Nostalgia
Por: Mateo Sebastián Silva Buestán
Director Colección Taller Literario, Cuenca (Ecuador)
El mar
se derrama ahogándome,
ahogándome
solo hay arena.
El estanque, HDS.
Veo, desde el alto y solitario faro,
la mar agitada.
Aquella luz tenue intenta, en balde, alumbrar
el fondo de la bravía oleada.
Encrespada y furibunda el agua salada
salpica los muros de esa recóndita amalgama de rocas.
Dicho socaire sirve de refugio, de camuflaje,
de la negra marejada de la séptica memoria,
de un ignoto tiempo que yace ausente en el olvido.
Dolor, dolor, dolor por lo transcurrido
que con la marea se aleja de la ribera nocturna,
para extraviarse, por siempre, en los pozos oceánicos.
Y el ponto, soberbio, absuelve todo rastro de lo que fue,
borrando las huellas del inconsciente,
dejando, entre la mar cava, nada más que suplicio y exasperación.
Allí se lleva el piélago mis lágrimas y mis recuerdos:
dolor, dolor, dolor por lo pasado.
Añoranza la que guarda el viejo faro
de aromas, de parajes, de sabores
de caricias, de momentos, de amores.
Es como un renacer, como una reencarnación,
ahora que la caprichosa mar se ha secado;
empero, el eco del embate de las olas
jamás cesará su rimbombante ruido
contra el derrotado faro que se ha visto converso en oasis.
Veo, desde el alto y solitario faro,
el desierto de mis anhelos.
Un poema que transmite todo el sentimiento de añoranza
Mezcla de emociones tiene el poema dolor, nostalgia y vacío bellamente expresados
Un escrito que nos muestra el dolor de saber sentir, el de ver más allá de lo visible a los ojos, es lo que muestra la inmensidad de ser y hacer.