Cristian Avecillas, un hacedor polifacético
Por: José Manuel Castellano, PhD
Islas Canarias
“Si todavía hay un lugar donde los hombres sin dios
podemos encontrarnos con los dioses es en el poema.
Si todavía hay un lugar donde los hombres sin país
podemos encontrarnos un país es en el poema.
Si todavía hay un lugar donde los hombres sin amor
podemos encontrarnos un amor es en el poema”.
(Cristian Avecillas).
Cristian Avecillas, Premio Nacional de Poesía 2008, nacía en un contexto familiar que, con sus estímulos y adversidades, le abrió las puertas al mundo de la creatividad para convertirse con el tiempo en un inquieto hacedor polifacético: poeta, cantautor, dramaturgo e investigador. Parcelas que ha cultivado desde un ideario independiente y que ha fraguado en una seña identitaria propia y distintiva. A pesar de su juventud, sus recuerdos –según nos comenta– están bastante “pintarrajeados”, pues mira al niño que fue con la mirada del hombre que es hoy.

El teatro
A sus cuatro o cinco años, junto a su hermana, iniciaba sus primeros pinitos en el singular escenario doméstico, con la presentación de sketch ante su familia y amistades. Desde entonces su pasión por las tablas ha sido una constante en su vida y fue miembro fundador del Grupo Teatromiento, con la cual ha recorrido la geografía ecuatoriana y latinoamericana, bajo una concepción en la que “no hacen pero hacen humor, no hacen drama pero hacen drama”. Intentan ir más allá, ofrecer un teatro de conciencia, comprometido con la realidad y con el auditorio.

La música
Todavía hoy mantiene viva en su memoria la influencia ejercida por su primer profesor, Tirso Gómez, en la Escuela Borja 3 (Quito), de origen colombiano que representó a su país en el Festival de la OTI en la década del 70 de la pasada centuria, y fue quién recomendó a sus padres que le inscribiera en el Conservatorio Nacional de Música, cuando tenía cinco años, donde estudió violín y guitarra. Componer canciones –según nos comenta Cristian– es lo más natural en su vida.
La poesía
Cristian no recuerda con claridad sus primeros textos, a los que califica de “vaporosos”, pero sí un episodio que marcó un antes y un después en su faceta literaria. A sus doce años le gustaba una niña, compañera de aula de su hermana, a quien le escribiría un poema amoroso, en verso vertical, y al margen su madre cómplice había dibujado una rosa. Sin embargo, el poema no fue aceptado y regresó nuevamente a sus manos con la decepción entre las yemas de sus dedos. No obstante, ese fracaso se convirtió en el punto de partida para iniciarse en el mundo poético. A partir de ese momento empezó a cartearse con las compañeras de su hermana y otras chicas. Más tarde, a sus diecisiete años escribía cartas de amor por encargo de sus compañeros, además, de responsabilizarse en registrar en un diario todos los acontecimientos de su aula. Desde ese momento, ya se consideraba oficialmente un escritor y nacía su sueño de estudiar literatura en la universidad. Su producción poética es esencialmente reflexiva y está convencido que las nuevas generaciones necesitan que le digan que la verdadera lucha no es una lucha política, sino una lucha para terminar con la política; ir más allá de la política a la poesía, recurriendo al romanticismo, con técnicas simbolistas y modernistas.
La investigación
Cristian Avecilla, primogénito de tres hermanos, convivió con la fortuna y la desdicha que su hermano menor, Omar, padecía de autismo severo. Esa inquietud, sobre su forma de vivir y el lenguaje, le llevó a indagar y a publicar su primer libro, bajo el título “Silencio”, a sus diecinueve años. Fue un intento de aproximarse a entender esa mistérica forma de comunicarse de Omar, que cerebralmente todavía hoy tiene ocho meses de edad y no utiliza el lenguaje, pero hace entender lo que necesita (alimentarse, recibir cariño, dormir, complacer ciertos deseos de distracción y amar; es muy necesitado pero proveedor de emociones absolutamente extraordinarias).
Cristian también se inició en el mundo de la comunicación dirigiendo la Revista Cultural de Radio El Telégrafo CAMINARTE, que llegó a emitirse durante tres años (1999 a 2002). Poco después publicaría la Enciclopedia Colección Edmundo Ribadeneira, uno de los personajes más destacados de la cultura ecuatoriana, que fue rector de la Universidad Central del Ecuador y Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión (1979 a 1988). Esta colección está integrada por cuatro volúmenes: “Estudio biográfico de Edmundo Ribadeneira”; “Concierto de voces para una biografía” –que recoge una serie de entrevistas a distintas personalidades del mundo de la cultura, como Jorge Enrique Adoum, Eliécer Cárdenas, Jorge Dávila, entre otros–; “Diccionario de Edmundo Ribadeneira”; y una recopilación de ensayos, “El Cajón Postergado”.

En definitiva, Cristian Avecillas es un poeta que compone canciones, un poeta que hace teatro y un músico que hace investigación y periodismo cultural. Un poeta en el sentido griego, hermético y bardo, soñador y rebelde, que se convierte en individuo a través de la música e intenta analizar el contexto histórico actual y futuro. “Hasta la poesía siempre”.