¿Qué mismo quieren?
Por: Bryan Parra Campoverde
Estudiante universitario y miembro de CES-AL (Ecuador)
Negar la educación a un niño, es negarle la posibilidad de pensar y progresar. Como es de su notorio conocimiento, y como ya he mencionado en otros artículos, la educación sigue siendo un gran dilema dentro de la región y del mundo. Ahora, muchas incertidumbres y sucesos se han mantenido a flote, pero, para tener una idea más o menos clara sobre lo que se trae a mesa, retrocedamos en el tiempo. Cuando el ahora “mandatario” de la República del Ecuador prometió una desgracia a futuro en su campaña electoral, eliminar la SENESCYT (Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación) por medio de una reforma que, supuestamente ha truncado mil y un sueños de muchos estudiantes.
El examen antes llamado “Ser Bachiller”, ahora titulado “Transformar” es un instrumento que intenta evaluar el desarrollo de las aptitudes y destrezas que los estudiantes debían haber alcanzado al culminar su periodo penitenciario. Por medio de esa evaluación, los estudiantes dependían del puntaje para ingresar o no a la carrera de sus sueños, lo cual no debe ser así, dentro del contexto educativo. Hacer que una nota defina tu nivel, es algo que el sistema educativo ecuatoriano y latinoamericano aprecia.
Regresando a la historia, tras las manifestaciones realizadas el pasado 13 de julio del presente año, los estudiantes manifestantes hacían el llamado al cumplimiento de aquella propuesta planteada por el actual mandatario de la República. Como siempre, el pueblo pide todo, pero nunca hace nada, descontentos y más descontentos en esta sociedad mediocre, beneficiando a algunos, enriqueciendo a otros y enterrando a muchos.
Tras los miles de desacuerdos, el presidente conjuntamente con la titular de la SENESCYT firmó el documento el cual suscribe la eliminación del examen Transformar, con esto cada universidad pública se encargará del proceso de admisión para los estudiantes, en pocas palabras, nuevamente la educación desanda.
Ahora, después de ese decreto mencionado, existen inconformidades por parte de muchos estudiantes, quienes mencionan que la educación va ser de manera mercantilista, elitista y jerarquizada ¿Por qué? Por el simple hecho de que ahora el que tenga poderes económicos y políticos comprarán su cupo universitario, se dará una venta de exámenes.
¿Qué futuro nos depara la educación? ¿Qué caprichos más hay que cumplir para la conformidad del pueblo?
Estas y más preguntas debemos realizarnos siempre, no todo es fácil, es hora de dejar de vivir en el conformismo por parte del mundo, pero bueno la corrupción y el mercadeo educativo siempre estará presente y ahora más que antes. Culmino este escrito mencionando que el sistema educativo es real tan real como las perversidades que la condenan, como ha señalado en varias ocasiones el Dr. José Manuel Castellano, “la Educación no transforma a la sociedad sino que es la sociedad la que debe transformar a la Educación”.
Es un artículo muy interesante y tambien abre paso a nuevas temáticas que no han sido escritas aún pero respecto a este artículo yo creo que muchos jóvenes le ven como una ventaja que que SENECYT haya eliminado el examen títulado “Transformar” pero yo pienso que es como retroceder a las injusticias porque siempre tendrán más posibilidades los que tienen una economía estable pero donde quedan las personas de bajos recursos y sin duda son ellos los que siempre han protestado por un mejor cambio, pero lamentablemente el gobierno sabe como ganar.
Gran artículo que trae a la memoria aquella paremia que dice algo así como que los gobernantes son el reflejo del pueblo y viceversa.