Visibilizando nuestra educación

Por: Héctor Loyaga Méndez (PhD)

La finalidad de este artículo es plasmar algunos pensamientos e ideas que se pueden trabajar con docentes a manera de taller de TEORÍA CULTURAL LITERARIA LATINOAMERICANA.

La Metodología que se puede utilizar es: conversatorio, análisis y discusión sobre algunos autores relevantes en la literatura Latinoamericana, los mismos que nos llevan a debatir temas como, cultura literaria, pensamiento andino, teoría de contacto, visibilidad, teorías decoloniales y sobre la emancipación del monopolio del conocimiento y educación.

La intención es analizar estas teorías en relación a la educación que queremos llevar a cabo desde la Universidad, para nuestro país.

La teoría de GLORIA ANZALDÚA, en “La consciencia de la mestiza”, nos lleva al mundo de las fronteras psíquicas (psicológicas), sugiriéndonos que los humanos debemos dar el paso a lo que ella lama “la normalidad” en relación a lo establecido, las relaciones sociales y de poder. De otra manera podemos decir que, se trata de ideas de género, donde los seres humanos podemos caminar hacia una “nueva conciencia”, manifestándonos como seres plurales y diversos. Anzaldúa sugiere que vivimos en una dualidad semejante a la cartesiana, en la que concebimos al mundo como una dualidad de “cuerpo y mente”; ella manifiesta que debemos concebirnos como un todo, “un todo mestizo”.

La autora proclama que, el trabajo de la conciencia mestiza consiste en romper la dualidad sujeto-objeto que la mantiene prisionera y mostrar la carne y a través de las imágenes en su trabajo, cómo la dualidad puede trascender.

En el mismo horizonte, traemos a colación el pensamiento de PABLO PALACIO que nos propone la teoría de la doble y única mujer, donde se plasma “una serie de expresiones difíciles, para explicar mis actitudes intelectuales y mis conformaciones naturales, que se presentan de manera extraordinaria, excepcionalmente, al revés de lo que sucede en la mayoría de los animales que ríen”. Con estas ideas descubrimos que está sugiriendo que, en el ser humano existe una “dualidad”, que lo lleva a una “propiedad que tiene de poder mantener conversación ya sea por uno u otro lado”, y comenta: “Les ha engañado eso del lado”.

Es más explícito cuando expresa lo siguiente: “Mi espalda, mi atrás, es, si nadie se opone, mi pecho de ella. Mi vientre está contrapuesto a mi vientre de ella. Tengo dos cabezas, cuatro brazos, cuatro senos, cuatro piernas, y me han dicho que mis columnas vertebrales, dos hasta la altura de los omóplatos, se unen allí para seguir -robustecida- hasta la región coxígea. Yo-primera soy menor que yo-segunda”.

Queda al descubierto esa cosmovisión dualista que comentaba Anzaldúa, se trata del gran desafío del ser humano, al mismo tiempo es una identidad, pero también es un proceso de conciencia y de educación para superar tal conflicto y frontera.

En otra parte expresa Pablo Palacio que el ser humano camina con un yo segundo, dice: “desde ese momento yo-primera, como superior, ordeno los actos, que son cumplidos sin réplica por yo-segunda. En el momento de una determinación o de un pensamiento, éstos surgen a la vez en mis dos cerebros; por ejemplo “Voy a pasear”, y yo-primera soy quien dirige el paseo y recojo con prioridad todas las sensaciones presentadas ante mí, sensaciones que comunico inmediatamente a yo-segunda” (Palacio, 1923, p. 3). Deja claro que en el ser humano, se proyecta esa cosmovisión doble a la hora de actuar, pero a la vez derriba fronteras de género (Yo primera –Yo segunda), de poder, de relaciones y hasta de vida. De esta Manera con Anzaldúa y Palacio, hemos tomado conciencia que el ser humano se pone fronteras, pero que ellas son solamente mentales y psicológicas; lanza el desafío a cruzar esas fronteras por medio de la educación, la toma de conciencia, la situación de escenarios y la superación de la historia propia y de su entorno. Finalmente se puede decir que en Anzaldúa descubrimos poesía crítica y en Palacio ideas filosóficas, expresadas de forma literaria. Estos dos textos promueven una educación y un pensamiento crítico sobre la visión de sí mismo y del otro como base de la construcción de una sociedad igualitaria, inclusiva y ética.

En esta perspectiva de reflexión crítica y educativa, pasamos a abordar lo que nos presenta SILVIA RIVERA CUSICANQUI, se trata de un ensayo de “sociología de la imagen” extraído de un libro de la época colonial del Virreinato Peruano, se denomina: “Su Primera Nueva Crónica y Buen Gobierno”, donde se pone de manifiesto lo que escribió Waman Puma en los años 1612-1615, una “carta dirigida al Rey de España, con más de trescientos dibujos a tinta”. Esta misiva está “plagada de términos y giros del habla oral en quechwa, de canciones y jayllis en aymara y de nociones como el Mundo al Revés”, donde se expresa la forma en que se colonizó y se trató al indio en su propia tierra.

La autora Cusicanqui expresa que “hay en el colonialismo una función muy peculiar de las palabras: las palabras no designan, sino encubren, y esto es particularmente evidente en la fase republicana, cuando se tuvieron que adoptar ideologías igualitarias y al mismo tiempo escamotear los derechos ciudadanos a una mayoría de la población”. Aquí también se puede leer entre líneas cómo su pensamiento nos lleva a tomar conciencia de las palabras, del discurso oficial, de lo que dicen los autorizados a hablar, pero que en realidad están encubriendo realidades, problemas y situaciones de las personas, de la sociedad, y no se dice de frente las cosas, existe una especie de doble discurso, doble visión, para llevar a las personas a situarse en escenarios ficticios, preparados por el poder o por los interesados en mantener el estatus quo.

Podemos señalar también que, desde una perspectiva histórica, la autora piensa que “las imágenes me han permitido descubrir sentidos no censurados por la lengua oficial”. “Un ejemplo de ello es el trabajo de Waman Puma de Ayala, cuya obra se desconoció por varios siglos, y hoy es objeto de múltiples estudios académicos”. Es elocuente lo que Cusicanqui, expresa de manera literaria, la relación de poder, de desigualdad, de encubrimiento de la verdad, dicha de manera oficial. Este aspecto debemos llevarlo a la educación de nuestros jóvenes, a ser responsables de nuestra historia, de nuestros procesos de construcción social, intelectual y personal. Lo que pasó en la colonia, fue muy despreciable por los hechos y formas de tratar a los indios del nuevo mundo, y que hoy, nunca más debemos retornar a esa realidad de desprecio, de exclusión de deshumanidad y nada educativo, en un “Mundo al Revés como una idea recurrente en Waman Puma”. Y más aún se expresaba de manera espiritual o religioso: “con la comida se sirve a Dios y a su Majestad. Y adoramos a Dios con ella. Sin la comida no hay hombre ni fuerza” (p. 1027).

En este horizonte de reflexión, profundizamos estas ideas con lo que nos propone EL SUEÑO DEL PONGO DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS, donde se expone de manera literaria esas relaciones sociales y oficiales avaladas por lo religioso y trascendente. Veamos algunos aspectos de este apoteósico cuento. En primer lugar la figura del Pongo (Hombrecito pequeño), por otro lado la figura del Patrón (Hombre tosco y despreciable), en esa relación se descubre el juego de las sensibilidades humanas, naturales. El Pongo embadurnado de Nafta, representa toda la explotación natural; la narración del Pongo, expresa también la igualdad frente a Dios, se ven desnudos, y lamiéndose el uno al otro. La imagen religiosa que envuelve a los dos, al patrón y al Pongo, hace que se den cuenta que son seres humanos con dignidad. La vergüenza que el patrón hace pasar al hombrecito delante de los demás, expresa el desprecio del blanco por el indio. Todo lo dicho se expresa de manera maravillosa en este sueño, que el pequeño hombrecito decide expresar en una locura de ponerse al mismo nivel de derechos, hablar al patrón y decirle en la cara unas cuantas verdades sobre la igualdad, la dignidad y realidad que se tiene delante del Dios de la vida y de la justicia.

El Pongo manifiesta esa combinación de la oralidad con la escritura, donde se ve que no existe superioridad de la una sobre la otra. Parece que Arguedas se refiere a esas múltiples sensibilidades, acude al olfato, a los sentidos y donde finalmente es superado por un todo corporal. Desde esta perspectiva “las culturas colonizadas deben diseñar tácticas”, frente una cultura hegemónica y de poder. El Indio tenía que desarrollar nuevos sentidos, nuevas formas de escribir, de hablar, con el fin de enfrentar al colonizador, parece que allí se fue perdiendo toda una cultura de oralidad y de riqueza propias. La educación, tiene y debe ir al rescate de nuestras propias formas de resistencia a la cultura reinante y dominante, desde una educación crítica, histórica y responsable.

