La ciencia y la tecnología herramienta de progreso social (II)

Por: Dr. Enrique Espinoza Freire, PhD
Universidad Técnica de Machala (Ecuador)

En el trabajo anterior esbozamos algunas ideas sobre el papel de la Universidad en la aplicación de la Ciencia y la Tecnología como herramientas del progreso social; hoy quisiera enfatizar en algunos aspectos que por su importancia deben ser tenidos en cuenta a la hora de establecer las alianzas con el resto de los actores clave de la comunidad.

La producción científica y los avances tecnológicos, en el actual contexto social en que vive la humanidad, no tendría sentido sin su implementación directa en la solución de los problemas de la localidad y el territorio, es esta sinergia un factor clave para generar el desarrollo endógeno.   

De aquí, la necesidad de que las instituciones de la Enseñanza Superior en cada territorio creen estructuras que faciliten la integración, colaboración, cooperación y alianza de los actores clave de la comunidad; así como, la trasmisión de información y transferencia de conocimientos y tecnologías direccionados a un objetivo común, el progreso social.

En estos espacios debe confluir de manera sistemática la oferta científica y tecnológica de la Universidad, al igual que la demanda de innovación de las entidades que se encuentran bajo su área de acción. Este proceso de oferta y demanda se constituye en fuente potenciadora y motor impulsor de la actividad investigativa e innovadora, fundamentada en la interrelación de la Enseñanza Superior con los actores clave del desarrollo local y territorial.

Por otro lado, la Universidad desde estos espacios puede servir de puente entre los actores clave en el establecimiento de sus alianzas; el intercambio sistemático entre ellos contribuirá a establecer una mirada integradora a los problemas del entorno y con ello a integrar esfuerzos, redundando en el fortalecimiento de la gestión individual y colectiva. Esta comunión de intereses además de racionalizar los esfuerzos y recursos, permite una intervención efectiva en pro del cumplimiento de las metas de la agenda de desarrollo sobre la base del uso eficiente del conocimiento científico, los recursos tecnológicos y la innovación.

Esta concepción integradora para alcanzar el progreso social, visto como un proceso sistemático de planificación, organización, ejecución y control dotará de conocimientos y habilidades a los participantes. Desde esta perspectiva, la gestión de las instituciones de la Enseñanza Superior, de manera intencionada, procurarán el perfeccionamiento del desempeño de los involucrados, enfatizando en la capacidad transformadora, como vía para alcanzar el desarrollo endógeno.

Sin lugar a dudas, esta manera de concebir parte de la actividad científica de la Universidad requiere de una nueva percepción de las políticas de su gestión, orientada a la concreción de las ideas científicas y tecnológicas en los procesos sociales y económicos (producción de bienes y servicios); lo que precisa de la preparación de especialistas capaces de promover soluciones a los problemas del entorno desde la participación cooperada de los actores clave. En tal sentido, las instituciones de la Enseñanza Superior son primordiales para direccionar el progreso social mediante la organización eficiente de la ciencia, la tecnología y la innovación en cada localidad y territorito.

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