Las miradas de los maestros sobre la Educación en tiempos de pandemia
Por: Erick Jara,Mateo Silva, Jonnathan Uyaguari, Jenny Padilla y JM Castellano
Este segundo reportaje de entrevistas intenta recoger la percepción y experiencia de los maestros de Educación Básica sobre la Educación en tiempos de pandemias. LA CLAVE se siente orgullosa por los comentarios brindados por estos profesionales de la Educación que han expresado su agradecimiento “por tomar en cuenta la opinión de los docentes, que muchas veces su labor es solo juzgada y desvalorizada, y resulta muy bueno que abran un espacio en el que la opinión de nosotros también sea escuchada“.
Esta nueva serie de entrevistas intenta dar respuestas a las siguientes cinco preguntas:
1.- ¿Qué ha supuesto para Ud. como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
2.- ¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
3.-¿Cómo valora el proceso de adaptación de los jóvenes estudiantes?
4.- ¿Ha percibido un nuevo rol de los padres ante esta nueva realidad?
5.- ¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?

Dunia Carolina Ordoñez Procel, 35 años. Docente. Máster Universitario en Formación y Perfeccionamiento del Profesorado. Cinco años de experiencia docente.
¿Qué ha supuesto para Ud., como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
Creo que en lo personal ha sido un gran reto profesional. Estar acostumbrado a un trato diario y cambiar de un momento a otro a lo virtual ha sido muy desafiante. Al inicio del año lectivo, en el régimen Costa, todo era nuevo para mis estudiantes, debido a que en la institución educativa donde laboro no contaba con los recursos digitales, que les hubiese permitido con anterioridad haber adquirido capacidades para enfrentar esta situación de la pandemia. Y fue tanto para el docente como para los estudiantes un gran reto, muy desafiante, pero que ha sido un proceso llevadero en el cual puedo decir que me siento muy satisfecha por lo que hemos logrado hasta el momento.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
Como grandes ventajas veo la interacción entre la comunidad educativa. Los estudiantes son los actores de su propio aprendizaje. El plan Aprendamos juntos desde casa involucra a la familia, al docente y a los estudiantes, ha convertido en un gran proceso de ayuda donde todos estamos interactuando, donde todos nos estamos comunicando. Quizá como desventaja o inconveniente es la situación geográfica donde viven mis estudiantes, ya que los servicios públicos son muy limitados, muy escasos, hablando de energía eléctrica y de internet, son de muy baja calidad, muy deficientes. Entonces hemos tenido que alternar nuestros horarios de clases virtuales, modificarlos constantemente. Por ejemplo, yo tengo un horario por la mañana y a veces cuando la energía eléctrica se les va a los estudiantes, pues me toca estar modificando, estar localizándolos para una nueva clase o quizá para retroalimentar. Estos aspectos, situación geográfica y servicios públicos, han sido las desventajas para llegar de una forma más eficiente a los estudiantes.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los estudiantes?
Mis niños cada día me sorprenden. Se han adaptado con mucha facilidad a estos cambios. Claro que al inicio con un poco de dificultad. Es normal, por no conocer el uso de ciertas plataformas de comunicación. Pienso que es cuestión de ir buscando las estrategias, las metodologías para llegar a ellos, de no encerrarse, de no enfrascarse, es decir, no tienen internet, yo no voy a dar clases. No, no es así. Los estudiantes necesitaban de nuestro acompañamiento pedagógico y en ese aspecto sí puedo destacar lo que como docente a ese acompañamiento pedagógico ha sido de forma constante. Ellos nunca han estado abandonados y tienen, por decirlo, una maestra comprometida con ellos, que si tengo que contestar llamadas o mensajes a la noche o en horarios que ya no están establecidos lo hago con mucho gusto o les solvento sus inquietudes a padres de familia. Entonces veo que el proceso de los estudiantes en este aspecto sí ha sido favorecedor. Para ellos el cambio es algo constante, algo también que de fácil adaptación lo han hecho y yo veo que ahora son más responsables, más preocupados, interactúan mucho más que cuando estábamos en una clase presencial.
¿Ha percibido un cambio en el rol de los padres ante esta nueva realidad?
Sí, sin duda alguna, ha sido para bien. En el caso muy particular de mi institución educativa, yo felicito a diario esa labor que hacen los padres de familia. Ellos se han involucrado mucho más en el proceso de enseñanza aprendizaje de sus hijos. Han adquirido un rol de maestro sin título, así les digo yo. Pienso que después de esta situación de la pandemia, los padres de familia van a estar más presentes en las instituciones educativas, involucrándose mucho más por el bienestar de sus hijos; ya no veremos más padres de familia ausentes en su mayoría, como antes lo hacían de forma presencial. Estaban como a un ladito del proceso de enseñanza aprendizaje de sus hijos, no había un compromiso, quizá por las labores, el trabajo mismo, o quizá porque no querían también. Creo que después de esta terrible pandemia vamos a ver padres de familia mucho más comprometidos con sus hijos.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?
Pienso que sí. La emergencia sanitaria ha sido el inicio de una gran reestructuración en el aspecto administrativo, pedagógico, humanista, holístico y psico-emocional. En el campo educativo, ya nada volverá a ser igual. Lamentablemente y quizás también felizmente podría decirlo así, porque esto nos ha ayudado a reinventarnos como docentes. Al mismo Ministerio de Educación le ha tocado reinventarse e adquirir las plataformas virtuales para la comunicación con nuestros estudiantes en trabajar mucho más en el campo pedagógico. Entonces, cuando nosotros regresemos a nuestras instituciones educativas, pienso que habremos adquirido las competencias digitales necesarias, que nos permitan involucrar más a los estudiantes en su proceso de aprendizaje. Cuando esta pandemia sea superada, encontraremos docentes más empáticos, más solidarios con nuestros estudiantes, padres de familia más comprometidos con sus representados y estudiantes muchísimo más activos y más responsables. Creo que saco a relucir esto porque ha sido una transformación total para todos, o como lo dije al inicio, muy desafiante, un proceso complejo, pero no imposible. Creo que depende mucho de cómo lo veamos y de las limitaciones que a veces, como profesionales quizá nos ponemos en nuestro cerebro de decir no voy a poder. Lamentablemente ese no puedo no existe, porque debemos hacerle el frente, hacer el frente y salir adelante y ver que nuestros estudiantes necesitan más que nunca sobre todo esto del aspecto socio emocional, psico-emocional. Tendremos que trabajar muy duro con nuestros estudiantes en esos aspectos cuando regresemos a nuestras instituciones educativas.

