Los perros de Orwell

Por: Mateo Sebastián Silva Buestán
Premio Jóvenes Creadores “Erick Jara Matute” 2022

No es necesario aclarar la obvia referencia hallada en el título de este breve, pero rabioso manifiesto; aunque dudo que esa dizque gente, los nunca antes mejor dicho: uniformados, logren captar el mensaje.

Por ahí andan, perros de todas las razas, tamaños y pelaje, aguantando soles, lluvias bajo sus pesados, malolientes y lucios cascos, artefactos que no les permiten pensar. Por ahí andan, perros de hocicos pestilentes, duros garrotes y lustradas pezuñas, inflando sus gordos mofletes cada vez que tras una presa acuden. Por ahí andan, canes amaestrados sin criterio, sin sesos, mostrando los afilados caninos a tantos inermes transitan por su lado. Por ahí andan, algunos de ustedes, galopando, pero a esas alturas ya no se sabe si la bestia es la que anda en cuatro patas o la que monta. Otros perros van, de a dos, sobre un motor que parece desfallecer por sus pesadas lanas y que les sirve como medio de perfecta intimidación y represión. Por ahí andan, perros galardonados, bien remunerados, bien alimentados, bien equipados, prestos para perseguir, a toda prisa, y morder al que le toque. Por ahí andan, perros salvajes, presumiendo sus agallas frente a unos cuantos protestantes del común; por ahí andan, perros sumisos, con los que ya sabemos temblando ante los verdaderos terroristas de cuello blanco y pantalones caídos. Por ahí andan, jauría de abusivos; bárbaros; corruptos; déspotas; enérgicos; fascistas; gamberros; hirientes; inicuos; jodones; kilométricos lambones; maliciosos; narcisistas; ñiquiñaques; opresores; plastas; quejosos; rabiosos; sucios; traidores; usurpadores; vesánicos; …; …; y… zafios.       

¿Perro, a eso le llamas trabajo? ¿Cómo llegas, perro, a la perrera y ríes con los demás pulgosos? ¿Puedes, perro, mirar a los ojos a tus cachorros, a tu acompañante y hacer como si nada? ¿Es posible para ti, perro, dormir en las noches? ¿Cómo puedes, perro, aguantar tu propio aroma, presencia y acciones?

Anda, perro, oye el silbo y corre despavorido a recibir tu croqueta de la mano del cerdo orwelliano de turno.

Un comentario en «Los perros de Orwell»

  1. Cómo todo perro, al final será abandonado, dejado en el olvido.
    Al final, terminarán negligentes, y cuando sea tarde se darán cuenta como siempre.
    Cómo dice el dicho…
    “Muerto el perro se acaba la rabia”…
    Creo que están esperando aquello

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *