Reinventando la educación en tiempo de Covid-19
Por: Héctor A. Loyaga Méndez, PhD
Quito, Ecuador
En este corto artículo se reflexionará sobre la situación de la educación en medio de la “pandemia, Covid-19”, en donde las sociedades latinoamericanas y del mundo se han visto desafiadas a adaptarse e implementar diversas estrategias de economía, salud, educación y en otros campos. Cuando se hace referencia a la realidad educativa últimamente, “los líderes del sistema, educadores, estudiantes y familias de todo el mundo han demostrado contar con una energía, un compromiso y una flexibilidad increíbles mientras respondían rápidamente a la necesidad de migrar al aprendizaje remoto” (Fullan, Quinn, Drummy & Gardner, 2020, p.2).
En este acelerado cambio, la tecnología ha desempeñado un papel fundamental al permitir a los estudiantes mantenerse conectados, involucrados y motivados (Fullan, Quinn, Drummy & Gardner, 2020). Desde la perspectiva de los docentes de todo el mundo, ellos “continúan la jornada de aprendizaje para sus clases, mediante la integración de video, aprendizaje basado en juegos y poderosas herramientas de colaboración en sus clases virtuales (…)”, (Fullan, Quinn, Drummy & Gardner, 2020, p.2).
En este horizonte, se puede ver que la pandemia puso en evidencia la necesidad de cambios sustanciales en el sistema educativo. Según la OCDE (2012), en la última década, casi uno de cada cinco estudiantes no alcanzó un nivel mínimo básico de habilidades para funcionar en la sociedad actual. De igual manera, “muchos sistemas escolares no han mantenido el ritmo de los avances tecnológicos; las escuelas no habían proporcionado un acceso generalizado a las herramientas digitales” (Fullan, Quinn, Drummy & Gardner, 2020, p.3).
En Ecuador, “la pandemia del Covid-19 nos invitó a reconocer nuestra fragilidad humana al percatarnos de las vulnerabilidades de los demás” (Pateiro E., 2020, p. 217). Cuando se analiza el tema de la educación, en el inicio de la pandemia, 3 de cada cinco estudiantes no tenían acceso a Internet o a un dispositivo para el acompañamiento educativo. Esto trajo consigo el deterioro y deserción de una población de niños muy alta en todo el país, sin embargo, poco a poco se fue adaptando el sistema a la realidad de sus familias, la falta de conexión y de medios electrónicos para la continuación de sus aprendizajes. En la actualidad se puede observar que se ha mejorado tal situación, solamente 1 estudiante de cada 5 no tiene estas posibilidades. Cabe señalar que la actitud de solidaridad, de corresponsabilidad de nuestra sociedad ecuatoriana, las instituciones educativas, de comunicación, de conectividad y de inclusión social han sido claves para ir superando estas deficiencias (Loyaga H. 2020).
De acuerdo con Fullan, Quinn, Drummy & Gardner, (2020), esta estrategia (realidad) se la describe en tres fases:
Disrupción: identifica las respuestas iniciales y las lecciones aprendidas durante los primeros meses de la pandemia.
Transición: describe cómo navegar por la planificación para volver a abrir las escuelas, mientras la pandemia sigue creando incertidumbre.
Reinvención: establece una visión para un enfoque educativo que permita a todos los estudiantes prosperar y los prepara con habilidades para navegar por la ambigüedad y el cambio. (p. 3)
Como se puede observar en la cita, se asumió los “mejores enfoques tradicionales, prácticas innovadoras y conocimientos extraídos del aprendizaje remoto” con el fin de “dar forma a modelos de aprendizaje profundo híbridos nuevos, flexibles y ágiles”. Esto nos indica que estamos a las puertas de un “cambio de paradigma para la educación”. La práctica diaria de la docencia y la investigación nos muestra que los aprendizajes remotos nos llevan a una responsabilidad y compromiso con una auto educación, autoaprendizaje y profesionalización. Entonces, hemos asistido a “un cambio al aprendizaje remoto”, a un proceso prudente de “reapertura de escuelas” y a una “reinvención del aprendizaje”. Esperamos que la asunción de este desafío nos permita que “prosperen el bienestar, la equidad y el aprendizaje de calidad”.