Pablo Gabriel Carpio Espinoza, 32 años. Docente. Educador inicial de parvulario Cuatro años de experiencia docente.
¿Qué ha supuesto para Ud., como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
Tanto docentes como estudiantes nos tuvimos que acoplar a la nueva modalidad, a utilizar nuevos recursos y buscar estrategias para tener un aprendizaje significativo con el uso de estas nuevas tecnologías de información y comunicación.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
Primero, tenemos que partir de las TIC. Debemos tomar en cuenta que las nuevas tecnologías de la información y de comunicación representan un instrumento para la educación. Vivimos en un tiempo en la que los y las niñas se adaptan fácilmente a nuevos procesos. También, de una u otra forma todos podemos tener acceso a ellas. Bueno, no todos. La mayoría de personas sí. Pero existe una gran problemática que es el acceso al Internet y la falta de calidad de señal en algunos sectores. Hablando de la ciudad de Cuenca y la carencia de dispositivos tecnológicos en algunos ni siquiera soportan o no les ponen nuevas aplicaciones virtuales en las cuales el docente busca llegar a cada uno de los de los estudiantes. Y en algunos casos; por ejemplo, en algunas familias tienen un solo computador para toda la familia, lo que permite concluir que si la educación en línea puede ser efectiva en algunos casos, pero en otros casos no es tan efectiva.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los estudiantes?
Todo depende de las estrategias educativas que se empleen para una adaptación favorable de este proceso. Existe una gran variedad de estudios que pretende ofertar toda una serie de claves, que orientan a los docentes a implementar o también a adaptar a los y las estudiantes en una educación virtual. Por ejemplo, algunos desarrollan contenidos de forma contextualizada, una forma coherente, estructurados o basados en las necesidades y carencias de los y las estudiantes. Hay que ver eso primordialmente, porque tenemos que saber cuál es la necesidad que ellos tienen. Nunca será igual a las clases presenciales o a lo menos en el ámbito educativo o escolar. Si hablamos del ámbito educativo universitario es diferente, porque los dos tienen un concepto diferente de educación, a diferencia del ámbito escolar, ya que en el aula de clase del aprendizaje se puede medir de mejor manera a diferencia en la virtual. Sin embargo, los estudiantes han demostrado una adaptación media, porque el docente no puede saber a ciencia cierta si la información brindada es percibida por ellos. En esta modalidad se usan las plataformas digitales y como docentes no se puede exigir al alumno a que encienda la cámara, que un alumno pregunte o tú le preguntes, no es obligación del alumno responder, entonces no se puede valorar este proceso de adaptación.
¿Ha percibido un cambio en el rol de los padres ante esta nueva realidad?
Sí. El rol de los padres cumple un papel muy importante en esta modalidad. Y ellos son los verdaderos educadores del conocimiento de sus hijos. ¿Por qué? Ya que ellos son los que deben estar más al pendiente. Por ejemplo, deben estar al pendiente de que sus hijos se conecten a clases, deben estar pendientes de que entreguen los deberes, ellos son los encargados de entregar los deberes enviados por el docente a sus hijos y a su vez, ese deber de los hijos deben ser entregados al docente. Entonces, sí existe un gran cambio en la mayoría de los padres. Cada docente cumple el trabajo de dar seguimiento a cada padre para que cumpla este nuevo rol, como co-educadores, los padres se convierten en con-educadores de sus hijos.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?
Puede ser una modalidad buena, siempre y cuando se tenga todas las facilidades para que pueda ser utilizada. Pero lamentablemente en nuestra sociedad no todos están al alcance de la misma manera, al alcance de las tecnologías. No existe un compromiso efectivo por parte de los representantes, ya que, como experiencia, hay algunos padres de familia en la modalidad normal que buscaba al maestro para deberes, trabajos, ese tipo de cosas. En esta nueva modalidad el docente tiene que estar detrás de un alto número de padres para que sus hijos respondan. Entonces, si hay un cierto descuido en algunos de los padres. Voy a ser muy sincero, por más empeño que pongan para esta modalidad, siempre va a existir duda por parte de los estudiantes, que no pueden ser solventados por los representantes y existe un gran retraso en la educación, aunque damos retroalimentación a los padres para que a su vez ellos alimenten a sus hijos. Muchas de las veces en el área presencial, un niño tiene dudas y es solventada por otro niño, que tal vez el docente indicó algo y el niño no pudo percibir esta información, pero viene un amigo le dice mira, es así, así, así. Y eso no se puede solventar en la modalidad virtual. Entonces es una adaptación que debe ir cambiando paulatinamente.

Tania Marilis Sangoquiza Castro, 40 años, Docente de Inglés. Diecisiete años de experiencia.
¿Qué ha supuesto para Ud., como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
El cambio fue bastante radical, tanto de forma como de fondo, porque como docentes teníamos establecido una rutina de enseñanza y aprendizaje con nuestros estudiantes. Pero la emergencia sanitaria nos llevó a poner en práctica un método constructivista, donde el docente debe ser capaz de crear, planificar, plantear y proponer actividades que generen la autonomía de los estudiantes, que nos costaba muchísimo. Además de una continua capacitación en las TIC, para poder hacer nuestras clases más dinámicas y proactivas. Y a través de una pantalla, poder tener la atención de los niños. Todos los niños son un mundo completamente diferente. A muchos de ellos les gusta esto de estar en casa, a otros se les dificulta un poco, más porque tienen incluso inconvenientes para mantener su atención. Todo depende mucho de nosotros, de poder transmitirles confianza para mantenerse en línea, pero también proponer actividades que ellos puedan intervenir.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
Como ventajas tenemos el incremento de la responsabilidad en cuanto a los estudiantes para estar pendientes de sus horarios y de la entrega de actividades. Pero también porque muchos de ellos se quedan solos en casa. Entonces han creado incluso una autonomía o un grado de madurez, que muchos de ellos no están acorde a su edad. Ahora los papitos salen a trabajar y son los niños quienes independientemente toman la responsabilidad de sus estudios. Se conectan a clases, presentan deberes, etcétera. En el caso de los padres de familia, están mucho más involucrados y comunicándose con los con los docentes o en este caso articulando la comunicación con la institución.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los estudiantes?
Pues aún después de casi un año que ha pasado de la pandemia, tantos docentes, padres de familia y estudiantes, seguimos tratando de adaptarnos a este sistema, a crear nuevos hábitos y rutinas de trabajo. Y los retos que cada día implica para nosotros del nivel de Internet son sumamente básico ahora para nosotros como docentes, porque depende mucho de eso la calidad de la clase. También ha habido muchas dificultades por la situación económica que viven muchas familias. Entonces estamos avanzando de a poco; como te mencioné, tratando de adaptarnos todavía al nuevo sistema, no recalcando también la necesidad de establecer la constante comunicación con los padres de familia. En el caso de nosotros, como docentes, bueno, por mi parte, yo te voy a hablar personalmente, trato de estar siempre a disposición de los niños, o papitos, está siempre mi teléfono a la orden, cualquier inconveniente que tienen lo resolvemos. Me conecto con cada uno de ellos si lo necesitan y lo requieren. Pero no así todos los docentes somos del mismo criterio. Si aún tenemos docentes que están cerrados a cierto nivel de jerarquía en el que el docente no es igual que un padre de familia. Si tal vez nuestros conocimientos no son iguales, pero, si la calidad del servicio que nosotros demos a los niños y padres de familia es muy importante ahora para que ellos puedan tener la confianza, así como la apertura de exponer las diferentes vicisitudes que tienen y poder ayudarlos siendo empáticos con ellos.
¿Ha percibido un cambio en el rol de los padres ante esta nueva realidad?
Hay cambios positivos y negativos. Desde mi punto de vista el cambio positivo es que los padres se han abierto de tal manera suelen decir: “profe, ayúdeme, profe, hoy no pude enviarle la tarea, profe, estos casi no comprendo, profe, sí, y están comunicando, se están saltando, profe de mi hijito está enfermo, profe pero ya le hago, pero ya le envío”. Aunque, otros no lo hacen así, incluso tengo niños que los padres les dejan con la Tablet, el teléfono y los niños toman una foto de la clase, salen y les envían a los papás como evidencia de que están en clases, pero no han asistido a ningún. Pero de ahí, creo que el cambio ha sido positivo en cuanto a responsabilidad y de cumplimiento, pero también se ha generado muchísimo estrés, muchos padres han perdido sus empleos y obviamente al estar encerrados todo el día con sus hijos ha generado bastante violencia intrafamiliar, bastante agresión contra los niños. También tenemos otro tipo de papás donde el niño es responsable, le dice mami baja el volumen y la mamá le dice no me molestes, vos sigue en tu clase y ya está. Y no se da cuenta la mamita que el niño está trabajando y que los docentes podemos escuchar ese tipo de respuesta. Todos los papás están llamados a mantener o a darles a ellos la facilidad de que tengan un buen ambiente de trabajo para poder comprender, para poder atender. Y de alguna manera, poder llegar al aprendizaje.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?
Pues el mismo hecho de que como docentes nos vemos obligados a actualizarnos en la tecnología, a generar de forma creativa actividades para nuestros niños. Pues sí, pero una de las dificultades más grandes que tenemos en el sistema educativo fiscal es que en la institución no tenemos los recursos tecnológicos. Entonces, claro, si bien es cierto nos hemos preparado, podemos de pronto proponer y enviar por chat también una vez que ya hemos superado la pandemia, enviar por chat, pero ya no es lo mismo, no va a hacer el trabajo guiado, sino una actividad por fuera que el niño pueda realizar. Pero de ahí a mí me encantaría tener el tipo de clase que puedo presentar ahora con vídeos, con diapositivas, tener un buen proyector o trabajar de esa manera con mis niños en el aula. Pero en el sistema fiscal no tenemos los recursos.

