Borma. Patrimonio Natural, Turístico y Religioso del Ecuador fuera del radar turístico

Por: Mgs. María Eugenia Torres Sarmiento
Comunicadora Social y Gestora Cultural del Cañar (Ecuador)

Al amanecer del brillante 18 de abril de 2022, llegábamos al mágico y pintoresco  pueblo  denominado Borma, cuyo nombre hace honor al cerro Borma que forma la meseta del vigoroso Pachamama -imponente elevación, con una planicie a lo largo de su cumbre, que fue un santuario de altura cañari, situado al límite de Azuay y Cañar, un tesoro regional.

Borma, una comunidad eminentemente devota al Señor de Burgos,  que por su religiosidad, ha convertido a la religión en una de las actividades más trascendentes, no solo en relación a la estructura, sino al diseño paisajístico.

Los orígenes de Borma se remontan al Siglo XVI, año 1730, época en la que llegaron peregrinos a la zona con un Cristo crucificado, que fue abandonado a la mitad del legendario Cerro Pachamama. Pues se dice que desde este año, personas que podrían ser  dos mujeres que pastoreaban ovejas o dos monjitas  de la congregación de las Carmelitas  encontraron a la sagrada imagen y luego la descendieron a la planicie, en donde se edificó la Iglesia del Señor de Burgos.

Borma, una comunidad eminentemente devota al Señor de Burgos,  que por su religiosidad, ha convertido a la religión en una de las actividades más trascendentes, no solo en relación a la estructura, sino al diseño paisajístico.

Los orígenes de Borma se remontan al Siglo XVI, año 1730, época en la que llegaron peregrinos a la zona con un Cristo crucificado, que fue abandonado a la mitad del legendario Cerro Pachamama. Pues se dice que desde este año, personas que podrían ser  dos mujeres que pastoreaban ovejas o dos monjitas  de la congregación de las Carmelitas  encontraron a la sagrada imagen y luego la descendieron a la planicie, en donde se edificó la Iglesia del Señor de Burgos.

Tres siglos más tarde  la Iglesia de Borman fue designada como un Santuario Diocesano, un nombramiento que confirma la espiritualidad de esta Tierra Santa.  Y es esta devoción al Señor de Burgos, que ha incentivado a miles de feligreses del país a visitar este pequeño pueblito de la parroquia Solano del cantón Déleg, como una demostración de paz y esperanza de quienes han recibido milagros.

Desde hace siglos la fe católica del pueblo de Borman se mantiene, pues en cada diciembre, llegan miles de feligreses, constituyendo un referente del Turismo Religioso del Ecuador.

De ahí, que es nuestra la preocupación de que un pueblo con tanta fe, un pueblo pintoresco y un patrimonio natural del Ecuador ubicado en la -“Gran llanura” o “Déleg”-, como lo decía Octavio Cordero Palacios, esté fuera del radar turístico, a pesar de que tiene mucho por ofrecer:

La Meseta de Pachamama, ubicada en la parte sur del cantón Déleg, a 2833 m.s.m, en ella se encontraron restos de un complejo arqueológico perteneciente a la  cultura Cañari-Inka  consistente en 14 aposentos, una plaza central y un Usno de forma piramidal con una rampa de acceso. Todo esto localizado en la loma de Tablamachay.

Este conjunto cubre una superficie de 25 hectáreas, y se cree tener  una  filiación Cañari e Inka. Existen además  vestigios de tumbas distribuidas a lo largo y ancho de toda la meseta. Las ruinas arqueológicas de Pachamama son de construcción sólida a base de cantos rodados y bloques canteados de toba volcánica, colocados unos sobre otros formando hileras paralelas y unidas con argamasa de arcilla negra.

Hasta la meseta de Pachamama, se puede acceder en vehículo a través de una carretera lastrada, por la vía que conduce desde el centro cantonal de Déleg hacia la parroquia de Solano pasando por la comunidad de Domay, en un recorrido de 10 Km., en veinte y cinco minutos  a pie desde la comunidad de Borma, que se encuentra en la base de la meseta,  tomando un sendero natural de consistencia  rocosa y de fácil acceso recorriendo una distancia de cuatrocientos metros en veinte minutos.

Sobre el cerro Borma, montaña  ubicada en la  Provincia del Azuay, a una altitud de 3,048 metros sobre el nivel del mar,  pequeña cumbre de  laderas empinadas, que fue uno de los cerros sagrados y lugar estratégico en la cosmovisión indígena cañari. Su cima elíptica y aplanada permite una panorámica total de los valles de Cuenca-Azogues, Santa Ana, Quingeo, Zhidmad y del Alcote, cercados por esos azules cordones montañosos en los que se divisan: Can, Soldados, El Cajas, Cabugana, Tablón, Cojitambo, Abuga, Huahualzhumi, Cubilán, Mamatepal, Buerán, Fasayñán, etc.

Meseta natural que presta condiciones para caminatas, escalada, paseo en bicicletas, en motocicletas, en caballos, con vistas a paisajes pintorescos y con variadas especias de flora y fauna, que invitan a la poesía, pintura, fotografía y a una diversión sana y saludable. Borma es un rincón natural invisible y escondido, que debería ser potenciado por el Ministerio de Turismo del Ecuador.

Todo este potencial natural –La Ruta Cutural-Arqueológica de Cañar y Azuay, ubicado en la parroquia Solano del cantón Déleg, articula al complejo arqueológico de Ingapirca, al santuario de la Virgen del Roció de Biblián, al coloso Abuga, al santuario de San Francisco de Azogues, al Complejo Arqueológico de Cojitambo, al pueblo pintoresco de Déleg, la laguna de Guabizhun, al pueblo de Solano -al recinto de Borma-, las ruinas de Paccha Mama y  a Pumapungo de la ciudad de Cuenca en la provincia del Azuay;

Constituyendo un recorrido turístico que merece ser fomentado por su belleza paisajística, su valor cultural e identitario.


Fotografías (autor): María Eugenia Torres Sarmiento.

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