De maera metafórica se puede expresar estas fases como “Zonas”. Una Zona inestable (impacto y la magnitud del cambio pueden ser abrumadores), una Zona de aprendizaje (los sistemas comienzan a evaluar y abordar los problemas de bienestar y equidad); una zona de crecimiento (representa el comienzo de la transformación: la reinvención de la educación), (Fullan, Quinn, Drummy & Garder, 2020). A partir de esto se puede concluir que el proceso educativo derivado de una situación de pandemia, Covid-19, se tradujo en:
El modelo híbrido que combina lo mejor del aprendizaje en la escuela y remoto, con la interacción digital. Es más que una solución rápida. Es una forma de mejorar y acelerar el aprendizaje al proporcionar enfoques centrados en los estudiantes para satisfacer las diversas necesidades que tienen. (Fullan, Quinn, Drummy & Gardner, 2020, p.9)
Según estos autores, se plantea algunos problemas que se han ido descubriendo en el proceso de evaluación de los aprendizajes. Por ejemplo, hacen referencia al tema de los “aprendizajes de calidad”, mismos que se basan en los intereses de los estudiantes. Se mencionan algunas dimensiones que son relevantes para la realización de tales aprendizajes: la “conexión entre propósito y significado”, el “posicionamiento de objetivos de aprendizaje”, el uso de pedagogías atractivas y activas, el desarrollo de relaciones y sentido de pertenencia, entre otras (Fullan, Quinn, Drummy & Gardner, 2020).
Entonces, a partir de lo que se ha reflexionado y propuesto, es pertinente traer a colación un ejemplo sólido de la red global: New Pedagogies for Deep Learning (NPDL), misma que refiere lo siguiente:
Esta combinación de preparación para el cambio y la urgencia que surge de la crisis actual tiene el potencial de cambiar el sistema educativo de una “escolarización” obsoleta a un “aprendizaje” enfocado en el futuro para llevar el aprendizaje fuera del aula y al mundo. (Fullan, Quinn, Drummy & Gardner, 2020, p.15).
Un ejemplo ilustrativo y concreto de lo que estamos reflexionando fue lo que se hizo en el “distrito escolar de Alpine en Utah, EE. UU., el cual respondió con agilidad, al pasar al aprendizaje híbrido total para 85.000 estudiantes en una semana. Veamos las tres condiciones que permitieron una respuesta rápida: una visión clara para aprendizaje profundo, plataformas existentes, bien aprovechadas y familiares a los estudiantes y profesores, y la inversión en desarrollo de capacidades (Fullan, Quinn, Drummy & Gardner, 2020). Otros elementos claves del diseño del aprendizaje que Alpine adoptó simultáneamente fueron: “asociaciones de aprendizaje, entornos de aprendizaje y prácticas pedagógicas”.
Los ejemplos que se han propuesto nos enseñan que tenemos que partir de una visión de lo que significan los aprendizajes más allá de lo básico y común, la potenciación y aprovechamiento de las plataformas o entornos virtuales de aprendizaje existentes, pero sobre todo la motivación y capacitación para potenciar las capacidades aplicadas a las práctica pedagógicas. He aquí el gran reto para nuestras escuelas y unidades educativas ecuatorianas, poner en marcha estas experiencias que nos ayudarán a reinventar nuestra educación (Loyaga H. 2020).
Entonces, para reinventar el aprendizaje, tenemos que reflexionar sobre lo que sabemos sobre el aprendizaje, el nuevo papel de la tecnología y la complejidad de un futuro incierto, e involucrar a todos los que deben ser parte de la solución: estudiantes, padres y familias, educadores e instituciones de la comunidad.
A partir de estas reflexiones me surgen algunas preguntas que tienen que ser respondidas por nuestros lectores, su fin es enriquecer el conocimiento y sobre todo educarnos para aprender a desaprender, aprender a aprender y enseñar en esta situación de pandemia o de educación híbrida.
Las preguntas pertinentes son: ¿Qué tipo de aprendizaje se necesita para esta complejidad actual y futura?, ¿Qué hemos aprendido y estamos aprendiendo del aprendizaje remoto?, ¿Cómo podemos aprovechar mejor la tecnología para el aprendizaje, ahora y en el futuro?, ¿Cómo gestionar y hacer posible una mejor conectividad y más dispositivos para nuestros estudiantes del sector rural y populares?, entre otras.
Si pudiésemos resumir nuestras reflexiones en una frase, esa sería: “con el aprendizaje digital y profundo, los estudiantes pueden aprender donde estén” (Fullan, Quinn, Drummy & Gardner, 2020, p.16), así dejaríamos fuera “los horarios y calendarios escolares tradicionales que proporcionaron más oportunidades para que se enfocaran en sus propias pasiones y para muchos eso incluyó la búsqueda de formas de ayudar a otros en su familia o comunidad” (Tom D’Amico, Director asociado, Ottawa Catholic School Board).