Cristoffer Damián Calle Tello, 33 años. Docente de Educación Física en Educación Básica. Seis años de experiencia.
¿Qué ha supuesto para Ud., como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
Para nosotros ha sido un volver a estudiar y actualizarnos con los medios tecnológicos para estar a la par con los estudiantes y que ellos puedan aprender y nosotros impartir nuestras clases.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
La ventaja, por lo general, es la puntualidad de los chicos y la desventaja sería el problema de conectividad. Por ejemplo, nuestra institución es céntrica en la ciudad de Azogues y la mayoría de los alumnos no disponen de un Internet de alta calidad, se nos corta, se nos va, no ingresan a las clases.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los estudiantes?
Ha sido muy duro, muy complicado llegar a tener la totalidad de los estudiantes en cada uno de los grados y paralelos. No llegamos a un 100%, de los estudiantes en clases.
¿Ha percibido un cambio en el rol de los padres ante esta nueva realidad?
Un cambio de 180 grados, diría yo, porque ahora se dan cuenta o valoran el trabajo arduo y duro que del docente, que incluso, hablando por la remuneración, creo que nos deberían pagar mucho más.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?
Creo que si se rompen barreras y llegáramos a todos los lugares y como sabemos, la educación es el pilar fundamental, para superarlo y seguir adelante.

Ana Salomé Gómez Olmedo, 39 años. Docente de Educación Básica. Nueve años de experiencia.
¿Qué ha supuesto para Ud., como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
Bueno, la verdad es que ha sido un cambio total, porque nos tocó reinventar las nuevas formas de llegar a los estudiantes, tanto en las estrategias como en las técnicas para que ellos sigan desarrollando sus destrezas pero a la vez se sientan seguros en sus hogares. Ante esta pandemia nos tocó compartir el tiempo de maestras y de madres con nuestros hijos. Se encuentran, en cierta manera, solos, dado que coinciden sus horarios de clases con nuestro trabajo y ellos no tienen el tiempo que se merecen y que necesitan.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
Bueno, como ventajas aprender nuevas competencias, crear comunidad de conocimientos, reducir gastos en educación, dado que como ya no hay que pagar lo que es el recorrido, ella tienen a la mano lo que son alimentos y una actualización constante tanto de docentes como estudiantes en manejo de diferentes plataformas, un poco más confortable. Puede ser en un sillón, a veces incluso en la cama, si es que está haciendo frío. Tanto los estudiantes como docentes superan límites de tiempo y espacio. También estamos desarrollando una cultura tecnológica, que especialmente en lo que es fiscal cuenta con ciertas carencias de tecnología y de computadoras, pues ahora están haciendo uso de ellos y también enriquecen lo que es en la prensa el pensamiento crítico y constructivo en desventajas. Creo que lo más difícil ha sido organizar el tiempo de estudio con el de ocio, dado que siempre nosotros relacionábamos la casa con el descanso o el tiempo de ocio y ahora tenemos que compartir el mismo espacio para lo que es el ocio y los estudios. También requiere autodisciplina por parte de los estudiantes, constancia, en lo que sus horarios, cumplir con sus tareas, una cierto soledad también, ya que no todos cuentan con sus padres ahí en la casa y están solitos, una buena tecnología, dado que el internet no es bueno, pues sus clases de sus clases se cuelgan, salen de las plataformas, no todas las clases se ven beneficiadas en esta parte virtual. Hay otras clases que necesitan ser más prácticas y tener un contacto físico con los estudiantes y también cuando se realiza evaluaciones, pues son evaluaciones falsas, digámosles y dado que los niños que están acompañados, los padres responden a esas preguntas y no refleja realmente lo que los estudiantes comprendieron o no.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los estudiantes?
El 80% aceptable. Los chicos ya se adaptaron a lo que es conectarse a través de una plataforma, ya saben cómo utilizarla, como comunicarse, como utilizar la pizarra. El 80% ya está adaptado a esta forma de clase virtual, pero hay que reconocer que en un 20 por ciento todavía falta, falta responsabilidad en cuanto al manejo, todavía juegan, rayen las pantallas, se ponen otros nombres, hacen bromas y los padres no están pendientes de los niños.
¿Ha percibido un cambio en el rol de los padres ante esta nueva realidad?
Lamentablemente, los padres que no colaboraban de forma presencial, pues tampoco lo hacen de forma habitual. Y eso se ha podido evidenciar. Hay muchos que no están comprometidos al 100% en lo que es estudio de sus chicos y ahora en la virtualidad, pues, están menos. Todavía hay más pretextos, cuestión de tiempo, cuestión de tecnología. Pero también hay que reconocer que hay padres de familia que han buscado diferentes mecanismos para poder orientar y guiar a sus hijos en este nuevo proceso. Entonces, se ve las dos caras de la moneda, definitivamente los padres, sea de forman virtual o sea de forma presencial, están comprometidos con sus chicos y reconocen que el 50% del éxito de ellos depende de los papás. Pero también tenemos el otro 50% que simplemente deja a sus niños de que estás al frente de una computadora y tú verás cómo sobresales con tus clases virtuales.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?
Definitivamente, creo que sí, porque vamos a tener aún más enfoque virtual en lo que es las actividades, tal vez no dentro de las instituciones por falta de recursos tecnológicos, pero sí en el envío de deberes y actividades a los chicos que ya sean más virtuales y que esto demande menos tiempo y un poco más de creatividad para los chicos. Entonces se va a dar ese cambio cuando una vez pase esta pandemia, implementar todo lo que hemos utilizado durante este año, que hemos tenido que estar en casa, en la nueva forma virtual y presencial.