Continuando con nuestras reflexiones literarias en perspectiva educativa, que aparentemente invisibilizan la realidad, literariamente visibilizan nuestra historia, nuestra filosofía y nuestra forma de ser, socialmente y humanamente. Es en este sentido que tomamos los aportes de: LOS DISCURSOS AL MARGEN DE LA HISTORIA, DE ANA PIZARRO, quien a través de su obra en portugués y mezcla de español, expresa a través de los actores una interesante trama en su narrativa. La sitúa en lugares rurales y de costumbres propias del sertao. Los personajes como el Seringuero (el Cauchero, el varón del caucho), El señor Arana (peruano), evidencian esa mezcla cultural y de poder. Un aspecto relevante es la historia del caucho en la selva amazónica; donde un Seringuero se emancipa mediante la fortuna que adquiere en su turbio trabajo (explotador). El texto es de Euclides da Cunha, un escritor brasileño, que intentó narrar esta gran épica de la Amazonía. En cuyos escritos, se pone de manifiesto “la crítica literaria y de la cultura, que no puede ser un patrimonio institucionalizado, es más bien un territorio inestable, que se puede en cualquier momento necesitar, desarmar para rearticular, de acuerdo con los flujos, la percepción de la historia social”. Queda evidenciada “la pugna por ser reconocido como una persona con derechos, un trabajador que a través de su relación con la gente del Sertao da Bahía, se erige como el gran magnate del caucho”. Toda esta realidad narrativa, es la puesta en evidencia de la “literatura decimonónica, donde dichos personajes sobresalen por su clase social, que según la autora quedan al margen”. Se trata de un discurso donde lo europeo,  disminuye lo regional y donde el “deber ser” se antepone a lo natural, libre. Se manifiesta que “lo ideal y lo “hermoso” se prefiere a lo que queda al margen, a lo rechazado por la sociedad imperante”. Estos rasgos expuestos también se expresan en otras obras como las de Esteban Echeverría en “El matadero”, de Jorge Isaac en “María”, y en Miguel Riofrío en su gran obra “La emancipada”. Aquí cabe decir que nuestra educación debe ser crítica con respecto a este debate, ser más inclusiva, igualitaria, emancipadora y sobre todo valorar lo propio y promover la justicia social.

En esta línea de pensamiento se relaciona lo que ROBERTO ARLT, narra en el JOROBADITO, una deformidad que evidencia una “excentricidad”, por lo mismo no es posible pertenecer a la periferia. Por este motivo vemos en este personaje el odio que  demuestra maltratando a  una cerda, marrana, inocente, que convivía con él a la vista de los demás. El patrón o personaje respetado, desea retorcerle el pescuezo al jorobadito, porque descubre que es un acto más ruinoso e imprudente y que puede perjudicar a sus intereses al atentar contra la existencia de un benefactor de la humanidad. Además, se narra que “los exagerados rumores desparramados con motivo de la conducta que observaba en compañía de Rigoletto, el jorobadito, en la casa de la señora X, apartaron en su tiempo a mucha gente de mi lado”, dice el patrón. Todo esto nos lleva a pensar que existe una sociedad que rechaza y denigra todo aquello que no es aceptado por todos. Por tal motivo el narrador dice que “son seres perversos, endemoniados, protervos”, de manera que al estrangularlo a Rigoletto, está haciendo un inmenso favor a la sociedad, dice: “pues he librado a todos los corazones sensibles como el mío de un espectáculo pavoroso y repugnante”.

La actitud tan cruel del jorobadito, a tal punto que “me veía obligado a decirle todos los días: –Mirá, Rigoletto, no seas perverso”. Le decía con un tono de mando “prefiero cualquier cosa a verte pegándole con un látigo a una inocente cerda”. “No te ha hecho nada, y vos contumaz, obstinado, cruel, desfogas tus furores en la pobre bestia”. La expresión de violencia por parte del Jorobado, llegó a punto de decir: “como me embrome mucho la voy a rociar de petróleo a la “chancha” y luego le prendo fuego”.

Con estas expresiones se evidencia -como en los anteriores autores- la resistencia, la marginalidad en que vivía y se sentía el Jorobadito, para descargar su inconformidad de esa manera con un ser indefenso (expresión de las relaciones entre sujeto y objeto).

