La nueva novela política del 2022
Por: Fernando Uyaguari
Estudiante universitario y miembro de CES-AL, Cuenca (Ecuador)
El Domingo de Ramos salió una inesperada noticia, el exvicepresidente de la República del Ecuador, Jorge Glas, recuperó su libertad tras cumplir aproximadamente cuatro años de prisión. El regreso de esta figura política está causando revuelo y descontento en algunos gremios, especialmente, en el actual Gobierno. El Ministro de Gobierno y Gestión de la Política del Ecuador desaprueba el hábeas corpus concedido y rectifica que apelarán la decisión con todos los recursos que estén dentro de la ley. A todo esto, se le suma la guerra fría entre activistas y líderes sociales en los medios de comunicación. Por lo tanto, es menester de todos los ecuatorianos conocer y profundizar el meollo del asunto.
El término hábeas corpus aparece dentro de la Constitución de la República del Ecuador (2008), por ende, no es una ley nueva ni inventada para beneficio propio, dado que está disponible para todos en ciertas circunstancias. En el artículo 89, Sección tercera, Acción hábeas corpus, se argumenta que el objetivo de este estatuto es “recuperar la libertad de quien se encuentre privado de ella de forma ilegal, arbitraria o ilegítima, por orden de autoridad pública o de cualquier persona, así como proteger la vida y la integridad física de las personas privadas de libertad” (p. 44). Igualmente, se estipula que el juez o jueza del caso llamará a una nueva audiencia en menos de veinticuatro horas y tras ese juicio se determinará la libertad de forma inmediata.
Jorge Glas cumplía una sentencia de seis años por el caso Odebrecht. El Tribunal de la Corte Nacional de Justicia (TCNJ) acusó al exmandatario de asociación ilícita de hasta 13,5 millones de dólares. Un diario internacional asevera que la corrupción empezó entre 2010 y 2012, período a cargo del expresidente Rafael Correa. Incluso, se le impuso otra demanda de cohecho -algunos la conocen- El caso sobornos. La Corte Nacional de Justicia dispuso de una pena de ocho años para Glas. En total debía cumplir 14 años en el Centro de Privación de Libertad (CPL) Sierra Centro Norte Cotopaxi.
El 9 de abril de 2022 un juez de la Unidad Judicial Multicompetente de la parroquia Manglaralto, provincia de Santa Elena, concedió el hábeas corpus a Glas. Por ende, el 10 de abril de 2022 salió del CPL acompañado de una multitud de simpatizantes. Los diarios estiman que hubo más de 200 personas que aprovecharon el momento para rectificar su incondicional apoyo a través de aplausos y gritos. El exvicepresidente, vestido con un refinado terno de color azul y jafas negras, enardeció a su gente al levantar una pancarta inmensa de Rafael Correa. Tras ese inhóspito momento sus partidarios no dudaron en expresar «libertad, libertad para Jorge Glas».
Por otra parte, los políticos de algunos movimientos, de ahora en adelante los defensores de la justicia, rechazan la salida de Glas de la cárcel. Evidentemente el descontento surge dado que consideran inaceptable y bochornoso. En esta línea está Yaku Pérez, quien argumenta en su cuenta de Twitter que: “Si #Glas sale en libertad es inobjetable el acuerdo #LassoEsCorrea. Hábeas Corpus es para detenciones ilegales no para presos con sentencias ejecutorias. Lindo la cosa robó, par de años preso y ahora a vivir como rey con dinero del pueblo empobrecido y dirán que vienen por más…“.
De igual forma, Alfonso Espinosa de los Montero, presentador de noticias, arremetió contra el Gobierno del Presidente Guillermo Lasso, porque considera que ha perdido credibilidad del pueblo. De hecho, hay más defensores de la justicia que revocan el fallo del juez. Solo basta con poner en la opción de búsqueda de Twitter #Glas y la plataforma arroja todas las publicaciones relacionadas ya sean a favor o en contra.
Hasta el momento se rescató los dos frentes sobre la liberación de Jorge Glas. Tras ello queda a criterio de cada ciudadano defender lo que piensa, aunque la libertad de expresión quede expuesta a rechazos o a amenazas. Este tema es tan delicado porque coloca al Ecuador en contiendas innecesarias. Más allá del caso del exvicepresidente, hay otros que quedaron en el olvido y absolutamente nadie los ha retomado. Es más, unos hasta se postularon para ser presidentes nuevamente, solo que usaron la máscara de víctimas. Habrán pensado que no los reconocerían.
Finalmente, la imparcialidad del hábeas corpus es la última herramienta de un acusado para buscar su libertad. La acción del juez ante Glas simboliza el poder y la influencia que los políticos poseen en la justicia ecuatoriana. Una persona fuera del contexto social que apele al mismo recurso, vaya a saber si le dan respuesta o, al menos, le toman en cuenta. No hay duda que la corrupción ha contaminado todo el sistema político, social, económico, entre otros campos. Mientras arriba juegan con todo lo que tienen, abajo sufren las consecuencias.
A razón de toda esta trágica novela, una publicación decía que en el Ecuador se toman tan en serio la ¨Semana Santa¨ que primero liberan a un ladrón y luego matan al ¨Nazareno¨.
Ya no sorprende la injusticia del país; ya no sorprenden las macabras alianzas; ya nada causa la mínima impresión. Estamos acostumbrados a mal-vivir con un sistema incompetente y usurero. No queda, sino, mirar tanta cloaca, taparse la nariz, apretar el paso y seguir de largo.