9 de Agosto día Nacional de la Cultura
Por: Iván Petroff Rojas, PhD
Universidad de Cuenca (Ecuador)
La cultura es el tema eternamente relegado. No hemos podido en estos tiempos, peor aún, en este tramo de crisis y de incertidumbre hablar de una revolución cultural. Los gestores, actores y artistas independientes, claman hoy por hoy ser tomados en cuenta para una verdadera minga nacional a favor de un plan de políticas públicas que sustenten el andamiaje del quehacer cultural en el Ecuador
Una ley no es la mejor herramienta para superar los problemas que nos aquejan, es cierto, pero es una forma quizás de que el asunto cultural tome otra vez actualidad y volvamos los ojos a importantes y decisivos sectores sociales que se debaten en la precariedad.
Es deber de las instituciones, en este caso de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, con la participación activa de sus miembros, trabajar incansablemente para el cambio y una auténtica revolución del esquema cultural, para que el Ecuador vuelva por el itinerario abandonado del “sueño de Benjamín Carrión y seamos un País de intensos referentes culturales.
Todos los días tenemos una propuesta, un emprendimiento, una iniciativa. Muchos de los proyectos trabajados por jóvenes y experimentados gestores culturales y artistas, merecen ser orientados, incentivados y apoyados. Pero, tal y como está organizada la Institución aquello no es posible. Razón suficiente para que tengamos que desarrollar políticas culturales que respondan a los imaginarios, territorios, propuestas y ensambles integrales que consoliden un desarrollo cultural des burocratizado, forjado y modelado por quienes son los protagonistas del quehacer cultural.
El movimiento de algunos colectivos culturales de la Ciudad y la Provincia tienen varios proyectos en los que sobresale la inclusión y con amplio espectro de participación, para visibilizar toda la producción intelectual y artística de los talentos locales, a través de la creación de Extensiones del Núcleo, ahora, en cantones, parroquias y recintos contamos con valiosas personas realmente entusiasmadas y comprometidas, nos enorgullece palpar una producción constante de ida y vuelta. Al tiempo que se gestan proyectos de arte urbano, desde una mirada significativa para la sociedad, estas creativas se reflejan en las directrices editoriales, la creación de laboratorios, la apertura del área de Saberes Ancestrales, las nuevas miradas a los museos, áreas de la cultura visibilizadas… Incorporación de miembros que en esta etapa alcanzan más de 70 nuevos talentos que vigorizarán el trabajo de las secciones que deberán cumplir nuevos roles y funciones a partir del trabajo creador e investigativo en alianza con la academia y otras instituciones.
Una agenda de relaciones internacionales es otro eje importante a ejecutarse con el hermanamiento de países tradicionalmente excluidos como el caso de Palestina, Cuba, Paquistán, Irán. Convenios con las embajadas de países como Brasil, Estados Unidos, México, Colombia y Chile, posibilitarán el conocimiento y valoración de culturas de las que hay que aprender, pero que también están interesadas por saber quiénes somos y qué pretendemos.
Todo pasa por el eje cultural. Los países más exitosos son los que han trabajado a fondo y conocen del tema cultural, por eso es que la mayor inversión es el rubro cultural. Nosotros todavía no alcanzamos a dimensionar el poder del hecho cultural
Quiero reafirmar nuestro compromiso de trabajo, pues no descansaremos un solo momento hasta que las Instituciones culturales de Cuenca y el Azuay cumplan con el gran objetivo de promover, desarrollar y cumplir con las metas y objetivos que les corresponden en beneficio de los diferentes grupos sociales. Pues, la Casa de la Cultura, en este escenario, nació de una coyuntura social y política del 28 de mayo de 1944, donde los diferentes colectivos sociales marginados y otros sectores progresistas levantan su propuesta y su movilización es un punto de giro a partir del cual la historia ecuatoriana se enrumba por nuevos derroteros.
Benjamín Carrión manifiesta al respecto:
La Casa de la Cultura, cuya raíz arranca de la definida e irrevocable vocación nacional, tiene como misión profunda y alta a la vez, desentrañar las esencias de nuestro destino, por medio de la indagación de su geografía y de su historia, de su potencial de suelo y de hombres. Ofrecer posibilidades a las realizaciones de la cultura, hasta entonces cosa merecedora de escaso apoyo del Estado entre el acervo de las actividades del hombre ecuatoriano”
Ahora que nos preparamos a celebrar el día nacional de la cultura, podemos destacar la acción de algunas instituciones que siempre están con el concepto y la praxis de un proyecto cultural de largo alcance, en este caso desde la Academia y la Universidad del Azuay que ha emprendido desde hace rato todo un itinerario de acciones y proyectos que responden a una línea de política coherente con el deber ser de la Educación Superior, sobre todo desde la perspectiva de preparar más que profesionales y servidores para el sistema, seres humanos comprometidos con una filosofía de vida que privilegie los principios y los valores de la ética, la moral, la equidad y la justicia.
Saludamos el papel que en este sentido cumple la Universidad del Azuay a través de su rector el Dr. Francisco Salgado, el H. Consejo Universitario y su equipo de trabajo. La UDA ya es un referente de humanismo, arte, ciencia y cultura, sobresalen actividades como los colectivos musicales, la danza, la casa editora con un amplio fondo de publicaciones de diversa índole, el teatro y la carrera de Artes escénicas y las distintas formas del diseño artístico y creativo, todo lo cual contribuye al movimiento cultural de la ciudad y a Región.
Que este nuevo aniversario de la cultura nacional sea una oportunidad para la reflexión crítica desde el sector y para que los verdaderos gestores y artistas lideren nuevas formas de sustentación de la cultura a fin de ser testigos de un movimiento vigoroso que avance por sus propios objetivos y metas, sin paternalismos ni asistencialismo clientelares de ningún tipo.