En esta perspectiva los aportes del informe The Class of 2030 and the Life-Ready Learning, son relevantes porque afirman que:
Las relaciones entre profesores y estudiantes siguen siendo claves para el éxito. La reinvención de la educación no debe ser un programa donde “los estudiantes aprenden por su cuenta”. Las asociaciones y los entornos de aprendizaje siguen siendo elementos esenciales de un modelo de aprendizaje enfocado en el futuro. (Fullan, Quinn, Drummy & Gardner, 2020, p.17)
En este sentido, asumimos que nuestras instituciones educativas en Ecuador y Latinoamérica están en este camino de transformación, crecimiento y sobre todo de “reinvensión” y cambio de paradigma educativo. Para lograr este cometido tenemos que seguir innovando, capacitando a nuestros docentes y agentes educativos para esa transformación y evolución a una educación híbrida, como lo señalan Fullan, Quinn, Drummy & Gardner, (2020), “lo que ahora se necesita es un modelo que integre lo mejor del aprendizaje remoto y la enseñanza en la escuela: un nuevo modelo híbrido (p. 18). Como se ha visto, “este modelo híbrido debe adoptar la tecnología digital para ampliar, acelerar y conectar a los estudiantes y el aprendizaje”.
En concordancia con lo anterior, pensamos que es relevante el rol amplio que desempeñan los profesores en el aula y en la investigación colaborativa desde los primeros niveles escolares hasta los niveles superiores y de profesionalización. Si algo hemos intuido en estas reflexiones son las “nuevas habilidades y atributos, junto con un proceso de aprendizaje que integra lo mejor del aprendizaje remoto y presencial con la interacción digital, que impulsan el aprendizaje profundo y ponen en el centro la equidad y el aprendizaje para TODOS” (Fullan, Quinn, Drummy & Gardner, 2020, p.19).
Como se dijo anteriormente al referirnos al proceso de reinvención de una educación del futuro, “el aprendizaje profundo es el proceso por el cual se adquieren estas seis competencias: carácter, comportamiento, colaboración, comunicación, creatividad y pensamiento crítico” (Fullan, Quinn, Drummy & Gardner, 2020, p.21).
Además, si es pertinente “crear las experiencias de aprendizaje profundo más eficaces para apoyar el desarrollo de las Seis competencias globales, se proponen cuatro elementos claves: asociaciones de aprendizaje, entornos de aprendizaje, aprovechamiento de la tecnología digital y las prácticas pedagógicas” (Fullan, Quinn, Drummy & Gardner, 2020, p.21).
Finalmente podemos concluir con el aporte de “educar21.com”. Las competencias y habilidades educativas del siglo XXI como la creatividad, el pensamiento crítico, tareas metodológicas y formas de evaluación, motivación a los estudiantes a resolver problemas de la realidad, el manejo de herramientas computacionales como herramientas de comunicación etc. Veamos la infografía siguiente:

Conclusión
La educación pos pandemia intenta “responder a un mundo cambiante. La educación transforma el mundo” (UNESCO). En este horizonte “el aprendizaje, el bienestar y la equidad” son los tres pilares de una auténtica educación del futuro y la clave de una reinvención del aprendizaje innovador pos pandemia. “La disrupción, la transición y la reinvención” son los elementos que nos llevaron al crecimiento y desarrollo de un nuevo paradigma educativo, un modelo híbrido de aprendizajes que se ubica en la perspectiva de la educación del futuro.
Referencias Bibliográficas
Class of 2030 and Life-Ready Learning http://aka.ms/class2030signup
Educación Siglo XXI, Link de recuperación de la Infografía: https://gesvinromero.com/2016/04/15/8-competencias-educativas-del-siglo-xxi-articulo/
Fullan, M., Quinn, J., Drummy, M., Gardner, M. (2020), “La reinvención de la educación: El futuro del aprendizaje”. Un documento expositivo colaborativo entre New Pedagogies para el aprendizaje profundo y Microsoft Education. http://aka.ms/HybridLearningPaper.
Loyaga M. Héctor (20220). ANÁLISIS COMPARATIVO DE LA POLÍTICA PÚBLICA, DE LA UNIVERSIDAD ECUATORIANA, 2004-2017. Acceder al fondo Editorial de CES-AL: https://ces-al.wixsite.com/website. Recuperado de: http://jmcaste.blogspot.com/2020/09/descargar-libro-analisis-comparativo-de.html
Pateiro Fernández, Eduardo (2020). Educación, pandemia y sociedad: discordancias y contradicciones / education, pandemic and society: disagreements and contradictions / Nº 46 noviembre – diciembre 2020 [pág. 212-221]. Revista CIEG, REVISTA ARBITRADA DEL CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS GERENCIALES (BARQUISIMETO – VENEZUELA). Artículo Científico.
OECD (2012), Equity and Quality in Education: Supporting Disadvantaged Students and Schools, OECD Publishing. http://dx.doi.org/10.1787/9789264130852-en
UNESCO Estefanía Giannini, Assistant-Director-General for Education. Recuperado de: https://en.unesco.org/futuresofeducation
Esta genial el post. Saludos.
La pandemia por sí sola ha logrado más cambios, muchos inimaginables. Este artículo, de calidad y bien logrado, refleja, esos importantes cambios.