Ciencias Sociales: más allá de lo académico
Por: Juan Almagro Lominchar, PhD
Universidad de Almería (España)
El comienzo de un nuevo curso universitario, permite establecer dinámicas de trabajo en el aula orientadas a desmontar una idea hegemónica al respecto del concepto de ciencias sociales: la que vincula dichas ciencias, exclusivamente, con disciplinas académicas como Geografía e Historia. Además, la perspectiva que arrojan estos análisis es más perversa aun, cuando conocemos y comprobamos que las mencionadas materias se visualizan y enfocan de forma puramente memorística. En el caso de la Historia, a partir de las “hazañas” de militares, caudillos, monarcas –casi todos varones-, y, en cuestiones geográficas, a través de la repetición de países, capitales, cordilleras y ríos.
Estas reflexiones de su pasado en la escuela, recurrentes año tras año entre mis estudiantes, futuras maestras y maestros, me facilita la posibilidad de enfocar el inicio de las clases desmontando una visión tan arcaica del concepto de ciencias sociales. Basta con plantear dos o tres actividades que conecten con su contexto más cercano y la cotidianidad de sus vidas para ayudarles a descubrir que las ciencias sociales van más allá de ese academicismo que cosifica los contenidos históricos y reduce la concepción espacial a rellenar huecos en un mapa en blanco.
Una de esas actividades consiste en partir de noticias relevantes y de actualidad, con el fin de llevar a cabo una lectura crítica de los hechos seleccionados que nos permita entender la realidad de lo que sucede más o menos cerca de nosotras. En este sentido, se trata, en primer lugar, de describir lo que esa noticia de actualidad plantea. Si se trata, por ejemplo, de un problema socialmente relevante, como puede ser la escasez de lluvias en un determinado lugar, nos plantearemos interrogantes que nos sitúen en las causas que han provocado esa situación; es decir, podemos leer la noticia desde una perspectiva histórica que nos ayude a comprender dichas causas y que, a la vez, nos muestre el reflejo de las consecuencias que estas han tenido, además de los cambios y continuidades que se han producido en el tiempo y en el espacio.
Paralelamente, podemos proyectar una investigación para conocer más características del lugar al que nos refiramos: su ubicación geográfica, los principales lugares de interés patrimonial, su cultura y festejos, la ocupación de sus habitantes, sus principales fuentes de ingresos económicos, etc. Todas estas cuestiones nos permiten indagar, a través de dispositivos electrónicos, cómo son las relaciones sociopolíticas en ese entorno. De la misma forma, hemos de plantear la posibilidad de realizar un trabajo de campo -mediante entrevistas, grupos de discusión, observaciones, etc.-, que nos aportará otros datos e informaciones relevantes a partir de los cuales comprender la realidad de ese lugar.
En definitiva, lo que se pretende es que las y los estudiantes comprendan que las ciencias sociales están más cerca y son más visibles que lo que plantean los libros de texto. Los antecedentes históricos, la ubicación geográfica, las relaciones sociológicas y económicas…, forman parte de nuestra cotidianidad. Es sumamente significativo que quienes formamos formadores contemplemos esta visión de las ciencias sociales, alejada del academicismo ramplón y simplista que reflejan algunos materiales escolares.