En continuidad con lo expresado, se perfila un breve rayo de amoríos en la casa de la Señora X, “yo hacía de novio” de una de las niñas. “Fui atraído a la intimidad de esa familia”. Es la expresión de poder de unos sobre los otros, que con una relación de intimidad hace ver las diferencias sociales que separan a ambos sujetos de una misma sociedad. Por eso manifiesta que, “estaba yo sentado frente a una mesa, meditando, con la nariz metida en mi taza de café, cuando, al levantar la vista distinguí a un jorobadito que con los pies a dos cuartas del suelo y en mangas de camisa, me observaba con toda atención, sentado del modo más indecoroso del mundo, pues había puesto la silla al revés y apoyaba sus brazos en el respaldo de ésta”. Mediante este pensamiento deja claro que la actitud de marginación impuesta del uno al otro, aun haciendo sentir al jorobado libre y pese a haberlo proclamado, él seguía sintiéndose marginado y minusvalorado. Sin embargo, es elocuente considerar que en esta obra literaria se visibiliza el desprecio por el otro, al negarle sus derechos y posibilidades. Bien puede alguien sentirse libre y expresar lo que piensa y siente en todos los espacios de la sociedad, pero si no existe una reciprocidad de reconocimiento, todo sentimiento de libertad quedará flotando en el vacío. De ahí, pues, la respuesta del Jorobadito, que de manera irónica dice: “¡Qué buen mozo es usted! Seguramente que no deben faltarle novias”.

Si todo esto lo aplicamos a la educación, estamos enfocando y ayudando a nuestros estudiantes a entender la complejidad de una sociedad que vive una ambigüedad entre “sujeto y objeto”, una realidad que hay que superar dejando atrás el utilitarismo, lo desechable y educando para la libertad, la inclusión, la igualdad, pero sobre todo, ayudar a nuestros estudiantes a “Ser ellos mismos, pensar y actuar  por sí mismos”, sin temores, ni condicionamientos humanos, ni del entorno social. Ser libres, conscientes y responsables de sí mismos y del otro, como superación del utilitarismo y cosificación del ser humano en sus dimensiones más elevadas.

Continuando con este exquisito debate, surtido de una riqueza literaria, misma que visibiliza nuestra cultura, nuestra idiosincrasia y nuestra historia hispanoamericana,  acogemos lo que expresa SILVIA WINTER 1492, EN UNA NUEVA VISIÓN DEL MUNDO, nos propone algunas ideas genuinas de lectura crítica y descolonizadora. En relación con nuestros procesos, conviene proyectar esta mirada en vistas a conquistar una sociedad libre, justa y solidaria. La discusión plantea la siguiente interrogante: ¿Cómo debe interpretarse el gran suceso de 1492? ¿Debería percibirse desde la perspectiva de los celebradores, es decir, como un “hecho glorioso”, un “hecho heroico y audaz” de descubrimiento y exploración, un triunfo para el Oeste cristiano que debía liberar a los pueblos indígenas de su “Edad de Piedra”, de su existencia desprovista de la rueda (Hart, 1911) ¿O debería percibirse desde la perspectiva de los que disienten, como uno de los “crímenes monumentales de la historia”, como una invasión y conquista brutal que condujo a un nivel de extinción genocida y a un desastre ecológico aún en curso, sin precedentes en la historia de la humanidad?

Como resultado de ello, y mientras en América Latina se vive “la unión de sangres y culturas creó ‘La Raza’ y a los nuevos pueblos mestizos que conforman en la actualidad a la mayoría de los latinoamericanos”, la América del Norte sigue siendo blanca, allí “donde los nativos fueron excluidos, expulsados de sus tierras, y eventualmente exterminados”. Michel Foucault (1973) argumenta que una historia de lo específicamente humano necesita tomar como punto de partida las diferentes maneras en que cada individuo y cada grupo humano representan y simbolizan sus formas de vida. Como se ve, el rol colonizador del mercantilismo, tan conocido por todos, da muestras de que Europa tenía y debía expandirse al nuevo mundo que se abría hacia el occidente, hacia la faz de un horizonte advenido bajo el signo de la utopía del descubrimiento.

