Lectura: una pesadilla a que muchos le temen en el siglo XXI

Por: Bryan Parra Campoverde
Estudiante universitario y miembro de CES-AL (Ecuador)

Leer es equivalente a pensar con la cabeza de otra persona en lugar de con la propia“.
Arthur Schopenhauer

Hoy en día vivimos en una sociedad, donde cada vez opina más, pero piensa menos. Una sociedad que vive cegada por la realidad tan cruel y despiadada que puede existir. Una objetividad que está camuflada, con una prensa corrupta y medios que simplemente tapan ya lo antes mencionado. Una sociedad cegada por vicios, celebridades, vagancia, ocio, y simplemente a ser seres conformistas y ambiciosos, en fama, poder y fortuna, esto a causa de toda la ignorancia que está dentro de cada uno de nosotros.

La lectura a más de ayudarnos a mejorar nuestro léxico, también nos ayuda ver la realidad desde una perspectiva diferente, el pensar de una manera asertiva es algo que muy pocos lo realizan.

La lectura es la base fundamental para un buen aprendizaje, debido que a medida que vamos leyendo nos anunciamos y podemos ver la realidad desde un punto desigual. Ahora se preguntarán por qué hablo tanto de la realidad, a lo mejor usted piensa que la realidad es la que vivimos, si estoy de acuerdo, pero esta realidad no es nada para lo que está dentro de un palacio de gobierno, dentro de unos hospitales, dentro de muchas instituciones capitalistas y burocráticas que lo único que buscan es el bien común, los demás, que se mueran. Lo que nos dan a conocer solo son pequeñas pinceladas a color de una realidad tan obscura y negra que vivimos en el país y de manera mundial.

Leer te hace pensar, reflexionar y mirar más allá de lo que se puede ver. Una de las dificultades en la sociedad en la que se ven enfrentada es la manera como se ha perdido el hábito de lectura y escritura, más aún en el sistema educativo, sin duda es algo preocupante dentro del mundo en el que vivimos. En una investigación leída con anterioridad, de Félix Duque, pude notar que existen un sin número de definiciones sobre leer, que parece interesante, aquí las resumo en tan solo tres aspectos.

1. Leer es algo viciosamente circular: en efecto, presupone siempre unas lecturas y propulsa otras. Mientras que, al mismo tiempo, presupone su propia lectura, siempre desplazada, es decir, a medida que leemos, nos interesa la manera de ver las cosas de otro punto y se fomenta a leer más.

2. Leer es una operación de carácter infinito, o más exactamente indefinido y perpetuamente fluctuante, con lo cual la cosa se hace más compleja que anteriormente, pues ahora se requiere que origen y fin sean a su vez móviles sin dejar de parecer sin embargo inmóviles, como si la ficción o la apariencia formaran parte constitutiva de toda lectura. Jamás se puede empezar a leer nada sin haber leído antes algo que amortigua, y más: posibilita esa lectura, mientras que a la vez impide que ésta tenga lugar con ojos inocentes, primerizos. Pero nunca podríamos empezar a leer algo sin reprimir lo anterior, sin hacer como si ella, la lectura de ahora, fuera independiente, aislada, con sentido de por sí.

3. Leer es un proceder retroductivo, a saber, pone de relieve un pasado siempre rebasado: un pasado traspasado, diríamos, y un futuro solamente incoado: un pasado que nunca ha estado presente y un porvenir que está al pasar; el hecho de estar leyendo por caso lo que estoy escribiendo ahora tiene como antecedente inmediato mi escritura. Todo leer es pues, esencialmente, un releer: jamás ha habido ni habrá una primera lectura ni, por ende, un primer lector.

Compendiando ahora esas tres peculiaridades cabe sostener lo siguiente que leer no es recordar lo lejano a través de una presencia significativa, sino la acción de traducir, de trasladar lo presente hacia lo ausente, y de recuperar, en un impensable rebote que es un golpe dado por primera vez, el sentido que va y viene entre la ausencia retenida en la presencia del signo y la presencia pendiente de lo signado, siempre por venir, en cuanto prometido en la remisión. De esta manera, entonces leer, no es entender, no existe ninguna lectura posible en la que de veras se entienda algo, por más que se repita, o más bien porque se repite (si entendiéramos de una buena vez la llamada “palabra de Dios” en el Evangelio de la Misa por lo que hace al carácter infinito de la lectura. Leer va más allá de entender, porque si entendiéramos, no lo repetiríamos, con acciones dentro de este mundo, y seriamos mejores hombres en la sociedad, pero simplemente es otra la situación. Cada día somos execrables.

En lo personal, relaciono a la lectura como un alimento, sé que suena descabellado, pero aquí pondré a conocimiento esta analogía realizada. Supongamos que leer es como alimentarse, de tal manera que, así como existen diferentes tipos de bocadillos, deliciosos y no; de igual manera la lectura tiene temas interesantes y otros que no. Pero cada uno posee un tracto digestivo diferente, entonces al momento de comer uno digiere el alimento a su manera. Es igual la lectura, cada quien la digiere a su manera. Hay personas que solo consumirán una vez y nunca más, es decir ya no volverán a leer de nuevo, y permitirán seguir cegados en este “maravilloso mundo”.

La lectura, sin duda es un desafío muy notorio hoy en día, ya por muchos factores existentes dentro de la sociedad. La lectura al igual que la escritura son instrumentos de aprendizaje dentro de nuestras vidas, no solo la asociemos con la educación, sino más bien para podernos dar cuenta en el cruel mundo que vivimos.

La lectura es un hábito que puede mejorar las condiciones sociales y humanas de cualquier lector, el leer permite pensar con reflexión y desarrollar los aspectos cognitivos del cerebro lo que ayuda a ejercitar todas las células y estar siempre activos para cualquier actividad que se realice en la vida cotidiana. Leer te ayuda a ver al mundo desde otra perspectiva, no cruel, sino mas bien verdadera. Vivimos en un mundo lleno de mentirosos, verídicos, quedan muy pocos. Así que lee, infórmate y critica. Te va a servir.

3 comentarios en «Lectura: una pesadilla a que muchos le temen en el siglo XXI»

  1. Alimentémonos, pues, con ese círculo infinito retroductivo; después, a digerirlo según nuestro organismo lo permita; ya pondremos en el futuro la evidencia de comer letras.

  2. Valiosa publicación que nos invita a repensar lo que implica la lectura en los tiempos actuales y a mirar la realidad leída más allá de los sentidos explícitos, es decir, a descifrar críticamente los significados sobreentendidos y las intencionalidades del autor de todo texto escrito.

  3. La lectura a perdido fuerza en el nuevo siglo. Muchos autores hablan de la sociedad de la información, no obstante, leer más bien es un acto de imposición. En nuestro querido Ecuador las cifras hablan por sí solas, llegamos a ser uno de los países que menos lee, por ende, es muy fácil caer en banalidades u otros cuentos.
    Aún estamos a tiempo para mejorar, ojalá la lectura llegue a ser el aire que nunca podemos dejarlo.

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