A mis alumnos, a mis compañeros, a mis amigos y a mis maestros
Por: José Manuel Castellano, PhD
Islas Canarias
Qué sensaciones tan indescriptibles me brindan mis alumnos, que más que jóvenes estudiantes son mis compañeros de viaje, mis amigos y hasta mis maestros. Ha sido una gran fortuna y una enorme bendición para mí el compartir con ustedes el tiempo, el trabajo y la vida. Todo un orgullo inmenso.
Mis FELICITACIONES infinitas y muy especialmente por ese último regalo, esa representación teatral, aunque no deben olvidar nunca que nada hemos hecho, que todavía nos queda un gran trecho por recorrer, y en ustedes deposito mi confianza y esperanza de un mundo mejor en todos los sentidos, empezando por mantener siempre vivos los principios y los valores, que no se negocian ni siquiera en las peores derrotas.
No se dejen, por favor, arrastrar por esos vericuetos sutiles y tentadores, que tanto desde la propia Academia como desde la sociedad, intentan encarcelarlos en agujeros negros sin salida, para impedir su crecimiento y la transformación social. “No todo lo que reluce es oro”, “las palabras se las lleva el viento” y en esta viña del Señor hay demasiados charlatanes de ferias con birretes de doctor y muchísimos embaucadores de corbata y cuello blanco.
Abrazos por siempre.