Carmen Teresa Gavilánez Narváez, 53 años. Licenciada en Ciencias de la Educación Parvularia, Doce años de experiencia docente.
¿Qué ha supuesto para Ud., como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
Bueno, para mí, en lo personal, es una superación el uso de las tecnologías. Muchas de las veces, nosotros como docentes nos enfocamos en lo que es el currículum, en pequeñas investigaciones. Pero ahora con la pandemia tuvimos que buscar, indagar y refugiarnos en las TIC. Entonces, al hacerlo, esto conlleva a un reto logístico, a cambios extraordinarios en todos los campos y realmente la enseñanza tradicional presencial, esto hizo un cambio con la enseñanza virtual, donde la tecnología está primero, y necesitamos, pues, investigar más para mejorar el aprendizaje de los pequeños por medio de la computadora.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
Las ventajas para mí es que el docente publique textos, materiales audiovisuales, la búsqueda de nuevos cursos, de buscar mejorar su profesionalismo. También ha hecho que tengamos mayores retos para mejorar la educación en lo que es virtualmente y tengamos un pensamiento más creativo y más constructivo. Ahora, la desventaja es que tenemos un poquito más de trabajo y menos tiempo para nuestra vida personal. Otra desventaja es que muchas de las veces, también, el problema es que muchos docentes hemos tenido que pagar de nuestros bolsillos el Internet, sacarle y el jugo a la computadora; muchas de las veces, en casa no tenemos dos computadoras y tenemos que compartir la computadora con nuestros hijos y a veces pagar nuestros cursos, esa sería la otra desventaja.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los jóvenes estudiantes?
Los chicos se han adaptado y lo que valoro es su fortalecimiento, sus habilidades, la creatividad y el esfuerzo que ponen por escuchar, por ver, por trabajar en forma virtual. Valoro mucho el esfuerzo de los estudiantes.
¿Ha percibido un cambio en el rol de los padres ante esta nueva realidad?
Sí. Realmente los padres han sido, ahorita, el eslabón del docente, la mano derecha del docente, como suelo decir ellos ¨son mis ojos, son mis manos, y también mis oídos¨. Entonces, ellos son, como quien dice, mis ayudantes, mis auxiliares. Entonces, los cambios socioculturales han sido muy acelerados para ellos, porque realmente ellos estaban con otro ritmo de trabajo, estaban con otro ritmo de hogar, en dejar a los estudiantes en la institución y regresar a por ellos a la hora de salida. Mientras que, ahora, el rol de los padres es mucho más comprometido dentro de la educación, dentro de la actividad del estudiante, en lo que es trabajo, el envío de trabajos, ya que, como trabajo con niños de inicial, pues los pequeños no pueden mandar los trabajitos al correo, sino tienen que buscar ayuda en los papis. Pero, realmente, sí, para ellos también ha sido un cambio grande. Pero vamos a la otra cara de la moneda, por ejemplo, comparten más con los estudiantes… trato que mis clases sean un poquito más divertidas, más dinámicas… Entonces, realmente, ellos como que comparten más, se divierten también y no se estresan, trato de que no se estresen, mejor dicho. Aunque sí hay niños que, tal vez de los veinte y cinco que tengo, habrá unos dos que estén sin los padres, están con los hermanos, pero también, hasta aquí no he tenido problemas con mis estudiantes, ni con mis padres de familia. Cualquier duda que ellos tienen, pues en seguida les saco de la duda, trato de mandarles, en todo lo que hemos trabajado, en PowerPoint para que ellos se puedan guiar nuevamente. Trato de que en las clases se terminen de hacer las actividades para que ellos no tengan el estrés de estar buscando cómo hacer ni preguntando, sino terminen los niños la actividad y los papis puedan mandar al correo.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?
Creo que sí, porque estamos viviendo mucha creatividad, estamos trabajando mucho con las emociones. Entonces, la visión de la Educación se ha preocupado por basar el aprendizaje con estrategias, hacer que los niños trabajen mucho más las emociones. Damos herramientas para poder trabajar con los niños de la forma pedagógica, con planes de clases inventariadas, con videos, con tutoriales, donde que los docentes también nos podemos guiar. Para los docentes esto es nuevo, es súper nuevo, pero cuando uno ama a su profesión, buscando herramientas, investigando, preguntando, porque tenemos que preguntar, dejar ese mito de que si pregunto van a pensar que no sé. Más bien es preguntar, averiguar, y muchas veces algunas escuelas, como por ejemplo, nos mandan por ejemplo estudiantes, chicos que están estudiando. También de ellos es una gran ayuda, porque son mentes jóvenes, traen, tal vez, nuevas ideas, nos facilita a los docentes para poder seguir dando los aprendizajes a los pequeños.

Mariana De Jesús Baculima Ordóñez, 47 años. Licenciada en Ciencias de la Educación. Veinte y tres años de experiencia docente.
¿Qué ha supuesto para Ud., como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
Pues es una realidad muy… nos ha costado mucho, tanto a docentes como a los estudiantes y por supuesto a los padres de familia, que son los involucrados, ahora sí de una manera directa en el avance de la Educación de los niños, porque el docente está detrás de una pantalla. Y quienes viven la realidad, y muchas veces muy dura, por la falta de conocimiento ya sea tecnológica o de contenidos. Entonces, a uno le supone que el padre de familia va a poder, y no es esa la realidad. Muchos papás, a lo mucho, tienen Educación Básica, muy pocos el Bachillerato y contaditos lo que es la Educación Superior. No es muy halagadora la Educación a la que actualmente nos hemos visto forzosamente a impartir.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
Empezaré por las desventajas, porque como le mencionaba anteriormente, la falta de conocimiento en lo que es la computadora, las diferentes plataformas, iniciando por los mismos docentes: esa falta de acceso, de más preparación en ello, ha hecho que, últimamente, nos auto eduquemos. De la misma manera, los padres de familia ven como un tabú esto de aprender a través de la computadora, el servicio de internet… Ellos todavía lo ven como si fuera algo de privilegios, a pesar que tienen un dispositivo, pero no siempre lo usan adecuadamente; y, por ende, sus hijos también, porque lo toman más que como un medio para educarse, es más un medio de entretenimiento, de juegos, de diversión. Esas son las desventajas, a más de la situación económica en la que viven la mayoría de estudiantes y sus familias, y también lo que es la falta de empleo que últimamente ha causado esta pandemia y han tenido muchos de ellos que… viviendo incluso arrendando, se han regresado a sus lugares, al campo. Se han ido más lejos y se ha perdido la conectividad con muchos de los estudiantes. Entre las ventajas tenemos a las personas que en realidad queremos y tratamos de avanzar, no estancarnos por esta situación que vivimos. Pretendemos, por lo menos con los quieren avanzar y no estancarse, animarlos, tratando de no perder contacto con los padres. Hay que estar ahí, mediando entre padres de familia y el estudiante. A veces, también, con los compañeros docentes, porque unos somos más flexibles, en cambio, otros son más exigentes, piensan que todos los estudiantes están casi al mismo nivel y la situación entre el área urbana y la periferia de la ciudad no es la misma.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los jóvenes estudiantes?
Como valoración del proceso de adaptación podríamos dar un porcentaje de cincuenta o sesenta por ciento. En los niños más pequeños la influencia de los padres es destacada, sobre todo en los grados inferiores, pero en cambio en los de ocho a diez años, los padres empiezan a dejarlos solos y los papás pierden un poquito su liderazgo. Mientras que los mayores, hasta el Bachillerato, ya no respetan mucho lo que los papás dicen, se dejan llevar por el mal uso de la tecnología… Entonces, no se han adaptado todavía en totalidad, la mayoría de estudiantes, no. Incluso no ingresan a clases, pero no porque no tengan los medios o dispositivo sino más bien por descuido y por la influencia negativa del Internet.
¿Ha percibido un cambio en el rol de los padres ante esta nueva realidad?
Sí, muchísimo. Muchos padres por la situación económica se han quedado desempleados. Han tenido que ver alternativas para mantener a sus hijos en la Educación para no desertar; aunque, últimamente, los estudiantes asistían al primer quimestre pero ya en el segundo quimestre, desde Enero, han empezado los estudiantes a no ser tan regulares, se ve que no hay mucho apoyo de los papás, pero no porque no quieran, sino por la situación que no ayuda. Muchas familias, incluso, se han desarmado, los papás han tenido que buscar otras alternativas, incluso han tenido que emigrar a otros países, para tratar de mantener a sus hijos en la situación que estaban antes de la pandemia. Sí, ha sido duro para los papás también.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?
Sí. Me parece a mí que sería de otra forma. Esta experiencia nos va a dejar muchas cosas buenas también, porque esto va a influenciar para que los estudiantes sean un poquito más autónomos en sus trabajos y no dependan sólo del profesor y a crear conciencia del autoaprendizaje.

