Los vientos de pandora arrasan la popularidad de un presidente

Por: Fernando Uyaguari
Estudiante universitario y miembro de CES-AL, Cuenca (Ecuador)

El inicio de un nuevo gobierno siempre marca expectativas altas, sea o no, el presidente por el cual se haya votado. El nuevo mandatario de la República del Ecuador, el Sr. Guillermo Lasso, tomó posesión de su cargo el 24 de mayo de 2021. En su discurso inaugural utilizó la frase Ecuador del encuentro, muletilla que expresa frecuentemente en sus intervenciones aludiendo a una nueva forma de gobierno. A seis meses de su gestión aquel candidato que logró un 52,36% en las urnas, ha empezado a generar dudas entre sus simpatizantes.

CEDATOS, una de las redes investigativas de gran jerarquía en el país, sacó un estudio titulado “Guillermo Lasso, segundo mandatario con mayor aprobación en el mundo”. El porcentaje que respalda esta información es del 71,4%, un valor que al contrastarlo con otros ex mandatarios, se ubica entre los que mejor inician su proceso. En los 100 días de gobierno gran parte de los diarios del país manifestaban que la aceptación subió al 74,1%, principalmente por su Plan de Vacunación 9/100.

La aceptación que reciben los presidentes, alcaldes, asambleístas marca su popularidad en los años que estén al mando. El apoyo de la gente es vital, dado que parte de las propuestas o reformas que se realicen, si no tienen la ayuda necesaria fracasan con el tiempo. Popularmente el país ha tenido todo tipo de mandatarios, el último en salir empezó con una aprobación del 68%, muy similar a su predecesor. Sin embargo, todos y todas conocen cómo terminó su historia.

Los hechos ratifican que ser favorito en las primeras semanas y meses de gobierno no garantiza que las cosas terminen bien. Para algunos este postulado puede sonar extremista o exagerado, dado que existen una o dos excepciones como máximo. La aceptación de los gobernantes se esfuma con el tiempo a causa de sus decisiones. El caso del actual Presidente del Ecuador sirve como ejemplo para contrastar dicha premisa.

Los meses restantes del 2021 marcarán la nueva cifra de popularidad del Sr. Lasso. Particularmente, la revelación de los Papeles de Pandora está dando paso a una encrucijada que se fortalece con el incremento del precio de la gasolina y la nueva ley Creando Oportunidades. Ese famoso 74,1% quedará en el olvido, incluso, todo el proselitismo político acuñado en campaña no salvará la popularidad que tanto se enmarcó en los diarios y medios de comunicación.

De igual forma, a estas alturas los transportistas, trabajadores, estudiantes y otros colectivos, se encontrarán en un Paro Nacional, que tiene cierta similitud a Octubre de 2019. Las grandes diferencias son la nueva presidencia, la pandemia, los líderes de los sindicatos, entre otros elementos que cambian en el transcurso de los años. La unión de los colectivos significa el rechazo a las medidas que está ejerciendo el Presidente y su equipo de gobierno. Por lo tanto, es seguro que muchos de los lectores ya no creen en sus promesas.

Es preciso destacar que los líderes siempre tendrán grupos opositores, pese a que puedan estar ejerciendo un trabajo excelso. Es complicado empatizar a los rivales, más aún, si tienen favoritismo o preferencias. La cantidad de gente que respalda al actual gobernante, a partir de lo mencionado en párrafos anteriores, debe replantearse su posición. La decisión es propia y no impuesta por farsantes que ocultan sus intereses a espalda de otros.

Quienes ocupan un cargo político deberían saber que su compromiso es con el pueblo. Los electores antes de decidir su voto descartan a candidatos y se comprometen a aceptar las futuras leyes que favorezcan sus proyectos. Por ende, es normal que en los primeros meses la popularidad de Lasso alcanzara cifras incomparables. En este periodo de ejercicio de poder, se ha abierto el telón de lo que realmente planea hacer. 

El famoso discurso de popularidad se puso a disposición de los vientos de la caja de pandora. Es posible que, a estas alturas, termine devorado y cremado del mundo terrenal. Es cuestión de esperar los nuevos sondeos y evidenciar que la aceptación decreció. Al culpable de estos actos, es fácil encontrarlo.

Finalmente, se comprueba una vez más que la popularidad desaparece de la noche a la mañana. La aceptación construida a través de mentiras y engaños se derrumba, puesto que la verdad siempre sale a la luz. Es recomendable no fiarse de los porcentajes, al fin y al cabo, son números que se pierden con los actos. El Presidente se impactará de conocer cómo su aceptación se desmorona y esta vez no tiene a nadie quién lo salve; los vientos y los fantasmas liberados de la caja pandora han comenzado ya a hacer estragos.

Un comentario en «Los vientos de pandora arrasan la popularidad de un presidente»

  1. Justo como lo mencionado al final de este escrito, los porcentajes emitidos por los de ¨mayor jerarquía¨ siempre tienen varios puntos de error en sus datos.
    Claro, la Caja de Pandora, una vez abierta, se espera que arrase y arrastre; sin embargo, si el Maro Rojo se abrió y cerró por obra y gracia de un bastón, no se diga una caja de menores proporciones…

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