud, trascendencia y alcance va más allá; también es una negación de la efectividad del sistema educacional, que se pone de manifiesto el momento que los estudiantes culminan los estudios con un vacío de conocimientos básicos e insuficientes habilidades y actitudes para su pleno desenvolvimiento en el ámbito social, y su desempeño en el oficio o profesión para el cual supuestamente fueron preparados.
A esta problemática dedicaremos este espacio de reflexión, con el propósito de suscitar la inquietud del lector y despertar su interés por sus causas y consecuencias; pero sobre todo en cómo contribuir a erradicarlo.
Este es un mal que afecta a todas las naciones, particularmente a las de América Latina. Si bien los países latinoamericanos en las últimas décadas han experimentado un aumento en la cobertura de la enseñanza básica en más de un 90% y en secundaria aproximadamente en un 70%, también se han incrementado las tasas de deserción, repetición y retraso escolar, desvelando la incapacidad de los sistemas educacionales para contener las altas cifras de alumnos que no completan su formación media o lo hacen con un bajo nivel de aprendizaje; situación que se vio acrecentada a causa de la pandemia por COVID-19; realidad no ajena a la sociedad ecuatoriana, donde aproximadamente 120.000 alumnos abandonaron las aulas en este periodo.
El fracaso escolar es un fenómeno multicausal, que involucra entre otros factores los personales, familiares, socio-culturales, económicos, políticos y pedagógicos. Entre estos últimos la falta de capacidad de los docentes para dar respuesta a las necesidades de los alumnos, dada en gran medida por la inadecuada selección de estos y falencias en su formación; lo que no permite motivar a los alumnos por el estudio, todo lo contrario, las prácticas de enseñanza inadecuadas provocan la baja autoestima en los escolares y la inseguridad acerca de sus competencias académicas.
De igual forma, la inconsistencia de la práctica escolar en la concreción de los programas y estrategias derivadas de las políticas educativas, como resultado de los vaivenes políticos, fracturan las medidas para elevar la calidad del sistema educativo y combatir el fracaso escolar. Esto es solo un ejemplo que demuestra que el análisis de las causas del fracaso escolar es tarea compleja, pues la diversidad de factores antes mencionados se conjunta en un estrecho entramado de relaciones, entre las que se encuentran: características personales, falta de motivación e interés por el estudio, bajo nivel de aprendizaje y rendimiento académico, economía familiar, discriminación, etc.
El fracaso escolar tiene graves consecuencias no solo personales sino también sociales, que lastran las posibilidades de desarrollo personal, ocupacional y profesional que repercuten negativamente en los programas socio-económicos direccionados al desarrollo del país y con ello la calidad de vida de la población.
En estas apretadas líneas es imposible abordar un tema tan extenso y complejo; pero es necesario la confrontación de ideas para contribuir a la búsqueda de alternativas que posibiliten disminuir sus causas y palear sus consecuencias; entre las muchas acciones orientadas a este empeño no pueden faltar: perfeccionamiento de los planes de formación docente, adecuada selección de los claustros, mejoramiento de las relaciones familia-escuela y revisión de las políticas del Estado en beneficio de los sectores sociales vulnerables.