Fernando Andrés Berrezueta Merchán, 29 años. Ingeniero mecánico automotriz. Tres años de experiencia docente.
¿Qué ha supuesto para Ud., como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
Bueno, para mí como docente, adaptarme al cambio de enseñanza de manera virtual ha sido un poco difícil, aunque también considero que ha sido una oportunidad para aprender más, porque ahora hemos tenido que aprender lo que son las herramientas digitales para manejar todo esto de la virtualidad de una manera diferente, para así poder llegar a los estudiantes y lograr la comprensión de ellos.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
En lo que son las ventajas creo que la tecnología actual que tenemos, todo esto de computadoras, tabletas, internet, toda la parte digital, los programas que podemos manejar. Hemos aprendido a manejarlos. Esa es una ventaja que tenemos. El inconveniente creo que es la falta de la cercanía con los estudiantes, no es lo mismo estar frente a una pantalla que frente a la persona, poder hablar, sentir, todo lo que tiene esa persona. Ese es el inconveniente. Otros inconvenientes son la falta de conectividad que tienen algunos estudiantes, los problemas de internet, o no tener un dispositivo óptimo para poder recibir las clases de una manera correcta.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los jóvenes estudiantes?
Pienso que el proceso de adaptación ha sido, en la mayoría de casos, positivo. Ellos son estudiantes, jóvenes que han nacido con la tecnología. Se manejan muy bien en las herramientas digitales. Creo que ha sido por ese lado bueno, pero también ha habido una parte negativa, en cuanto a la responsabilidad, porque al estar en modalidad virtual, se ve afectada la parte de responsabilidad. En muchos casos no se conectan a clases o no realizan las tareas, porque no sienten tanto esa responsabilidad que tenían de manera presencial.
¿Ha percibido un cambio en el rol de los padres ante esta nueva realidad?
Sí se ha visto un poquito también de irresponsabilidad por parte de los padres de familia. Creo que, en muchos casos, se da por el trabajo que tienen, dejan solos a los hijos en la casa y ellos ya no saben si se conectan o no. En otros casos piensan que son responsables y no les dan mucha importancia o mucho seguimiento a su proceso de aprendizaje.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?
Sí. Creo que es una oportunidad de cambio positiva. Se podría pensar en el futuro en clases de una manera virtual y presencial, mezclando las dos modalidades. Algunas universidades ofertan, hoy en día, carreras, postgrados a distancia. Entonces pienso que sí, que esta experiencia es una oportunidad para que luego de la pandemia se pueda hacer de las dos formas.

Carlos Eduardo Mejía Guachichulca, 33 años. Magíster en Educación Intercultural. Doce años de experiencia docente.
¿Qué ha supuesto para Ud., como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
Un cambio en la modalidad y en el contacto con los estudiantes que es mayor en la zona rural. Una brecha que se ha incrementado por el mismo hecho de diferentes factores sociales, económicos, emocionales y tecnológicos. Tenemos muchos recursos y a veces uno piensa que solamente es cuestión de un teléfono y de tener de internet y ya. Tenemos estudiantes acá, por ejemplo, más o menos que están cerca de las empresas hidroeléctricas que prácticamente ellos le conocen como el cerro. Entonces, es difícil. Ha supuesto cambios positivos también, por ejemplo compañeros docentes, para los cuales enviar un correo electrónico era lo máximo. Entonces ahora ya creo que se impulsó también, se nos obligó, por así decirlo, a mejoras nuestras, nuestras estrategias y al menos un poco en el conocimiento de herramientas básicas.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
Me parece que la ventajas se podría atribuir al hecho de que los estudiantes, al verse presionados, ya no solamente por un docente sino prácticamente por todos los docentes, al uso de herramientas. A mi criterio, al ser este un aprendizaje mediado por la tecnología no me da ciertas garantías, como, por ejemplo, alguien puede estar dando una evaluación, enviando una evaluación. ¿Qué pasa? Hay alguien que le está ayudando o capaz está utilizando algún programa, algún software que le permita, quizá, vulnerar las protecciones que yo haya puesto. Entonces eso no me asegura.
Los docentes no podríamos asegurar de que el estudiante esté generando un aprendizaje. Ahora, si vamos a las desventajas y quizás emocionales, enfocadas a la parte social, podría decir que hay más desventajas que ventajas.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los jóvenes estudiantes?
Duro, duro, duro. No creo que todavía estén adaptados. Si bien se han adaptado, al menos por decir, los estudiantes de bachillerato en mi institución y me atrevería a decir que quizás en la fiscal o en la rural. Tengo colegas que trabajan en unidades educativas particulares y las cosas son mucho, mucho mejores. Entonces, considerando esto, me atrevo a decir que al menos los chicos que se han adaptado será un sesenta por ciento. La adaptación de los chicos no se logra dar por diferentes motivos. Si nos podemos a ser meticulosos con esto, la adaptación de los chicos no se da por completo. Hay problemas de una adaptación y quizás esa adaptación les está perjudicando en sus relaciones sociales, les está perjudicando en sus conocimientos, les está perjudicando y quizás hasta niveles comunicativos de los estudiantes.
¿Ha percibido un cambio en el rol de los padres ante esta nueva realidad?
Quizás en los padres de familia jóvenes, por el mismo hecho de tener contacto con la tecnología.
Ahora, hay una población quizás de un treinta por ciento de padres de familia, de cuarenta por ciento podría ser también, que algunos no saben leer ni escribir; hay papás que a lo mejor saben leer y escribir pero están “un poquito peleados con la tecnología” y ahí aprovechan los estudiantes porque hasta les bloquean… ellos se meten en los celulares de los papás, como tienen toda la confianza, se van y bloquean los números de los de los profesores para que jamás entren las llamadas. Entonces, esas cositas, podría decir que ha permitido un cambio, sí a los padres de familia, pero no en todo, sino en los padres de familia jóvenes que, de cierta manera se involucran.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia? *
Sí. Sí creo que sea conveniente. Por ejemplo, como mencionaba anteriormente, tengo colegas que en algunos de los planes de retorno a las instituciones están viendo la posibilidad de que no sean todas las asignaturas. Ya sabemos que como ecuatorianos, como habitantes del planeta, ya este método, esta metodología de aprendizaje a distancia ha funcionado. Incluso hasta el día de hoy sabemos que hay universidades que se han dedicado a este tipo de actividad. Y claro, pueden ser muy criticadas porque a veces uno sabe y ha visto que mandan a hacer las tesis, los trabajos de grado, la maestría y todo eso. Hay gente que paga para que les haga los trabajos… Estamos conscientes que la calidad educativa ecuatoriana está por los suelos. Entonces, si es que nosotros queremos apuntar a calidad educativa a través de una política en donde nosotros digamos ¨sí cambiemos la modalidad de enseñanza y de aprendizaje¨ quizás de algunas asignaturas o quizás buscando alguna forma en la que estén involucrados los recursos tecnológicos, las TIC. Me atrevería a pensar que se tendría que velar por la calidad educativa y obviamente velando por el por el individuo, ya que sabemos que la educación es un tema muy importante, como la salud, como la economía de un país. La educación debe estar enfocada hacia eso.

