La Universidad, institución generadora de cultura

Por: Dr. Enrique Espinoza Freire, PhD
Universidad Técnica de Machala (Ecuador)

Las instituciones de la Enseñanza Superior son por excelencia generadoras de cultura; no solo se encargan de la formación académica de los futuros profesionales; además, sirven como fragua de personalidades integrales. Sin embargo, en muchos centros universitarios existe una tendencia a la preparación científica y tecnológica de los estudiantes, dejando a un lado la formación humanista; limitando en el currículo la participación de asignaturas relacionadas como las artes, la ética y los valores. En el mejor de los casos, la cultura es vista desde una perspectiva reduccionista, restringida a las artes y dejándola en manos del trabajo extensionista.

Situación que se agudiza cuando el profesor al desarrollar, en sus clases, los contenidos de la especialidad que imparte no incorpora elementos culturales y educativos en aras de estimular el desarrollo del intelecto de sus alumnos y no los involucra en los proyectos encaminados a la solución de los problemas de la comunidad.

Es necesario que, desde los espacios formativos universitarios, el concepto de cultura sea tratado más allá de las manifestaciones artísticas, literarias y singularidades que caracterizan a un grupo social o sociedad en general; además, debe alcanzar los derechos fundamentales del ser humano, la inclusión social y el desarrollo sostenible local, territorial, nacional y supranacional. Actualmente, cuando se habla de cultura se alude a diferentes ámbitos: político, económico, social, científico, pedagógico, ambiental, energético, entre otros.

La cultura no es un ente abstracto sirve como vía para alcanzar el crecimiento personal y fortalecimiento de la autoestima, la convivencia armónica en la diversidad, así como, la promoción, participación e integración social. De igual forma, permite la creación de sinergias entre los diferentes actores sociales para alcanzar el desarrollo humano sostenible.

Esta concepción amplia de la cultura es un factor clave para contrarrestar las adversidades ocasionadas por la globalización de corte neoliberal que caracteriza a la actual sociedad del siglo XXI, donde sistemáticamente se atenta contra los derechos humanos, la diversidad cultural, la equidad y la justicia social.

En este contexto, la cultura debe ser vista como una herramienta para defender la identidad y progreso de los pueblos y lograr el pleno desarrollo de la especie humana, de ahí la trascendencia de las políticas culturales para promover el desarrollo local y nacional, en estrecha relación con las demás políticas públicas.

De aquí, la importancia de construir la cultura de los futuros profesionales del país, teniendo en cuenta, que es una forma de organización social sustentada en las representaciones compartidas en un momento histórico concreto; lo que entraña una sistemática preparación para solucionar los problemas personales, profesionales y sociales, desde la participación activa del estudiante como forma de aprendizaje de la cultura y vista como factor inherente a su personalidad y necesidad social.

Razones más que suficientes para que la cultura ocupe el lugar que le corresponde en la formación de los futuros profesionales, encargados de convertir al Ecuador en una nación próspera. Hoy más que nunca se precisa de las instituciones de la Enseñanza Superior para formar conciencia de los problemas sociales desde una mirada abarcadora de la cultura, que incluya sus disímiles ámbitos y manifestaciones, concebida de manera holística y no solo como responsabilidad de la gestión extensionista.  Esto significa que la Universidad debe trabajar por el desarrollo de una cultural integral de sus estudiantes y el resto de los ciudadanos en aras de alcanzar el desarrollo sostenible de la nación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *