El salario básico unificado entre la realidad y la ficción
Por: Fernando Uyaguari
Estudiante universitario y miembro de CES-AL, Cuenca (Ecuador)
A lo largo de la historia, los libros cuentan la evolución de la mano de obra en la agricultura, maquinarias, computadoras y la retribución a la que se hace acreedor el individuo según el cargo ejercido. A fin de mes, todos los empleados se hacen merecedores de una paga que, dentro del modelo capitalista, se esfuma de un día a otro. Es por eso que, los trabajadores buscan empleos que garanticen un sueldo y que les permita sobrevivir ante el excesivo aumento de los precios. Frente a esta situación, el actual mandatario del Ecuador ofreció en campaña subir el Salario Básico Unificado (SBU) de 400 a 500 dólares en los cuatro años de gobierno, promesa cubierta bajo la utopía y la burocracia.
La propuesta de alzar 100 dólares el sueldo básico es verdaderamente complejo, puesto que en una década (2010-2020) recién se alcanzó a elevar 160 dólares. Particularmente, en el 2010 se pagaba 240 dólares, hasta que en 2011 comienza un crecimiento exponencial cada fin de año del SBU. Los años más representativos son el 2012 y 2013, dado que se incrementó 28 y 26 dólares respectivamente. Contrariamente, en el último año de gobierno del ex presidente menos aceptado se acreditó solo 6 dólares más.
En los últimos cinco años, el salario subió únicamente 46 dólares. La cantidad mencionada refleja la realidad económica del país, dado que ha perdido ingresos del mercado internacional, el precio del petróleo bajó y se presentaron otros temas que impiden un aumento del sueldo. Incluso, hace un año atrás se optó por no subir el SBU a causa de la pandemia y se anunció dos compensaciones: la primera a los que perdieron su empleo durante la COVID-19 y no lograron recuperarlo, ellos recibieron 100 dólares y la segunda a los que ganan el salario básico, ellos tuvieron 60 dólares más una sola vez. Estás indemnizaciones emergentes reflejan una desconexión y falta de compromiso por parte de las autoridades.
La progresión del sueldo dentro del Ecuador depende de las tarifas de inflación, índices de precios al consumidor, acuerdo entre empleados y empleadores, productividad laboral, tasa de participación global de empleo y la tasa de empleo en el sector informal. Además, el Consejo de Trabajo y Salarios junto con el Ministerio de Trabajo reúnen a los gremios de trabajadores con el objetivo de calcular el nuevo SBU de cada año. Por ello, el Ministro de Trabajo programó una reunión el día 22 de diciembre del presente año para determinar el incremento del salario.
Es importante resaltar que, Ecuador es el tercer país con el mejor estipendio mensual de América Latina, superado únicamente por Chile y Uruguay. Los dos países con el peor sueldo son Venezuela y Brasil. En el caso de la República Bolivariana según el Diario As la tarifa acordada es de 3,54 dólares, uno de los peores de toda América. Al comparar las diversas cantidades a las que se hace acreedor un trabajador, se evidencia una lucha, una gestión económica y un acuerdo entre los mandatarios y los empleados.
El actual gobierno tiene la obligación de respaldar a los colectivos que se esfuerzan por mantener la economía. Muchos de ellos y ellas laboran más de ocho horas y, en algunos casos, en condiciones paupérrimas. Todavía se dan problemas de explotación y de abuso de poder, la necesidad de tener dinero provoca que los jefes violenten los derechos laborales y discriminen la mano de obra. La idea de llegar al 2024 con un salario de 500 dólares tendrá que cumplirse, es inhumano poner en riesgo la integridad de los obreros y de todos los que están en el campo productivo.
En este momento afligido para la sociedad, el empleo se ha convertido en el sustento de una familia completa. El primer mandatario en su plan de gobierno y periodo de campaña lanzó un afiche con el eslogan en mi gobierno subiré hasta $500 el salario básico, noción que a más de uno habrá atrapado. En las calles de toda las ciudades se podía visualizar el póster, no obstante, hasta el momento es una promesa que pierde fuerza y credibilidad.

Para concluir, se hace un llamado a todos los ecuatorianos a estar atentos al nuevo SBU, quien sabe y haya una sorpresa. Este último mes del año el máximo mandatario ha empezado a dejar paquetazos, leyes, decretos y otros regalos siniestros. Un día antes de noche buena levántese temprano, tome el periódico o celular y lea con tranquilidad los valores del nuevo salario para el 2022. En caso de que no se dé un incremento, los mismos de siempre tratarán de justificarse y le venderán la noticia de un posible “acuerdo”.
Cuando descubramos los regalos navideños del papá Noel-Gobierno, esperemos no actuar como los niños menores a tres años y contentarnos solamente con las envolturas, ignorando por completo el contenido.
Gran artículo,