Verónica Guamán, 35 años. Catorce años de servicio docente.
¿Qué ha supuesto para Ud., como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
El cambio de un currículo presencial difiere con el emergente, en la disminución de destrezas a desarrollar y el manejo de estrategias metodológicas que se adapten a las nuevas realidades.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
Las ventajas que he encontrado, en mi labor como docente, son el uso de las Tics, nuevas estrategias metodológicas, una educación virtual que motiva al estudiante. Con respecto a los inconvenientes, la falta de internet y que los hogares no cuentan con el material tecnológico necesario.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los jóvenes estudiantes?
Los estudiantes en su mayoría han logrado adaptarse a su nueva modalidad de aprendizaje. El porcentaje de alumnos que no lo ha logrado, se debe a la falta de recursos tecnológicos.
¿Ha percibido un cambio en el rol de los padres ante esta nueva realidad?
Para el padre o madre de familia ha sido más difícil adaptarse a esta nueva realidad. Ha generado, en la mayoría, cambios negativos en sus estados de ánimo al sentirse frustrados por desconocer como guiar a sus hijos e hijas en el proceso educativo. Otros, en cambio, con la colaboración de todos en el hogar, lo han superado juntos.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?
Considero que la educación del futuro es un reto a replantearnos el sistema educativo y reconocer las falencias para lograr una educación virtual de calidad.

Sara Guamán Jara, 41 años. Dos años de docencia.
¿Qué ha supuesto para Ud., como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
Entender la realidad del contexto actual, nos encontramos en una emergencia sanitaria y de ninguna manera se puede lograr una educación presencial. En este cambio creo que ha implicado mucho la empatía del docente, de querer capacitarse y buscar nuevos medios para conocer esa nueva realidad virtual. Para muchos ha sido complicado, para mí, en realidad, he tenido ciertas bases en el manejo de tecnologías. Entonces ha sido fácil irme acomodando al manejo de las TICS, correo electrónico, grabar videos y audios y material pedagógico adicional.
Hablo el tema de la empatía porque es importante entender la realidad de nuestros estudiantes. Es un reto tanto para el docente como para el estudiante y su familia. Las realidades de todos son muy diferentes: la zona rural y urbana; lo económico, a el docente le ha tocado dotarse de recursos tecnológicos para poder impartir sus clases, al igual que a los docentes cuando sus familias gastan en todos estos recursos ya que ha sido el único medio para llegar a ellos.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
Como docente, las ventajas han sido poder utilizar todos estos medios tecnológicos y el material como: videos, audios, diapositivas y juegos que al estudiante le ha permitido desarrollar sus destrezas mediante la utilización de estos medios. También una ventaja es la agilidad o la capacidad de estar al alcance del padre de familia porque la comunicación por los medios digitales es rápida. Creo yo que ahora están más informados ya que antes el único transmisor de la información era el estudiante. Ahora no, ya que hay todos estos grupos de WhatsApp y plataformas que agilitan la comunicación. Esto funciona siempre y cuando la familia esté pendiente y hacen de este material un beneficio.
Yo creo que las desventajas son muchas, por ejemplo, el acceso a internet y medios tecnológicos no es el mejor. En la mayoría del Ecuador se ha visto que el tema socioeconómico ha afectado profundamente en la educación de niñas, niños y adolescentes. Tal es este que se hablaba de un número fuerte de estudiantes que están abandonando el sistema escolarizado. En mi realidad no es así, trabajo en una institución grande del Milenio donde tenemos 3600 estudiantes y el 95% de los estudiantes tienen conectividad. Para este 5% no se ha podido hacer mucho porque estamos en un tiempo de crisis donde la familia no puede apoyar en su totalidad en este caso.
Otra desventaja es el analfabetismo digital en los padres de familia. No saber manejar un correo electrónico, una de estas plataformas, impide que sus hijos puedan aprovechar esos medios. Como docente apoyamos, pero creo que las desventajas superan a las ventajas, recordando que estamos en un país totalmente abandonada en el tema del acceso y apoyo a estas familias. Creo que los vacíos de los estudiantes van a ser fuertes.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los jóvenes estudiantes?
Yo trabajo con chicos de 8vo y 9no, que están entre los 12, 13 y 14 años ha sido muy satisfactorio. Puedo ver que mis estudiantes participan, están contentos con mis clases, sienten que están aprovechando el tiempo y esperan estas horas de clase para tener un compartir. Se han ido adaptando más a esta realidad, aunque con algunos problemas, sabemos que los índices de violencia en el país se han incrementado en un gran porcentaje, también que muchos estudiantes ahora están trabajando
Estoy muy orgullosa de mis estudiantes, es lindo cuando me dicen que esperan los días lunes para tener mis clases de lengua y que esperan tener ese contacto conmigo. Veo una buena adaptación solamente a excepción un grupo minoritario que le ha costado adaptarse.
¿Ha percibido un cambio en el rol de los padres ante esta nueva realidad?
Para esta nueva realidad el rol de los padres ha sido fundamental por lo tanto si ha habido un cambio. El padre de familia es el tutor presencial de sus hijos, nosotros como docentes estamos apoyando y teniendo ciertas conexiones sincrónicas por medio de estos medios digitales. El rol de padre ha sido de representante y tutor como un docente, sin embargo, puedo ver desde mi realidad que se ha sentido muy cargado por estas actividades porque los padres trabajan, pasan mucho tiempo fuera de casa, regresan a la casa cansados y más que afectan en los hogares. Pero, siempre hablo de ese querer, estar y sentir el apoyo, el padre tiene fajarse y decir: “bueno quiero que mis hijos salgan adelante, entonces yo voy a dar este extra”. Si hablamos de niños pequeños obviamente es más trabajoso para ellos a diferencia de estudiantes con 12 años en adelante. He visto que un 75% de padres ha tenido que cambiar su realidad. El único compromiso con los hijos es el amor.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?
Totalmente convencida que esta nueva realidad con las nuevas aplicaciones de la educación en tecnología son un cambio positivo. Muchas veces he dicho que cuando regresemos a la anterior realidad seguiré aplicando ciertas de estas prácticas, como: envío de tareas al correo, videos explicativos, comunicación con los padres, plataformas interactivas y más. Me ha quedado presente que muchas de esas prácticas nos van a servir, vamos a tener un aprendizaje tan profundo de como la humanidad ha ido añorando la vida que teníamos antes. Como docentes hemos tenido que buscar mucho y reinventarnos mucho para dar clase a nuestros chicos. Es una tarea difícil pero también satisfactoria, es hora de despertar y ser consciente que hay muchas realidades.

Marco Xavier Chinchilema Mejía, 34 años.Licenciado en Ciencias de la Educación. Dos años de docente particular y 7 años de labor docente fiscal.
¿Qué ha supuesto para Ud., como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
Es un cambio total. Depender de la conexión y que la sesión no se caiga. También existe un cambio psicológico que ha sufrido los estudiantes, al igual que la mayoría de mis compañeros docentes. Si, es un cambio total de la enseñanza.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
Nos ha obligado a aprender el uso de nuevas tecnologías. Yo, por ejemplo, me había alejado un poco de esto y ahora nos hemos visto obligados a dominar alguna aplicación o plataformas para darle un uso que quizá antes era recreativo. Si hablamos de una desventaja, al menos desde mi punto de vista, soy de los docentes que me gusta indagar en la vida de los estudiantes, conversar, jugar con ellos, llamarles la atención de una forma positiva o el uso del aspecto lúdico. Entonces, dar las clases de forma virtual me limita mucho, por ejemplo, la sesión dura 40 minutos y yo no sé si el estudiante está triste o le pasa algo. Para mí esa es una gran desventaja.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los jóvenes estudiantes?
Aplaudo la participación de los jóvenes. Trabajo en una escuela rural donde es complicado el acceso a internet y tanto padres de familia como estudiantes han hecho un esfuerzo enorme. Para ellos quizá la escuela era una vía de escape o un descanso de la casa y ahora les toca estar ahí todo el rato. Recibir clases en la casa, para ellos, debe ser fastidioso. Por lo tanto, valoro mucho la acción de los niños, niñas y jóvenes.
¿Ha percibido un cambio en el rol de los padres ante esta nueva realidad?
Si. Se ha dado un cambio para ellos también, aunque forzoso porque han tenido que invertir su dinero para contratar internet o conseguir un celular de mejores recursos y más. Lamentablemente debo decir que se dio una evidencia de la actitud de otros sectores, otros padres de familia. Hablo a modo general porque conversando con mis compañeros nos hemos dado cuenta que se puede evidenciar mucho más qué padres y cuáles no se interesan de la educación de sus hijos.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?
Si, desde luego. Yo estaría muy apenado y defraudado si después de toda esta crisis sanitaria regresamos a lo mismo. Esto debe ser el pilar para una nueva forma de entender a la educación, que en realidad no nos podemos limitar a las cuatro paredes. Es trillado lo que digo porque antes de la pandemia siempre se decía eso: “Que se salga al patio”, “que usen el huerto”. Pero no, nunca se hacía eso. Ahora podemos dar uso a varias herramientas de tecnología. Entonces, pienso que esto tiene que ser el pilar para un cambio en la educación.

Manuel Cabrera, 46 años. Licenciado en Ciencias de la Educación mención Educación Básica. Veinte años de labor docente
¿Qué ha supuesto para Ud., como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
El cambio de una enseñanza presencial a otra emergente son dos tipos muy diferentes, ya que cuando impartimos destrezas con criterio de desempeño de forma presencial uno puede comprobar que el estudiante va desarrollando paulatinamente sus conocimientos, pero es muy diferente cuando es de forma virtual, ya que no sabemos si el estudiante desarrolló sus habilidades y conocimientos. También se da el caso que los representantes o padres de familia le dan haciendo el deber. En ese sentido es un tipo de enseñanza muy diferente.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
No lo considero como una ventaja. Más bien lo veo como un inconveniente para los estudiantes, ya que mucho de ellos no posee la tecnología necesaria como para desarrollar sus conocimientos. De forma presencial uno puede ayudar o facilitar una guía para que el estudiante vaya comprendiendo las destrezas, además, ellos pueden responder a las diferentes preguntas y nosotros les ayudamos con sus inconvenientes. Hay muchas desventajas puesto que muy pocos se conectan los días de la semana cuando imparto la tutoría. También se da que los chicos se atrasan en los conocimientos.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los jóvenes estudiantes?
Yo trabajo con el 5to año de Educación Básica y he visto como los niños van asimilando esta forma virtual en la que estamos trabajando. Sin embargo debo manifestar que muchos de ellos prefieren estar de forma presencial, para jugar con sus amigos, conversar, intercambiar experiencias y de, alguna manera, irse autoformando con la participación de sus compañeros y compañeras. Es importante recalcar que es un proceso muy diferente y que los niños no han sabido asimilar de forma rápida, quizá con el paso del tiempo se vayan adaptando poco a poco.
¿Ha percibido un cambio en el rol de los padres ante esta nueva realidad?
Algunos cumplen su rol con mucha responsabilidad. Les apoyan, orientan y guían a sus hijos. Ellos refuerzan lo que uno les imparte de forma virtual pero la mayoría de ellos, puesto que trabajan, parece que no tienen el tiempo suficiente para poder guiar y apoyar a sus niños. Es necesaria la participación de ellos, ya que la educación actual nos menciona que debemos hacer participar a todos los integrantes de la comunidad educativa, es decir, padres de familia, alumnos y docentes. Esta trilogía funciona cuando las tres partes actúan coherentemente, de tal forma que los estudiantes puedan asimilar las nuevas destrezas que se va impartiendo. Se ha notado muchos problemas en ese sentido, porque los estudiantes quedan con alguna duda y tienen miedo de preguntar y por este motivo la educación está retrasada en este nuevo módulo virtual.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?
No considero que este tipo de experiencia sea beneficiosa, ya que hay un grupo de estudiantes y padres de familia que cumplen con sus actividades diarias, realizan todas las fichas que enviamos, pero también hay un gran grupo que necesitan más apoyo en su casa, a pesar de que nosotros cada día estamos motivando a los niños. Sin embargo, no podemos conseguir que todos puedan participar de una manera más responsable en el envío de sus tareas y no podemos reforzar a los estudiantes que van teniendo dificultades.

María Belén Gavilanes Castrillón, 25 años. Docente de la Educación General Básica. Tres meses de labor docente.
¿Qué ha supuesto para Ud. como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
He tenido que implementar varias técnicas para manejar las interacciones dentro de las clases virtuales. De igual forma, la capacitación constante del manejo de plataformas virtuales y herramientas educativas ha sido primordial. Pienso que establecer relaciones sociales y afectivas entre estudiantes y docentes permite guiar de manera más efectiva el proceso de enseñanza y aprendizaje y se consigue un aprendizaje más significativo. De igual forma, implementar diferentes maneras de impartir la clase permite que los estudiantes se encuentren motivados y comprometidos con su educación.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
Es una gran alternativa para evitar los casos de contagio, se mejoraron las relaciones entre familias y algunos padres se han comprometido en el proceso de enseñanza de sus hijos. Sin embargo, las desventajas son que muchos estudiantes se quedaron sin estudiar debido a la falta de recursos como el internet o de equipos como computadoras, celulares que impiden que se conecten a clases; otra de las desventajas es que algunos estudiantes bajaron su rendimiento escolar ya que los padres de familia no saben cómo enseñarles o trabajan todo el día y no pueden ayudarles a realizar las tareas.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los jóvenes estudiantes?
El proceso de adaptación de algunos jóvenes no es tan positivo debido a que la falta de internet y de recursos como la computadora o celulares, no les permite asistir a clases o lo hacen irregularmente. Igualmente, algunos jóvenes se encuentran desmotivados, ya no quieren ingresar a clases o no cumplen con las tareas, debido a que se quedan solos en casa y no hay supervisión por parte de los padres de familia.
¿Ha percibido un nuevo rol de los padres ante esta nueva realidad?
Al inicio de la pandemia se pudo observar que los padres de familia estaban involucrados con el proceso educativo de sus hijos debido a que no se podía salir de casa. Pero ahora muchos padres de familia han vuelto a sus trabajos y los estudiantes se quedan solos, ya no entran a clases o no presentan las tareas enviadas, han bajado su rendimiento académico debido a la falta de supervisión de un adulto.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?
Creo que la educación virtual favorece a un aprendizaje autónomo por parte del estudiante, permite que se disminuyan los gastos ya que no se requiere de libros, uniformes y transporte, los padres de familia pueden observar las clases grabadas para aclarar los contenidos y las indicaciones de las tareas. Sin embargo, debemos de tomar en cuenta que la escuela no se podrá reemplazar con la virtualidad, debido a que somos seres sociales, por ende, necesitamos relacionarnos y compartir con nuestros estudiantes, docentes y toda la comunidad educativa, esto permite y beneficia a nuestro desarrollo personal y siempre necesitaremos de estas interacciones para sentirnos bien.

