De los males de TikTok (I)
Por: Fernando Uyaguari
Licenciado en Educación y miembro de CES-AL, Cuenca (Ecuador)
Hablemos de las redes sociales. Actualmente predominan en el mundo del entretenimiento, del ocio, la comunicación, incluso en espacios que jamás habrían pensado conquistar, así como, la educación, la política, el marketing, etc. De hecho, los estilos de vida del siglo XXI están apegados a Facebook, Instagram, Twitter, es decir, también profanan los hábitos. De entre todas las mencionadas, TikTok, a día de hoy, es la más polémica, criticada, repudiada, rechazada, aborrecida, detestada y más adjetivos malintencionados, que salen a la luz de gente sensata.
ByteDance creó TikTok en 2018. Esta empresa china, antes de dar a conocer al mundo entero su máximo proyecto, lanzó una versión local bautizada como Douyin en 2016, que estuvo pensada desde la mercadotecnia para analizar el comportamiento de los usuarios y el uso que le daban. Por consiguiente, ByteDance une su imperio con la compañía Musical.ly, una fusión millonaria que marcó la industria de las redes sociales e incorporó nuevas terminologías. Incluso, consagra la producción de videos cortos de 15 a 60 segundos, un formato que, sin duda, revolucionó el mundo y la concepción de la palabra consumo en Internet.
Las cifras de TikTok son alucinantes y personifican el impacto dentro de la sociedad. La aplicación acumula 800 millones de descargas en todo el mundo. Estados Unidos se ha convertido en el principal consumidor; en 2018 sumaba una cifra de 80 millones de descargas y en 2022 llegó a los 136,5 millones de usuarios. Este dato califica a una de las potencias mundiales como el país con mayor número de usuarios activos al mes. En esa misma línea, está Indonesia con 99,07 millones y, para cerrar el podio, Brasil con 73,58 millones de consumidores.
De igual manera, el éxito de esta aplicación no queda solo en los usuarios, la empresa Data.ai, especializada en análisis de datos del consumidor y del mercado, reveló que TikTok ingresó $3,7 mil millones de dólares por los productos de su tienda. Debido a que su sistema de monetización, igual que Twitch, vende monedas que compran regalos para obsequiar a los creadores de contenidos o TikTokers. Un beneficio mutuo entre dos bandos y que depende de un tercero. Por lo tanto, el universo de esta aplicación atrapa al consumidor y constantemente le ofrece mejoras que lo obligan a estar conectado y pendiente de las ofertas.
Por otra parte, TikTok es inofensiva al ojo común. La práctica de observar un video y deslizar es un trabajo completo de ingeniería (scrolling), dado que expertos incluyeron algoritmos dentro de la aplicación que logran adaptarse al comportamiento del usuario, dicho de otra manera, la inteligencia artificial es capaz de aprenderse lo que le gusta o no de su operador. Mientras el cerebro del humano procesa imágenes, la del algoritmo clasifica millones de videos y delimita opciones para ver cuál prefiere. En menos de un minuto o más, habrá visto un total de cinco videos, incluido publicidad, y descartado uno o dos. De hecho, la información que usted proporciona le facilita el trabajo al motor de búsqueda de TikTok, en poco tiempo elaboró un gráfico de contenido sobre sus intereses que garantiza una ingesta descontrolada de videos.
En ese sentido, esa personalización extremista provoca adicción en sus clientes. El consumidor puede verificar dicha premisa, solo tiene que pedir un celular y chequear la pestaña Para ti de TikTok, de tal manera que, se sorprenderá del drástico cambio de sugerencias. ByteDance sabe y sabrá que los internautas invierten minutos y horas en su proyecto, a cambio de videos entretenidos. Pese a que no hay retroalimentación física, esta aplicación se abastece de señales básicas en forma de botones, por ejemplo, me gusta, comentar, compartir, seguir, inherentemente, si usted no hace nada mientras ve un video significa que disfruta del contenido y, posteriormente, saldrán temas de su preferencia.
Este ir y venir desmesurado de información, en palabras de Brennan (2020), “apenas está comenzando y se volverá mucho más importante aún y tendrá más usuarios y, supongo que se podría decir que se volverá aún más adictivo”.
Actualmente TikTok no solo es eso, también busca “potenciar la creatividad y hacer disfrutar a la gente”. Calumnias, en el mundo del scrolling se premia el plagio, todos hacen idénticos bailes, bromas, trucos y hasta videos que complacen a las mentes mórbidas. El mal desenfrenado que promueve la condena a ser una aplicación peligrosa y maliciosa de las nuevas generaciones. En una temporada, normalizó retos que ponían en peligro la vida de niños y niñas. Hasta los más pequeños son condenados a mirar varios cortometrajes sin clasificación de edad; su mente inocente terminará perturbada de mirar cosas sin sentido.
En síntesis, las redes sociales llegaron a usurpar la libertad, condenaron a sus creyentes por medio de algoritmos y hasta buscan despilfarrar sus bienes. TikTok lidera esa mafia, bajo un lema inocuo para pasar desapercibida y al llegar a los celulares del usuario implanta un sistema de espionaje de altísimo nivel. Las políticas de privacidad ligeramente mencionan la instalación de cookies, déjeme aclararle que esto significa un espionaje continuo de sus reacciones. Esta aplicación le transmite un tratamiento especial que, en muchos casos, activa un hilo de adicción. En un próximo artículo, profundizaré esta hipótesis con casos reales y se sorprenderá de los resultados.