Mirar la historia del mundo desde otra óptica; el a priori de la matrix cognitiva de occidente; la idea de totalidad del mundo, dan inicio a  una nueva imagen de nuestra realidad. De este modo se proyecta la idea de “Raza como la unión de sangres y culturas”. El Propter Nos, como manera específica de cognición (es decir, por la contra premisa a la visión teocéntrica del escolasticismo (Hallyn, 1990: 56—57). Las preguntas por el altruismo: las podemos relacionar con los distintos campos mentales y sistemas simbólicos; el encuentro de culturas era una negociación, la resistencia como una forma de sobrevivir. El orgullo de sus raíces, desde una visión de los Orixás y Mamae Oxum, como su matrix cultural y natural. El relato de la genealogía cristiana que perpetuaba la raza, las costumbres, la historia y la utopía de lo trascendente.

Finalmente, con CONCEIÇÃO EVARISTO, en esa noble obra literaria: “Olhos d´Agua/María”; ésta autora propone un texto poético, profundo sobre la búsqueda constante del color de los ojos de su madre.   “Quizás eran color de agua, color que es el de las lágrimas” comenta ella.

Cuando se habla del agua, se puede decir que se relaciona con “el mar que transporta a los esclavos de África a Europa y América”.  Se percibe a la vez en el texto “el orgullo de una raza que hereda rasgos de identidad, expresados en “el color de los ojos, rasgos heredados a los hijos”, como es el caso de la hija de la protagonista de la obra. Como se constata en lo que expresa la autora del cuento en su lengua portuguesa: “Hoje, quando já alcancei a cor dos olhos de minha mãe, tento descobrir a cor dos olhos de minha filha. Faço a brincadeira em que os olhos de uma são o espelho dos olhos da outra. E um dia desses me surpreendi com um gesto de minha menina” (Conceição, 2014, p. 4).

Con este texto se evidencia el descubrimiento de una historia, tradición y costumbres, que a pesar de haber sido víctimas, son asumidas con alegría y con hermosura, por el hecho de haberse reencontrado con la fuente de su origen y su identidad. Además, se trata de identificarse con sus raíces ancestrales, pero también ese proceso de descolonización de todo lo que significó la conquista para nuestras culturas negras e indígenas del siglo XV. Parece que la autora de este “bello poema”, pretende denunciar el racismo expresado en el color de los ojos y el color de su identidad.

En fin, se ve que se propone una manera nueva de enfrentar y asumir este encuentro de razas, la de los opresores y las de las víctimas, sin embargo se trata de mirar desde una actitud alegre, libre y conciliadora, que desde el horizonte de las víctimas es una forma de identidad, libertad y acogida, expresada en el color de los ojos de todas las generaciones venideras. Esta realidad expresada así, nos lleva a plantear una educación dignificante, alegre y comprometida con las culturas y valores ancestrales.

Para finalizar estas reflexiones, quisiera decir que lo más relevante de este taller es, poder visibilizar los grandes temas de la cultura, la historia, filosofía y el pensamiento latinoamericano (del Caribe), a través de la Literatura; analizada desde una visión crítica y esperanzadora. Gracias por esta oportunidad de pensar y repensar nuestra historia, identidad y valores, por medio de la lectura inteligente de algunos autores que han visibilizado nuestras raíces ancestrales, encuentros de razas y una resistencia estratégica, frente al nuevo colonialismo del imperio neo liberal capitalista.

 Referencias Bibliográficas

  1. Anzaldúa, Gloria (1987). La consciencia de la mestiza: Towards a New Consciousness, en: Id., Borderlands/La frontera, San Francisco, pp. 99-217.  (Texto en PDF).
  2. Arguedas José María, (1965). El sueño del pongo (Texto en PDF).
  3. Arlt, Roberto (1927). El jorobadito (Texto en PDF).
  4. Evaristo, Conceição (2014). Olhos d´Agua/María, (Texto en PDF).
  5. Nina Fernando (2019). “Taller de teoría literaria”. Grabado en la UNAE, teléfono celular -grabadora. Azogues, Ecuador.
  6. Palacio Pablo, (1927). La doble y única mujer, (Texto en PDF).
  7. Pizarro, Ana (2009). Al margen de la historia, en: Casa de las Américas 256 (2009), pp. 94-103 (Texto en PDF).
  8. Rivera Cusicanqui, (2010). Sociología de la imagen. Una visión desde la historia colonial andina, en: Id., Chixinakax utxiwa: una reflexión sobre prácticas y discursos descolonizadores, pp. 19-51. (Texto en PDF).
  9. Wynter, Silvia (1992). Una nueva visión del mundo (1492), (Ponencia presentada en el Smithsonian Institute, (Texto en PDF).

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