Clever Porfilio Heras Calle, 52 años. Docente de la Educación General Básica, Magister en Pedagogía. Treinta y dos años de labor docente.
¿Qué ha supuesto para Ud., como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
Ha supuesto un cambio en el rol protagónico del maestro, padres de familia y hasta de los estudiantes. Debido a esta pandemia se han generado experiencias, una serie de intercambios y también una nueva forma de educar a los estudiantes a través del interaprendizaje y mediados por los medios tecnológicos. Además ha supuesto un cambio en la estructura del sistema educativo, en cuanto nos hemos visto abocados a cumplir órdenes por parte del MINEDUC, en cuanto a formatos, tiempos y el uso de la tecnología que también nos ha motivado cada vez a estarnos preparándonos.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
En cuanto a las ventajas, se ha propiciado la participación de los padres de familia que se han convertido también en mediadores del aprendizaje, ellos de acuerdo a su experiencia, preparación profesional incluso han podido ayudar a los estudiantes. Otra ventaja es que ha unido a las familias; ha permitido a los docentes capacitarnos un poco más en los medios tecnológicos, ha propiciado también, de alguna forma, organizar nuestros tiempos de trabajo, organizar nuestras actividades y buscar sobre todo la forma para llegar a los estudiantes a través de los distintos medios tecnológicos, audiovisuales, entre otros instrumentos tecnológicos. En cuanto a los inconvenientes, el principal es que no se puede valorar en justa medida el aprendizaje de los estudiantes. El estudiante realiza sus actividades pero no sabemos a ciencia cierta qué nivel de porcentaje es realizado por él. Otra desventaja para el docente es la de calificar muchas tareas, lo cual es extenuante, es una tarea muy grande, hay que revisar los correos y la sincronía que supone que la educación virtual también motiva a estos inconvenientes. Nosotros no podemos estar en condiciones de los niños de pretender a mejorar la autoestima, porque no estamos en contacto directo y si lo hacemos en contacto directo, es a través de otros medios, llamadas para pedirnos orientaciones pedagógicas, pero no apoyo personal; una educación personalizada como se podía hacer antes. La participación a veces es fría o el tiempo no nos avanza, la participación de los estudiantes no es como antes, que de alguna forma nosotros podíamos incluso formar grupos de trabajo con los estudiantes, podíamos inculcarles la autoestima, la recuperación pedagógica, entonces este es un medio más difícil.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los jóvenes estudiantes?
El proceso de adaptación de los estudiantes ha sido muy bueno, se ha visto que los padres de familia han contribuido enormemente. Sin embargo, debido a los escasos recursos tecnológicos en nuestro país, sobre todo, provoca que algunos estudiantes no puedan participar o ser positivos en el uso de la tecnología, porque no la disponen. Eso sería que de alguna forma si se sigue con esta situación, los gobiernos tienen que tener en cuenta para que, en vez de dotar de libros, los doten de los medios tecnológicos.
¿Ha percibido un cambio en el rol de los padres ante esta nueva realidad?
Sí, es un cambio notable de los padres de familia, empezando desde la participación en trabajos y también de alguna forma dicen sentirse motivados a participar en los trabajos de los estudiantes. Ellos también a través, cuando realizamos las tutorías, la educación virtual están a la expectativa para poder apoyar al estudiante. Algunos padres de familia si se despreocupan, tal vez un 2% o 3%, por la situación que vivimos, el trabajo que tienen que realizar los padres de familia, también por la escasa preparación que tienen, en el aspecto educativo, que no están en condiciones de ayudar a los estudiantes.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?
Esta experiencia podría proponer un nuevo tipo de educación, vemos que la educación realmente es una alternativa, pero no podría superar el rol del docente, nunca va a ser superado por calidez humana que tiene, por la forma de interactuar, incluso por el cariño que se brindan a los estudiantes, por la sincronía, por el momento actual porque hay que corregir a los estudiantes en el momento que ellos comenten el error, no después de tres o cinco días, a lo mejor diez a lo que envían sus trabajos. Entonces no es conveniente este tipo de educación, vemos que es una alternativa, pero ningún medio tecnológico puede remplazar la labor mediadora del docente, por lo que manifiesto, por la situación de la calidez humana, por la sincronía mismo, por la forma, oportunidad, pertinencia y también porque pertenecemos a un grupo humano que estamos en constante interacción. No es posible que, a través del medio tecnológico, de una manera fría, tengamos que dirigirnos a los estudiantes, siempre hará falta la mano del docente para guiar oportunamente, para brindar la vos de aliento y decir “vamos sí se puede”, pero eso no podemos hacerlo en estas condiciones. Entonces veo que no es una forma normal de trabajar, sino es una alternativa por la emergencia que vivimos.

María Isabel Sarmiento Domínguez, 50 años. Docente de Educación General Básica. Lic. en Ciencias de la Educación. Diez y ocho años de labor docente.
¿Qué ha supuesto para Ud. como docente, el cambio de una enseñanza presencial a otra emergente?
La diferencia más importante entre la educación presencial y virtual, constituye una forma totalmente nueva de enseñanza aprendizaje. La educación virtual le da la oportunidad al estudiante de tener relación con la tecnología educativa, aprovechar los entornos virtuales. En cambio, la educación presencial es una experiencia educativa donde el estudiante tiene contacto más directo con sus compañeros y docentes, para poder compartir sus experiencias en el ámbito educativo y social.
¿Cuáles son las grandes ventajas e inconvenientes que ha detectado en esta nueva modalidad?
Entre las ventajas se encuentran la posibilidad de una comunicación instantánea sincrónica y asincrónica; comunicación e interacción, el aprendizaje en red es básicamente interactivo. Se pueden dar interacciones entre el docente y el alumno, entre alumno y alumno o entre un grupo de estudiantes; la aplicación de herramientas tecnológicas para el desarrollo de destrezas y contenidos; y gamificación en evaluaciones con la utilización de juegos o fichas interactivas. Entre los inconvenientes se presenta pasividad en el estudiante frente a este medio, pues se percibe como un medio fácil; dificultades organizativas, problemas técnicos y altos costos de mantenimiento; poca responsabilidad para cumplir el proceso enseñanza aprendizaje; muchas facilidades para evaluaciones; y poco interés para aprender.
¿Cómo valora el proceso de adaptación de los jóvenes estudiantes?
El proceso de adaptación en la mayoría de estudiantes ha sido positivo, ya que les da la oportunidad de estudiar desde casa con responsabilidad, aunque extrañan mucho poder compartir con los compañeros de aula, han aprendido a ser autónomos y poder resolver conflictos de su diario vivir y poder controlar sus emociones frente a este encierro, ya que los docentes estamos aportando muchos recursos para poder llevar esta situación de enseñanza de la mejor manera posible.
¿Ha percibido un nuevo rol de los padres ante esta nueva realidad?
Los padres realmente se dan cuenta del grado de responsabilidad que los estudiantes tienen durante el proceso educativo, tienen que estar más pendientes de ellos y saber utilizar estos medios tecnológicos y puedan hacer un seguimiento del desempeño académico.
¿Cree que esta experiencia puede ser el inicio de una nueva forma de concebir la educación tras superar la pandemia?
Esta es una oportunidad muy grande para saber utilizar todo este tipo de tecnología educativa, pero es muy necesario la interrelación de los estudiantes, docente y comunidad educativa. Por tanto, se podría utilizar todos los recursos para seguir trabajando con los estudiantes.